Capitulo 11

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Por mucho que me gustaría, decido que hoy no iré a casa de Eleanor, ya que si lo hago, me atrasaré con la renta de la habitacion aqui en Oregon, y en un momento donde pretendo ahorrar dinero, lo que menos quiero es deberle nada a nadie. 

Me toma aproximadamente veinticinco minutos llegar al banco de la ciudad, donde saco un numero de turno y espero otros cuarenta y cinco minutos, hasta que por fin me toca.

-Buenas tardes- Me anuncio en la pequeña cabina- Me gustaria retirar 120 dolares.

El muchacho revisa algunas cosas en su computadora y me mira de reojo.

-Bueno, señor Clark- Murmura- En su cuenta solo hay disponibles ochenta y cinco dolares con veintisiete centavos. ¿Desea retirarlos?

-¿Qué?- Espeto, casi con asco, y todo mi rostro se arruga como una pasa. ¡¿Qué rayos?!

-No tiene mas dinero acreditado en esta cuenta bancaria, lo siento- Se disculpa- Puedo imprimirle un resumen para leerlo con cuidado, si lo desea.

-S-Si, p-porfavor- Balbuceo, atonito por lo que acabo de oir. Aun mirandome de reojo, el muchacho retira el dinero e imprime una boleta con las correctas acreditaciones.

-¿Está todo bien?- Pregunta.

-Crei tener mas dinero en la cuenta, es todo- Espeto, mirando al suelo, y mi respiracion se acelera un poco.

-¿Cree haber sido victima de hurto?- Vuelve a preguntar.

-No... sé lo que pasó. Muchas gracias- Contesto y tomo el dinero y la boleta antes de retirarme con pasos firmes.

Voy a matar a esta mujer.

~

-Quiero que me expliques esto, ahora- Espeto completamente irritado, y haciendo señas con las manos- Quiero saber porque a mi cuenta le faltan mas de novescientos dolares.

-Hansel...

-¡NO!- Ahora, estoy exaltado y muy enfadado- ¡NO... Simplemente...novescientos dolares!

-Porfavor, te lo explicare- Suena como si estuviera a punto de llorar.

-¡SON DOS SUELDOS! ¡DOS MALDITOS SUELDOS!

-¡Ya no me grites!- Ataca ella ahora, pretendiendo sonar molesta.

-¿No quieres que te grite?- De repente, sueno tan calmado que me asusto de mi mismo- ¡No dejaste nisiquiera ciento veinte malditos dolares para que pagar la renta aqui! ¡¿Cómo pretendes que la pague ahora?!

-¿Ochenta y cinco dolares no son suficientes?- Ahora suena tan ironica que un instinto asesino me invade de pronto, y si fuera un loco maniatico, la habria sacudido o la habria abofeteado.

-Estoy harto de esto, Kelly Weebers- Argumento y las lagrimas de ira abandonan mis ojos. En medio de la calle, llorando y hablando con mi novia. Eso es patetico- Voy a cambiar la clave del banco, y llamare para suspender tu tarjeta. No vas a disponer de un centavo mas de mi sueldo hasta que yo este de vuelta en Michigan ¿Está claro?

-Tu haces eso, y esto se acabó- Amenaza, y entonces, cierro los ojos y suspiro.

-Entonces, que se acabe- Digo con un hilo de voz, y cuelgo sin más.

Envuelvo mis propias manos en mi cabello tirando de el con frustracion, y niego con la cabeza.

-Hijo- Una abuela se acerca a mi, con dulzura, y me permito prestarle un apice de atencion- Una pena que te hayas casado con tamaña casafortunas. Divorciate cuanto antes.

Veo Veo ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora