Capitulo 12

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-Ok...- Susurra, y entonces comienza su exploracion.

Sus dedos suaves y fragiles trazan una especie de lineas invisibles en mi frente, y luego masajean mis cejas con lentitud. Examinan mis pomulos con curiosidad, y cierro los ojos por un momento en lo que ella decide curiosear por alli tambien.

-Pues...- Susurra cuando ha detenido su tarea de husmear en mi frente- Tienes una frente un tanto prominente... tus cejas son abultadas pero prolijas, tu cara no es demasiado ancha y tus ojos son algo grandes... tus ojos, ¿De que color son?- Suena como una niña curiosa, tierna y pequeña.

-Yo diria que de un color verde opaco- Admito, algo nervioso por tener su suave tacto en mi rostro- Aunque cuando llueve mucho pueden volverse casi gris azulado.

Sonrie como si le causara risa mi comentario, y continua su busqueda. Sus manos recorren mi pelo con tanta tranquilidad que casi me hace cosquillas, y agradezco a los dioses del destino haberme inculcado la obligacion moral de tomar un baño antes de venir aquí. Se me caeria la cara de verguenza si tuviera el cabello sucio.

-Tienes el pelo algo largo... ¿Verdad?- Medio rie cuando dos de sus dedos estiran uno de los rizos mas largos de mi pelo.

-Si... pero creo que me agrada- Comento. Sus manos ahora bajan a la altura de mis orejas y una carcajada se arremolina en mi garganta cuando enchufa dos dedos en ambos orificios- ¿Que rayos estas haciendo?- Carcajeo y no puedo evitar observar como esa sonrisa boba no se quita de su rostro tieso y colorado, ni por un segundo.

Sus dedos recorren mis mejillas, y maldigo internamente no haberme afeitado esta mañana. Pero,bueno... no se puede ser exitoso en todo en esta vida. Sin embargo, a ella no parece importarle en lo absoluto, y sus dedos vuelven a trazar una linea invisible hasta mi nariz.

-Tienes bastante barba- Rie y suspira- Y tu nariz es... bueno, medianamente ancha...

Y entonces, llega a esa parte de mi rostro que hace que me estremezca.

En el momento en el que su pulgar acaricia con suavidad mi labio inferior, siento como una corriente electrica recorre mi espina dorsal, cuando toca una cicatriz pequeña. La cicatriz.

-¿Tienes una cicatriz en los labios?- Su pregunta me saca de balance, y los recuerdos me violentan tanto que de un momento a otro me he ensimismado en ellos- ¿Hansel, estas bien?

-Si... yo, solo... si- Susurro casi tartamudeando y miro hacia abajo.

Un silencio extrañamente comodo se pronuncia entre los dos, y sus pulgares acarician mi mandibula con tranquilidad.

-Yo... tambien tengo mis cicatrices... quizas tu si las viste- Susurra y miro su rostro...

Miro sus ojos, y entonces, siento como si atraves de ellos, me transmitiera un mar de sensaciones y me contara la historia de esas cicatrices que recorrian todo su cuerpo.

Y entonces, me doy cuenta de qué clase de "accidentes" pueden provocar ese tipo de marcas en la piel.

Todo eso es producto de quemaduras. Quemaduras graves.

-Tu cicatriz cuenta una historia, Hans- Susurra, y entonces, siento como las ganas de llorar comienzan a invadirme. Me quedo quieto, intentando alejar todos los recuerdos del pasado, de mi niñez, que me atormentaron por tres interminables años.

Pero, inevitablemente, todo vuelve a mi.

-Cuentamela- Pide, sonriendo ligeramente y acariciando mis mejillas- Cuentame la historia.

~

Jamás nadie te amará como yo te amo a ti.

A muchos les podria resultar una frase de lo más apasionada. Una frase cargada de romanticismo y amor puro. Como quien asi le llama, amor del bueno.

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