Veo Veo ✓

Capitulo 23

Una puñalada, en el centro del corazon, puede causar la muerte a los pocos segundos de realizada la accion. La piel tiene una condicion elastica, que hace que pueda cerrarse con facilidad alrededor del arma homicida, o bien despues de retirada la misma. Sin embargo, si la susodicha arma homicida cortase los suficientes vasos sanguineos como para provocar una hemorragia interna, la victima podria morir instantaneamente. 

Todo esto lo aprendí investigando sobre apuñalamiento.

Pero... ¿Qué se siente ser apuñalado en el corazon?

Lo aprendi, luego de que la mujer que tanto amo me ignoró por días. 

Hace tres dias que Eleanor Gray no me dirije la palabra. Me evita cada vez que puede, y desde que Clara y mi padre le regalaron el baston, se vale por si misma. Se lo que hace, intenta demostrarme que no me necesita, que ella puede sola. 

Yo sé que puede, me consta... es que simplemente ya no soporto que me ignore de esta manera. 

Y no quiero invadir su espacio, simplemente no me parece lo correcto. Sé que está enojada y no entiendo porqué. No entiendo que es lo que hice mal, si todo lo que hice fue abrir mi corazon y ser sincero con ella. 

No volví a ver a Kelly despues de las vísperas. Y yo sabia que ella no estaria aquí para la despedida del año, asi que ya no la vería por un largo tiempo. 

Clara Wayne gritó de emoción cuando supo la noticia. Me estranguló con sus brazos y saltó como un conejito con comezón durante todo un dia. Y, como infaltable obsesiva, abrió su computadora delante de mí y comenzó a buscar de todo: carriola, cuna, ropa y utensilios. Estaba malditamente emocionada. 

Abro el baúl de la camioneta, y tomo de ahi la inmensa maceta con el helecho que se acaba de comprar. Lo dejo en el suelo, cierro la puerta y ella se marcha, dejandome ahi, con el inmenso plantón. 

Lo cargo hasta el arco que separa el pequeño vestibulo de la sala de estar, y cuando decido mirar por ahi, siento como si el corazon se me econgiera.

Ahi estaba ella. Sentada en el suelo, mirando a traves de la ventana. Mirando... 

Al principio, me parece ser solo una vision de aquellos momentos en los que yo entraba a su departamento y lo primero que veía era una hermosa joven, sentada frente a la ventana. Pero luego, descubro que no, que en realidad se trata de la casa de mi padre.

La miro, la observo... siento una revolucion de cosas en mi estomago cada vez que lo hago. Tan delgada y fragil, palida y preciosa. Cada centimetro de su piel esta marcado por las cicatrices de una tragedia que la marcó para siempre. Su cabello, de ese caracteristico color zanahoria, siempre tan enroscado y enredado que me encantaria peinarlo con mis dedos. Es ese tipo de cabello fino y delgado, fragil, delicado... justo igual que ella. 

Eleanor era una maravilla. Cada vez que mis ojos se topan con los suyos, puedo sentir como las piernas me tiemblan y mis manos transpiran, sudan... yo entero soy una maquina de sudar cuando la tengo enfrente. Me tiemblan los parpados y la voz, y soy incapas de ordenar mis ideas con claridad si de pronto, decide sonreirme... 

Qué decir si la veo llorar. La forma en que sus mejillas se enrojecen y abultan como dos tomates, sus ojos se hinchan, y muerde su labio inferior para evitar que tiemble, y cierra los ojos con fuerza cuando las lagrimas se le escapan. 

Es hermosa. Es graciosa, irreverente y divertida. Es linda cuando rie, y cuando llora. Es emocional y es cariñosa, es implacablemente hermosa... 

-Veo veo- Dice, entonces, en un hilo de voz, mientras continua abrazando sus rodillas, sentada en posicion fetal. Decido dejar la planta a un costado y camino hacia ella. Me siento junto a ella, y abrazo mis rodillas, justo como ella lo hace...