Capitulo 2

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El viaje se hace abrumador. La gente suele disfrutar los viajes en avión pero para mí es una de las cosas mas impresionantes y repulsivas. Si no fuese mas costoso, habria viajado en un autobus de larga distancia, con tal de no despegar mis pies de la tierra.

Una vez finalizado el viaje, me desabrocho el cinturon y cierro los ojos por un instante, sintiendo mi estomago tan revuelto que quizas este a punto de vomitar.

-¿Se encuentra bien?- Una voz femenina se dirige a mi pero me permito un segundo mas de silencio antes de emitir una respuesta.

-Estoy bien, gracias, solo... necesito un momento de quietud- Solicito y abro los ojos para darme cuenta de que hablaba con una azafata.

-Si necesita... usted sabe... le proveeremos una bolsa de papel madera si la necesita.

-Oh no, estoy bien- Insisto e intento ponerme de pie- Creo que voy a bajar.

Me limpio el sudor de la frente y camino lentamente hacia la salida. Cuando salgo al intemperie, la brisa vespertina recorre el lugar y me golpea el rostro suavemente. Parpadeo un par de veces, y entonces, lo siento venir.

Vómito.

~

 

-Estoy bien- repito por enesima vez al telefono aunque interrumpido por los gritos de Clara Wayne, la novia de mi papá- por dios, basta, vas a asustar a mamá.

-Es que no entiendo qué comiste que te hizo vom...

-¡Basta!- Vuelvo a exigir y esta vez el hombre a mi lado en el baño se sobresalta y clava su mirada directo en mi- Clara, no-alarmes-a-papá- silabeo sonando casi enfurecido- Estoy bien. Solo tuve nauseas, no es grave.

-Espero que no estes embarazado- Amenaza en modo de broma y el hombre a mi lado, con las orejas muy paradas escuchando conversaciones ajenas, gesticula una mueca de asco. Asi que decido seguirle el hilo a Clara y darle a este chismoso algo de que hablar.

-Ya me saque los ovarios- Afirmo- Ya no soy mujer. Asi que ser madre es algo que ya no esta a mi alcance- Puedo oir como el viejo aclara su garganta y volteo levemente a verlo- Lo siento, voy a colgar. Debo irme.

-Cuidate, muchacho- Pide casi con ternura, lo cual me resulta inesperado, y sonrio aunque no me pueda ver.

-Igual tu, eh- Suspiro- Clara, saludame a mamá. Dile que la amo.

Y entonces, me cuelga.

Salgo del baño del aeropuerto y no puedo creer que me haya pasado casi una hora ahi dentro. Cuando me encuentro fuera, lo primero que veo es a un muchacho sentado en una banca del lugar, con un cartel pequeño entre sus manos.

Es una de las muy pocas personas que se encuentran en el aeropuerto esperando gente y por un instante, creo que el me esta esperando a mi.

Me acerco a el caminando con normalidad y cuando estoy a unos pasos el se distrae de su telefono y me mira de arriba a abajo. Se pone de pie y no despega su vista de mi ni por un segundo.

-¿Eres Clark?- Pregunta y le sonrio casi evidente.

-Un gusto, si- Le contesto y le extiendo mi mano. Tiene una apariencia un tanto extraña. Su cabello es sumamente corto y teñido de un color muy palido y claro, aros por todo su rostro y orejas y viste de la clasica forma urbana- Hansel Clark.

-Toni- Dice estrechando mi mano- Soy hijo de la señora Miller.  ¿Vienes?- Inquiere, dirigiendose a la salida. Asiento y arrastro mi maleta conmigo, siguiendo al sujeto.

Nos movilizamos en autobus hasta la casa de los Miller, donde iba a hospedarme durante todo este tiempo que pasare en Oregon. La frustracion y el cansancio de todo el dia me tienen harto y lo unico que quiero es llegar y descansar. Dejare la laboriosa tarea de desempacar para mañana.

Nos bajamos del transporte publico y caminamos cinco calles hasta llegar a una casa sin fachada ni jardin delantero. Sus ventanas blancas estan tan prolijamente pintadas que podria apostar que son recientes. El resto de la casa es color gris claro, con algunas ligeras manchas de humedad en la base y algunas enredaderas pequeñas en la cima. Sin embargo, su aspecto general me transmite paz.

-¿Entramos? Mamá debe estar esperando- Afirma Toni mientras busca sus llaves. Estuve a punto de responder que no era mi intencion quedarme fuera mucho rato mas pero para ese momento el ya habia encontrado sus llaves.

Al entrar en la casa, la primera imagen que inunda mi campo visual es la que, de hecho, esperaba encontrarme: Laura Miller, la mujer que me iba a hospedar durante mi estadia en Oregon, se encontraba en la entrada del departamento, mirando descuidadamente un aparador.

Al cruzar la puerta, su vista se fija en mi y sale a mi encuentro extendiendome sus brazos.

-Bienvenido, Hansel- Dice con amabilidad y no me permito negarme a su abrazo para corresponder su amabilidad. Me estrecha suavemente entre sus brazos-Es un gusto tenerte aqui. ¿Que tal estuvo el viaje?

-Agotador- Medio rio y ella manotea en el aire como si intentara atrapar una mosca.

-Oh ¡Pero claro!-Exclama- Debes estar harto. ¿Quieres comer algo?

-No, pero muchisimas gracias señora Miller- Su exagerada generosidad me hace reir ligeramente.

-Entonces ¡Ve a dormir! Descansa tranquilo y mañana nos cuentas como te ha ido.

Y de esa manera, Toni me guio hasta la habitacion que me correspondia y nisiquiera cambie mi ropa, ya que tan pronto apoye la cabeza en la almohada, cai en un sueño profundo.

~

Luego de haber desayunado con la señora Miller y de haberle contado mi viaje con lujo de detalles, sin haberme podido saltear la parte de mis devoluciones, decido que es ahora de conocer a la chica que habia contratado mis servicios.

Habria podido leer su informe durante el viaje en transporte publico si no hubiera sido porque lo olvide en mi maleta, y porque tenia mucho miedo de perderme con mi traslado, siendo los recorridos de estos autobuses poco familiares para mi.

Luego de casi cuarenta minutos y diez de caminata, logro dar con la calle que me habian indicado y camino un tramo mas. El sitio es un edificio de no tan buen parecer, avejentado y en evidencia de falta de mantenimiento.

El numero me indica que el pequeño departamento se encuentra en la planta baja y suspiro aliviado, aunque en el fondo mi alivio se deba a que no deberé subir escaleras.

En la puerta 3, golpeo suavemente mis nudillos en señal de llamado y espero un segundo.

-Pase- Escucho una voz femenina y dulce que asi me lo indica desde dentro, y me extraña que no venga a abrirme, lo cual indica un claro problema de seguridad.

Y entonces, la veo.

Veo Veo ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora