Capitulo 9

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Abro la puerta, y lo primero que me encuentro es a una Eleanor derrumbada, tumbada en el sofa, hasta el momento en el que de hecho, irrumpo en su apartamento trayendo a Fergus tomado del collar.

Las patas del pesado animal hacen tanto ruido que es imposible que Elle no note su presencia, a pesar que no lo pueda ver. De un salto, queda sentada y sus manos se abren y cierran con nerviosismo.

-Dime que lo encontraste- Exige y el animalito se le acerca a las piernas con la intencion de recibir sus mimos y caricias, lo cual es concedido inmediatamente- Hansel, si lo hiciste.

-¿Creiste que no?

-Honestamente...- Susurra dejandose bañar por los besos del animal- Crei que no lo encontrarías hasta mañana o pasado...

-Me puse en contacto con la gente de la estacion y supongo que seis buscan mejor que uno- Rio y me siento junto a ella, acariciando la parte posterior del animal. Ella acaricia la cabeza, pero desliza su mano suavemente hasta su espalda, y yo sin darme cuenta, realizo el mismo movimiento. Nuestras manos se encuentran, y entonces, la miro. 

Su vista al frente, como siempre, posee un brillo especial. Una sonrisa plena y grata se halla dibujada en su rostro enrojecido, y entonces, su mano recorre mi brazo, justo como si lo explorara.

Cuando su mano llega a mi hombro, recorre el borde de mi camiseta con suavidad, como si lo investigara con sus fragiles y curiosos dedos. Me quedo quieto, y siento como si de pronto, la sangre hirviese dentro de mi cuerpo. Mis mejillas enrojecen y aun asi, permito que su tacto recorra mi cuello, hasta llegar a mi mandibula. 

Sentada junto a mi, se acomoda mas cerca mio, acortando el espacio en el sofá entre ella y yo, y cuelga ambos brazos de mis hombros. Trago saliva, inquieto, expectante a su propio movimiento. Y entonces, me abraza. Tira de mi para apoyar su barbilla en mi hombro y, mas relajado, decido corresponder el abrazo y la rodeo con mis brazos. 

-Te conozco hace menos de un mes...- Susurra en mi oido- Pero siento que confío en tí... como si te conociera de toda una vida. 

-Eso es bueno, creo- Medio rio- Y puedes hacerlo. 

-Sé que solo estás aquí por tu trabajo- Vuelve a susurrar, como si ignorara mi comentario- Pero... puedes venir aqui cuando tu quieras- Hace una pausa, como si pensara cuales seran sus palabras a continuacion- Es decir... no me molestaria si quisieras venir de visita algun dia, tu sabes... extraoficialmente- Rie, y entonces, sobo su espalda con mi mano derecha. 

-Prometo que lo haré- Rio yo tambien- ¿Te digo algo? Me aburro como un maldito hongo cuando no vengo aquí- Ambos carcajeamos en el hombro del otro- No conozco a nadie de esta ciudad, no tengo parientes ni amigos, apenas se manejarme con el transporte público-Un silencio se prolonga entre los dos, un silencio interesante

-Y le tengo pánico a los aviones... basicamente, me he tomado el atrevimiento de viajar en avion y cruzar los Estados Unidos por ti... 

Y entonces, se separa de mi. Rompe nuestro abrazo, y su mano vuelve a buscar mi rostro. 

-¿Donde está tu jodida mejilla?- Exige, y suena casi enojada. Tomo su mano y la coloco en mi mejilla derecha. Guia su rostro hacia ella y deposita un suave y dulce beso ahi. En mi mejilla derecha. Acto seguido, recuesta su cabeza en mi hombro y esconde su rostro en mi cuello. 

Mi corazon late fuerte contra mi pecho. Late tan violentamente, que puedo sentir como mis costillas comienzan a doler. 

Esto es peligroso. 

Debo advertirle a Eleanor. Debo decirle que voy a casarme, debo decirle que hay alguien en mi vida. Debo decirle de Kelly, antes de que sea muy tarde, y algo entre nosotros comience a sobreentenderse. 

Y sin embargo, a pesar de la culpabilidad que comienza a atormentarme en ese momento, a pesar de que no deberia estar abrazado junto a ella en el sofa de su apartamento, me siento tan extrañamente bien que mando por un caño mi altruismo y me quedo allí. 

Y no digo nada. 

Y quizás, es lo peor que puedo hacer. 








~







Al bajarme del autobus publico, me toca caminar un par de calles hasta la estación donde recogí a Fergus cuando lo fui a buscar la primera vez.

Al entrar, me encuentro con un recepcionista distinto al de las primeras veces me recibe.

-Buenos dias- Emite con amabilidad- ¿En que lo puedo ayudar?

-Trabajo aquí- Sonrio y le muestro una tarjeta de personal domestico que me ha dado la empresa para comprobar mi pertenencia a la misma- Me dijeron que se pagaba del uno al tres, asi que me gustaria saber si ya han realizado mi liquidacion.

-Dejame ver- Dice y teclea algunas cosas en su computadora- ¿En que parte dices que trabajas?

-Entrenamientos particulares- Indico- Una novidente de veinticinco años. Entreno al lazarillo que la acompañará.

-¿Gray, Eleanor?- Me dice y asiento con la cabeza- Ya ha realizado el deposito, ¿Necesitas el dinero urgente?

-Necesito pagar mi renta en Oregon, asi que se podria decir que si- Afirmo, y apoyo ambos brazos.

-Bien... dejame ponerme en contacto con administracion y veré si puedo hacer algo por ti- Sonrie una vez mas y me siento en una de las filas de sillas de la recepcion.

Mientras espero una respuesta, me encuentro a Kendall, con quien sostengo charla por unos momentos. Me pregunta como me va con "la señorita Gray" y tambien me cuenta como pasea a los perros de la estación todas las mañanas.

En parte, me tiene sin cuidado si ayer encontró un Galgo y movio cielo y tierra hasta encontrar su dueño, pero me entretiene de mi espera.

Y es que despues que ella se va a seguir con sus labores, espero cuarenta y tantos minutos mas hasta que Ervin, el chico de recepcion me llama otra vez.

-Bien amigo, tu sueldo ya fue movido a tu cuenta, con los honorarios descontados como corresponde, ¿Cierto?- Me devuelve mi tarjeta y la introduzco en mi bolsillo- Son 600 dolares.

-Muchas gracias- Digo y me despido para salir del edificio. 

Mientras camino en direccion a la parada de autobus, busco en mi telefono el contacto de mi prometida, y le envio un emoticon con la lengua afuera, solo para cerciorarme de si me contestará al instante, y de hecho, lo hace. "Hey" Escribo con dedos rapidos, "Adivina a quien le depositaron su primer salario".

Casi al instante, recibo su respuesta: "Lo sé! Acabo de recibir una notificacion en mi telefono, con la acreditacion de 600 bebés nuevos, nuevos!"

Algo en mi se estremece, como un mal presagio, como un presentimiento que de pronto, me hace sentir incomodo y nervioso. "Amor, debemos cuidarlos. Recuerda que con ese dinero pagaremos la boda".

-"¿Bebé?"- Me dice, entonces, con esa caracteristica voz de niña de ocho años que está a punto de pedirme algo- De hecho estaba pensando que se acerca mi cumpleaños, y quizás podrias adelantarme mi regalo...

-"Kelly, ya lo habiamos hablado"- Rio intentando sonar despreocupado pero firme, y sin dejarle ver cuanto me estan molestando estas actitudes de ella, que no solia tener conmigo antes. 

-"Solo estos 600 dolares, porfavooor"

-"¿600 DOLARES? No, nada de eso, no exprimas mi cuenta. Puedes comprarte tu regalo pero no gastes mas de 200. ¿Ok?"

Tarda un momento en contestar, pero sabe que no va a ganar esta discusión. No hoy.

"De acuerdo" Textea, y se desconecta.


Kelly Weebers. Un gracias habría sido lindo. 

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