以前 Izen

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No debía exagerar, lo bueno vendrá después. Un par de brazadas más, sus pulmones no tuvieron la necesidad de un nuevo aliento antes de que su mano tocara la resbalosa superficie del borde de la piscina. Sus pies tocaron lentamente las baldosas bajo ella, saco su cabeza mientras los torrentes del líquido bajaban por sus mejillas hasta convertirse en pequeños riachuelos. Tomó una bocanada orta, un suspiro lento vino después.

    Tan solo un día. Un día más, y muchas cosas pasarían. No sabría si el reencuentro saldría como planeaban, o si acaso Hiyori volvería a complicar las cosas. Las competencias, nuevas personas que nadarian a su lado, nuevos tiempos que no sabría predecir. Y no le importaba, estaba segura de todo de lo que podía hacer. Sonrío. Y salió de la alberca.

    Había conocido a Akane y a las demás hace un par de días, y solo había entrenado con ellas un par de horas. El relevo había salido mejor de lo que esperaba al primer intento. Ahora solo había que esperar para demostrar lo que podían hacer. Tal vez era para asegurarse que sus decisiones hubieran sido las correctas, para hacer cambios a de último momento si era necesario, o tal vez otra cosa. El entrenador les había pedido a todos los equipos hacer una última prueba después del calentamiento y el entrenamiento, más leve que de costumbre. Solo quedaban unos cuantos en la piscina. No tardarían en salir.

    —¿Cómo les va, chicos? —preguntó Natsumi acercandose hacia ellos, también esperaban a sus compañeros. Todo lo que sentían estaba reflejado en sus rostros —. ¿Aburridos?

    —Más de lo que crees —respondió Asahi con un resoplido —. Todo esto sería mucho más interesante si por lo menos estuvieras en nuestro equipo, Natsu. Por lo menos haríamos competencias o apostaríamos. Es más divertido seguirte en el agua que rebasar a los otros.

    —Apenas lo haces —murmuró Haru —. No hay mucha diferencia en sus tiempos. No me rebasaste.

    —Haru. Tu eres un caso aparte —señaló Asahi —. Perdí la cuenta de cuantas veces tu lo hiciste. Pero algún día te ganaré. Eso apuestalo.

    —Vaya —exclamó Natsu sentándose en el suelo, se recargó sobre la banca —. ¿No crees que es una apuesta muy arriesgada, Asahi? Eso dijiste hace un par de días y ahora nos debes la cena del viernes. ¿Estás seguro de ello?

    —Eso no lo niego —negó levemente el pelirrojo —. Estaba distraído, ustedes no. Además, no entiendo cómo es que pueden acelerar tanto con tan solo haber tocado el agua por menos de un segundo. ¿Acaso son híbridos? ¿Tienen una parte delfin que los ayuda a nadar así?

    —Probablemente —dijo al encogerse de hombros Haru.

    Natsumi rio por lo bajo. Asahi se limitó a negar con una divertida sonrisa.

    —No lo creo —agregó Natsumi —. Eso sería muy raro. Demasiado extraño.

    —Ya somos raros —dijo Haru.

    —Todos lo somos —comentó Asahi —. Por algo nos llevamos tan bien.

    Las risas volvieron. Más fuertes, más alegres. Asahi pudo haberlo dicho en broma, pero escondía algo de verdad. Natsumi fue la primera en reaccionar ante un creciente dolor en el estómago, trato de calmarse y miró a los otros. Asahi reía. Haru sonreía, a su forma. Dejó que el pelirrojo se calmara antes de hablar.

    —¿Y que creen que siga ahora? —inquirió —. El tiempo del entrenamiento esta por acabar, y… sinceramente, no quisiera quedarme tan tarde como el otro día.

    —Concuerdo, Natsu. Pero ya sabes como es el entrenador Tsukamoto —señaló Asahi —: nunca se sabe con él. Y dudo que le alegre que nos hayamos escapado de las últimas pruebas.

•僕らの夢• (Haruka Nanase × Oc) [Road to the world]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora