驚き Odoroki

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La sonrisa nostálgica de Ikuya se convirtió, en un santiamén, en un gesto de sorpresa total. Soltó una fuerte interjección mientras su mente lo bombardeaba con otro centenar de preguntas, por segunda vez en la última hora. Haru no tuvo problemas en aceptar la mano de Natsumi, la chica afirmó su postura, tensando su antebrazo para jalar fuera del agua al azabache, mientras él se apoyaba del borde.

    —Gracias, Natsu —murmuró Haru.

    Las preguntas y la confusión seguían arremolinándose en la cabeza del chico aun en el agua.

    —Vamos, Ikuya —le llamó Natsumi, haciendolo reaccionar de su trance, extendiendo su mano —. No creo que te dejen quedarte ahí dentro durante mucho tiempo. Ya están por llamar a los del siguiente grupo.

    Sin saber exactamente qué es lo que estaba pasando a su alrededor, asintió, tomando la mano de la chica mientras se empujaba para salir de la alberca. Le sorprendió la rapidez y la fuerza con la que Natsumi tiró de él. No notó ni un gesto o algún indicio de esfuerzo, solo la leve tensión, momentánea en su brazo. Su confusión y curiosidad estallaron cuando, al voltear Natsumi, Haru le dedicó una sonrisa.

    —Espera un segundo —pidió Ikuya, soltando la mano de Natsumi para hacer un gesto con ella, señalando alternada y discretamente a los dos frente a él —. ¿Ustedes se conocen?

    —Sí —respondió sin más Haru —. Ella entrena con nosotros en la universidad, a veces fuera. Nos conocimos en el torneo de novatos hace un par de meses.

    Ikuya aun no podía reaccionar ante la idea de que el destino se hubiera acomodado tan perfectamente como para juntar a sus antiguos amigos con los nuevos, y había más que todavía no lograba anclar por el revoltijo en el que estaban. No había forma lógica para ver todo eso, o no la encontró en ese momento, al menos. Natsumi no pudo evitar soltar una pequeña risilla, enternecida por la confusión que aún invadía al chico.

    —A veces puedes ser un poco despistado, Ikuya —dijo la castaña con una sonrisa, indicando su chamarra. Los mismos colores, el mismo diseño, el mismo nombre que se situaba aún lado del de Haru en la pantalla de los resultados.

    Pero también había algo que no cuadraba en los pensamientos de Haru, mas no dijo nada.

    —Bueno, quizá tengas razón —rio Ikuya llevando una de sus manos a su nuca —. Lo siento.

    —No te preocupes por eso —sonrió Natsu.

    Asahi se acercó hacia ellos, un atisbo de preocupación se reflejaba en su rostro. Colocó una mano sobre el hombro de Natsumi y otra sobre el de Haru.

    —Lo hicieron genial, chicos —felicitó el pelirrojo con una sonrisa, una mirada rápida sobre su hombro izquierdo aumentó su ansiedad —. Pero parece que tenemos que irnos ya, Natsumi. No deberíamos de estar aquí para empezar. Ven.

    La jaló levemente por el brazo. Natsu tropezó los primeros pasos, pero entendió de inmediato a lo que Asahi se refería al voltear a donde él había mirado antes. Varias personas, tanto fuera como dentro del área de la alberca, los miraban con el ceño fruncido. Un miedo cómico se apoderó de su sonrisa.

    —En seguida nos vemos, muchachos —se despidió Natsumi con un rápido ademán mientras era jalada hacia uno de los pasillos.

    Corrió tras Asahi hasta que lograron salir del campo de visión de toda la multitud, fueron disminuyendo su velocidad tras una vuelta, hasta frenar por completo. Sus respiración estaban agitadas, pero eso no impedía que la enorme sonrisa se despegara de sus labios. Natsumi se apoyó contra sus muslos para recuperar el aire. Asahi dejó caer su espalda contra un pilar, utilizándolo como soporte. 

•僕らの夢• (Haruka Nanase × Oc) [Road to the world]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora