治癒 Chiyu

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Los golpes secos, las rudas pisadas sobre el suelo de corcho, los chasquidos metálicos de las pesas al caer una sobre otra o de partes de las máquinas al retraer y embonar cuando eran utilizadas, el zumbido de las cintas de las corredoras, iban y venían a diestra y siniestra de la enorme instalación que era aquel gimnasio. Las melodías distorsionadas por los gritos de los instructores o por las jadeantes respiraciones de quienes tomaban las clases; inclusive sin ello, para algunos podría resultar difícil, o casi imposible, descifrar de que canción se trataba, a pesar de haberla escuchado decenas de veces, solo por todas las mezclas que hacían que se pareciera más a una canción electrónica que a la original.

Era un bullicio en toda su expresión, pero no llegaba más que un fuerte eco a través de las dos paredes de cristal templado de aquel salón, las puertas corredizas que daban hacia la terraza abiertas de par en par, permitiendo que las brisas aliviaran el bochorno interior. La música salía por los parlantes colgados a cada esquina del lugar a tono medio, siendo lo suficientemente alto para sobreponerse al ambiente exterior, pero permitiéndoles hablar sin necesidad de elevar la voz. Las melodías alternas de rock pop o punk pop, con sus altibajos y las distorsiones de la guitarra y la batería, marcaban raudamente los movimientos y golpes contrarios entre Natsumi y Kazuo.

Manteniendo la guardia en alto, haciendo todo lo posible por no dejarle ganar más terreno a la castaña, Kazuo esquivaba, entre temeroso y lo suficientemente concentrado en sus movimientos, sus puños. Natsumi daba pequeños saltitos alternados, pulsando, para facilitar la agilidad de los golpes, sentía el calor de la adrenalina en el pecho junto con el ritmo del tambor, acorde a la música y su respiración. La de ojos de esmeraldas esquivó con un movimiento circular un puñetazo, potente, pero sin forma, de parte de Kazuo; bloqueó un gancho al pómulo derecho al afirmar su antebrazo frente a su rostro, haciendo que el golpe saliera rebotado.

Kazuo pulsó hacia atrás, sabiendo que en un combate cercano no duraría ni un minuto en contra de Natsu.

—Jab, jab, cross —dijo Natsumi, instantes antes de hacer cada movimiento para darle oportunidad de reaccionar a Kazuo. Pulsó de vuelta a su posición inicial. Sin bajar la guardia nunca.

Tambaleante tras esquivar el gancho a su rostro, solo habiendo atinado a echarse hacia atrás por distraerse y bajar sus brazos, Kazuo logró reincorporarse. Su pesada respiración y la tensión que empezaba a crecer en sus brazos, lo delataba, a cada movimiento más extenuado.

—¡No dejes de pulsar, Kazuo! —regañó Natsu, acercándose al chico y obligándolo a levantar la guardia —. Si se te acercan cuando estés así, te noquearán al instante... Por lo menos que digan que diste batalla.

—No es justo, Natsu —se quejó Kazuo, entre jadeos —. Inclusive tienes que decirme que movimientos vas a hacer. ¡Sabes que estoy en una clara desventaja!

—¡¿Y te vas a conformar?! ¡No, ¿verdad?! —exclamó Natsumi, sin dejar de pulsar, mas la guardia rota por hacer ademanes al tratar de motivarlo —. Conoces los movimientos, y ya sabes cómo esquivar, lo único que te hace falta es mejorar tu agilidad. ¿Qué le sucedió al chico que burlo a tres contrarios ayer?

—Sé cansó —respondió Kazuo, al recuperar un poco el aire, con una guardia media sosa.

—¡Entonces dile que se esfuerce más! —una perla de sudor bajo desde su frente, amenazando su ojo.

Natsumi aprovechó el momento para apartar la diminuta gota y unos cuantos mechones que se habían escapado de la diminuta media coleta que había alcanzado a formar con su corta cabellera. Tampoco es que ese entrenamiento fuera una caminata por el campo para ella. La potencia y la precisión con la que se obligaba a lanzar sus brazos, la sincronía y firmeza de los movimientos adyacentes que le permitían mantener un punto de equilibrio también necesitaban de un esfuerzo físico. Y los estragos en su respiración y el aumento del calor en su cuerpo eran evidencia de ello. Lo único que la salvaba eran las explosiones de endorfinas y adrenalina que se generaban con cada golpe, aunque fuera al aire.

•僕らの夢• (Haruka Nanase × Oc) [Road to the world]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora