~Atrevido~ Hyunin

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-Si vienes a hablar es mejor que te vayas.- suspira Jeongin con una sonrisa pícara que hace que un escalofrío recorra el cuerpo del otro.- Creo que está claro que yo estaba esperando otra clase de compañía, y si me ven contigo van a pensar que no estoy libre.

Hyunjin se siente realmente atraído por esta versión del chico, que parece mucho más natural y segura que la que suele ver a menudo en clases. Jeongin parece completamente libre, sin ataduras ni miedos mientras lo mira con descaro de arriba a abajo, como analizando lo que tiene ante él para decidir si merece la pena o no.

Y vaya que eso hace que se vea jodidamente hermoso luciendo esa versión de si mismo.

-Creo que ya no vas a tener que buscar otra compañía.- responde Hyunjin sonriendo de la misma manera del menor. Relame sus labios mientras mira los contrarios con descaro, esperando ser lo suficientemente obvio como para que el menor se de cuenta de sus intenciones.- Creo que es mejor que sigamos bailando y dejemos de hablar.

Jeongin solo amplía su sonrisa, ahora divertido, antes de agarrar la mano del más alto para pegar sus cuerpos antes de volver a empezar a moverse como lo hacía antes. Hyunjin al principio se siente algo sorprendido por el repentino tirón, pero cuando siente las caderas del menor moverse tan cerca de su cuerpo decide que es mejor disfrutar del momento y no tarda en empezar a bailar también.

El momento los atrapa a ambos, haciéndolos sentirse como en un burbuja a la que las demás personas de la discoteca no pueden entrar. Las canciones de ritmo electrónico que suelen poner en Miroh no hacen más que aumentar la motivación que los ha llevado a esa situación, contribuyendo al ambiente algo caliente de la escena.

Hyunjin posa sus manos en las apetecibles caderas del menor, acompasando sus movimientos para mayor disfrute. Disfruta de observar la concentración de Jeongin mientras baila pegando más sus cuerpos en cada movimiento. No entiende como es que nunca antes se fijó en la belleza del chico, que en ese momento parece mucho más bonito que cualquier otra persona del lugar.

Jeongin simplemente disfruta de la sensación agradable de la atención que recibe por parte del más alto. Juega con él, moviendo sus caderas de manera sugerente, para que las manos que se posan en ellas noten sus intenciones. Se recrea en la vista de los labios de su pareja de baile con descaro, preguntándose cómo es que nunca notó lo bien hechos que están y lo apetecibles que se antojan a simple vista.

Hwang siente un pequeño impulso en el momento en el que Jeongin se gira para bailar de espaldas a él, moviendo ligeramente su trasero sobre su entrepierna con un descaro que nunca creyó imaginar posible en el chico callado que él conocía. Se inclina ligeramente hacia delante, atrapando el lóbulo de la oreja del contrario entre sus dientes y dando un suave tirón. No puede reprimir una sonrisa satisfecha cuando el cuerpo del otro parece ser recorrido por un escalofrío, sintiéndose orgulloso de que ese simple acto desate una reacción tan perceptible en su pareja de baile.

-Quiero otra cerveza.- anuncia Jeongin, girándose de golpe. Su tono suena seductor hasta para pronunciar esa simple frase.- Ven, creo que los dos necesitamos algo más de alcohol en el cuerpo para aguantar lo que queda de noche.

-Siento comunicarte que el alcohol no es una de mis cosas favoritas. No suelo beber mucho.- anuncia Hyunjin cuando el menor agarra de nuevo su mano para arrastrarlo hacia la barra. Ha perdido la noción del tiempo, no sabiendo cuantas canciones han bailado. Ya no hay ni rastro de sus amigos por los alrededores.- Ya me he tomado una cerveza por la insistencia de un amigo, así que no quiero otra.

-Una pena.- suspira Jeongin, haciéndole señas al camarero para que rellene su bebida. Este parece conocer al chico, ya que ni le pregunta que bebida era, simplemente se lleva el vaso sin decir nada.- Si no bebes y pasa algo de lo que te arrepientas esta noche no podrás echarle la culpa a que estabas borracho.