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Ha pasado casi una semana desde aquella primera ausencia del chico de cabellos azabaches a la hora de la comida. Una calma aparente, totalmente artificial, se ha apoderado del grupo de seis chicos que comen juntos cada día. El ambiente entre ellos se siente como el aire cargado de pesada humedad que precede a una gran tormenta.

Todo ha vuelto a una aparente normalidad, a pesar de que hay cambios notables. Sobre todo para Jeongin, que cada vez está más convencido de que es él el que está destruyendo el ambiente amable que habían construído.

Hyunjin ha vuelto a la mesa, a pesar de que está algo más ausente de lo usual. Nunca fue el que más hablaba, pero solía intervenir en las conversaciones aportando estupideces y bromas puntuales. Ahora simplemente come en silencio, interviniendo lo justo para no parecer maleducado. Los guiños por la mañana a Jeongin como saludo también se han acabado, cambiando el ritual a un escueto hola lleno de prisas que antes no existían.

Entre Félix y él tampoco han vuelto a surgir discusiones. Ha sido difícil que eso pasase, ya que el australiano prácticamente no le ha dirigido la palabra en toda la semana. Incluso cuando están ellos dos solos con Seungmin, el pelinaranja se empeña en hacer como si Jeongin fuese alguien totalmente ajeno a él que debe ignorar.

-El trabajo que váis a hacer contará el cincuenta por ciento de la nota. Será en parejas, que yo formaré.- explica la voz de su profesora de literatura, sacando al pequeño Jeongin de sus pensamientos pesimistas de golpe. No ha prestado especial atención a la clase, por lo que se siente algo perdido cuando empieza a hacerlo.- Quedaos con el nombre de vuestro compañero y más tarde podéis planear cómo váis a hacer el trabajo. No quiero murmullos ahora sobre eso, y menos quejas sobre vuestro compañero o compañera. Si alguien tine un motivo de peso para no ir con otra persona podremos hablarlo en privado cuando todos se hayan ido.

El rubio vuelve a desconectar parcialmente, estando solamente atento al momento en el que la docente diga su nombre. Observa con desinterés como las personas van siendo nombradas, reaccionado a sus compañeros. Algunos se encuentran felices de saber que les ha tocado con alguien cercano. Otros simplemente muestran indiferencia mal disimulada en muecas de disgusto por que no les haya tocado con algún amigo.

-Yang Jeongin.- lo llama la mujer con indiferencia. Casi ha llegado al final de la larga lista de parejas que lleva en la mano. Se nota que esa tarea le es igual de pesada a ella que a sus alumnos y que quiere acabar lo antes posible con ella.- Tú irás con Hwang Hyunjin.- el último nombre que esperaba oír junto al suyo sale de los labios de la profesora.- Hwang, espero que Jeongin no me de quejas de tu trabajo. No quiero que uno de mis mejores alumnos se vea perjudicado por tu rendimiento. He hecho esta pareja pensando el la mejoría que puede traer a tu media, no pensando en empeorar la de tu compañero.

El mayor simplemente hace un gesto de fastidio con los ojos antes de volver a mirar en dirección a la ventana que da al patio, como si no le importase en lo más mínimo de lo que hablan. Quiere hacer ver como que la poca confianza de la docente en su persona no le interesa lo más minímo. Pero Jeongin ha aprendido en los días que pasó con él que esas pequeñas cosas fastidian en demasía al chico de cabellos azabaches.

La clase continúa, ajena al debate mental que se desarrolla dentro de uno de sus alumnos. Jeongin considera lo que debe hacer en el momento en el que se quede a solas con Hyunjin para el trabajo, si es que eso llega a pasar. Se pregunta si debería hablar con él de lo que ha pasado esos días entre ellos, de la repentina distancia que parece haber aparecido a separarlos, o simplemente dejar que las cosas fluyan en la dirección correspondiente, aunque esta no le guste demasiado.

-Jeongin.- lo llama una voz conocida, haciendo que salte en su asiento al darse cuenta de que la clase ya ha pasado y él ni se ha dado cuenta, tan perdido como estaba en sus cavilaciones. Hyunjin se encuentra parado ante él con una sonrisa incómoda nacida de la pura cortesía.- Podemos quedar esta tarde si quieres para empezar el trabajo. Se viene una época dura de exámenes y es mejor sacárnoslo de encima cuanto antes. Podemos ir a mi casa. Si no tienes otros planes, claro.

~Atrevido~ HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora