~Atrevido~ Hyunin

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Todos hacen caso omiso al momento en el que Hyunjin y Jeongin se van a bailar. La tensión entre Chan y Jisung es totalmente palpable desde que las palabras directas y sinceras han abandonado los labios del menor de los dos, quizás no con la intención de ridiculizacón con las que el otro las ha recibido.

-Podrías aplicarte el cuento. ¿No Sung?- responde el australiano mayor con amabilidad exagerada. Sus palabras van cargadas de un ácido veneno que hiela la sangre en las venas de todos los que lo escuchan.- No critiques a los demás cuando estamos en las mismas.

-Minho, llévate a Jisung lejos de Chan.- pide Wheein por lo bajo al ver como los dos chicos empiezan a gruñir de manera ligera después de la respuesta del rubio.- Yo me ocupo de Chan. Vamos a intentar volver nueve personas enteras hoy.

-Concuerdo contigo, amiga.- suspira el otro por encima de la música, lanzandole una mirada complice a su mayor.- Parece que se vayan a arrancar los ojos el uno al otro. Son relmente aterradores.

Ambos se miran de nuevo, sintiendo como un escalofrío de puro pánico recorre sus cuerpos al sentir el enfado de los otros dos tan próximos. Deben separarlos pronto si no quieren que se maten.

-Hey, Jisung.- llama la atención del peliazul Minho con algo de inseguridad. Este parece suavizar un poco su expresión al notar quién es el que le habla.- ¿Vamos a bailar? Igual vemos que hacen Hyunjin y Jeongin.

-Seguramente que cosas poco cristianas. Son dos pecadores.- ríe el chico haciendo que una sonrisa se extienda por el rostro del otro. Deja su enfado de lado por la ilusión de que el mayor lo esté invitando a bailar.- Pero podemos bailar. Es más interesante que verlos aparearse.

Se dedican una sonrisa divertida antes de dirigirse a la pista de baile, no sin antes indicarles a los demás sus intenciones. Avanzan entre la gente en silencio, pensando en como deberían tomarse la situación. No todos los días vas a bailar con el chico que te gusta.

Porque sí, ambos han aceptado que tienen algún sentimiento por el otro, aunque solo sea un enamoramiento pasajero que puede que no tenga importancia en un futuro.

Minho se para en una zona poco concurrida en la que no suele haber mucha aglomeración de gente. No hay ni rastro de Jeongin ni de Hyunjin, cosa que en parte lo alegra. Le gusta pasar tiempo a solas con el pequeño peliazul.

Este se encuentra totalmente nervioso. Siente sus mejillas colorearse bajo la atenta mirada de Lee, que parece divertido con la situación. Jisung no sabe si es él el que debe empezar a bailar o es el otro el que debe hacerlo. No sabe si debe acercarse o mantener la distancia prundencial que siempre parece rodearlos. No sabe si el mayor de verdad quería bailar con él o solamente lo ha invitado para terminar su pelea con Chan.

El mayor de los dos se harta de esperar pacientemente a que el otro reccione, por lo que decide dar él el primer paso. Estira su mano para poder agarrar el brazo de Jisung y acercarlo un poco más a él tirando de manera suave. Han siquiera se lo espera, por lo que es arrastrado hacia el cuerpo contrario sin esfuerzo.

-No te pongas tan tenso. No te voy a comer.- susurra en medio de una risa cerca del oído contrario. El cuerpo del menor se encuentra totalmente rígido por la sorpresa.- No voy a comerte a menos que tú me digas que lo haga.- continúa de manera sensual.

Jisung se siente totalmete desorientado. La voz seductora de Minho en su oreja y la casi inexistente distancia entre sus cuerpos está provocándole un ataque de nervios, a la vez que hace que un calor abrasador se apodere de su cuerpo sin piedad. Se encuentra bloqueado, sin saber qué es lo siguiente que debería hacer.

-No creas que se me ha olvidado que la ultima vez que estuvimos a solas nos interrumpieron.- anuncia el mayor cuando se da cuenta de que el otro se ha quedado paralizado.- Me dijiste que podía hablar con Hyunjin de mi carrera. Yo te dije que solo lo haría si me dabas tu número de teléfono. ¿Aún quieres cerrar el trato?