~Atrevido~ Hyunin

Especial Changlix

-¿Hoy vamos a ir a casa de Wooyoung y de Changbin hyung otra vez?- pregunta el pequeño San cuando ve a su hermano aparecer con sus zapatos en la mano.

-Binnie hyung nos ha invitado a cenar, así que sí. Tienes que portarte bien.- anuncia el pecoso, comenzando a calzar a su pequeño hermano.- Nada de comer con las manos. Y si hay algo que no te gusta te callas e intentas comerlo. No queremos hacer que la señora Seo tenga que hacerte una comida especial para ti solo.

Los hermanos se encaminan hacia la casa de los Seo a pie cuando el pequeño de los dos se encuentra calzado. 

El niño va dando saltos de alegría por ir a cenar con su mejor amigo. También lo está porque su hermano va a ver a Changbin hyung, y Félix siempre está feliz después de ver a Changbin. Sabe que son novios, aunque aún no entienda muy bien lo que eso conlleva.

Cuando llegan a la casa es el hermano menor el que abre la puerta. Wooyoung salta de alegría al ver a San, y ambos desaparecen escaleras arriba sin que el menor de los Lee salude a nadie más que a su amigo.

-A veces me pregunto si es normal que tengan tanta energía.- comenta Changbin apareciendo en el recibidor.- Algún día se les acabarán las pilas.

-No creo que estemos vivos cuando eso pase.- ríe Félix, dejándose abrazar por su novio.

Sus labios se encuentran en un suave roce de saludo. Sus frentes quedan pegadas mientras se miran a los ojos con ternura. Félix siente que se sonroja ligeramente bajo la atención del chico que lo abraza de manera posesiva.

Cualquiera diría que se vieron esa mañana con el resto de chicos.

-Chicos. ¿Podéis ir al jardín a poner la mesa?- la voz de la señora Seo se acerca a ellos. La mujer aparece encontrándose con la íntima escena que mantienen su hijo y el novio de este.- Siento molestar, pero dejáis el momento meloso para más tarde. Ahora tenéis que arrimar el hombro.

-Eres increíble, mamá.- suspira su hijo. Se aparta con resignación del otro chico, que solo saluda a su suegra con un leve sonrojo tiñendo sus mejillas.- ¿No podías esperar a que fuésemos a la cocina a preguntar si teníamos que ayudar en algo?

-Si eso hubiese llegado a pasar, habría admirado a Félix por hacer que mi hijo estuviese dispuesto a trabajar de manera voluntaria.- lo reprende la mujer con un fingido enfado.

-Yo también me habría preocupado si él hubiese hecho algo así.- apunta el pelinaranja con una sonrisa burlona.

-Estáis todos contra mi.- dice Changbin echándoles una mirada recriminatoria a ambos.- Vamos a poner la dichosa mesa.- anuncia mientras comienza a caminar en dirección al patio.- Espero que la cena esté muy buena. 

-No tiene remedio.- suspira la mujer negando con la cabeza.- Yo no tengo otra opción que aguantarlo, es mi hijo. Pero tú no sé por qué lo aguantas voluntariamente. 

-Yo a veces también me lo pregunto.- ríe el pecoso ante las ocurrencias de su suegra.- Deberíamos ir a ayudarlo o va a romper algo.

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Una vez han acabado de cenar y Félix ha ayudado a la señora Seo con los platos, ambos adolescentes suben a la habitación del mayor para estar un rato a solas antes de que el menor se tenga que marchar.

Hay algo que le encanta a Félix de la habitación de Changbin. La pared del fondo del lugar se encuentra recubierta de fotos. Montones de fotos. Hay retratos familiares, fotos con Hyunjin, Wheein y Jisung cuando todos eran más jóvenes, fotos de viajes, instantáneas tomadas en District 9 y alguna en Miroh en la que ya salen Chan, Seungmin, Jeongin y él mismo.