-No sé bien cómo empezar esta conversación.- suspira Hyunjin con resignación.
Llevan ya unos minutos en completo silencio, desde el momento en el que el mayor de los dos sentenció que debían hablar. Parece que el tiempo se haya detenido a su alrededor, de manera que da igual los minutos que pasen, que para ellos serán como segundos.
Ambos intentan poner en orden sus ideas. Buscan la mejor manera de confesar lo que sienten por el otro sin asustarlo demasiado. Quieren dejar claro todo lo que ha estado pasando por sus cabezas desde el primer momento en el que se acercaron en Miroh, que no es más que la fascinación que sienten por el contrario. Es más que necesario aclarar qué es lo que son de una vez.
-Primero de todo, lo siento por lo del sábado.- murmura Jeongin, tomando él la iniciativa e iniciando de nuevo la conversación.- Debí haber respetado tu decisión de mantener la distancia.
-No tienes que disculparte por eso. Tú no hiciste nada malo.- responde el mayor, evitando que sus miradas se crucen por temor a olvidarse de lo que quiere decir si se pierde en los ojos contrarios.- Realmente fue culpa mia por no saber aclararme. Debería tener algo más de autocontrol.
-Me gustas más cuando no te dejas controlar por las limitaciones estúpidas que te has impuesto.- susurra el rubio mirando sus deportivas como si fuesen lo más interesante del mundo.
Las hace entrechocar de manera rítmica para no tener que centrarse en que ya ha soltado de manera bastante directa su pensamiento principal. Lo complicado es que seguramente Hwang no se lo tome todo lo literalmente que debería.
De nuevo se hace el silencio entre ellos. Solamente se escucha el sonido de las cadenas de los columpios chirriando por los pequeños movimientos que realizan. Se miran de reojo, apartando la vista cuando notan que el otro también hace lo mismo.
Son como dos niños pequeños viviendo su primer amor en el parque durante una tarde de juegos. Igual de inexpertos e inseguros como ellos de nuevo.
-¿Por qué esto se ha vuelto tan incómodo de repente?- pregunta Hyunjin con exhasperación. Quiere romper la tensión de una vez y poder resolver lo que lo ha llevado hasta esa calle.- Normalmente las cosas entre nosotros fluyen de manera más natural.
-Se ve que hoy no lo hacen.- dice Jeongin con desesperación. Se atreve a mirar al rostro contrario directamente unos segundos, perdiéndose en la expresión de seriedad absoluta que tiene el chico.- Odio que Félix tenga razón. No puedo ser igual de decidido cuando tengo que serlo en serio.
-Vamos a ver Jeongin. Vamos a dejar las cosas claras.- anuncia Hyunjin mientras gira su cuerpo ligeramente para poder enfrentarse de manera directa a la visión del menor. Siente su cuerpo llenarse de valor al observar el rostro menudo del chico ante él.- Está más que claro el motivo por el que yo no quiero tener solo una relación informal contigo. Me gustas. Me gustas mucho más de lo que me gustaría admitir. Y si seguimos así yo voy a hacerme ilusiones, así que dime lo que sea para poder irme a llorar mis penas a casa de Jisung pronto.
El corazón de ambos late a una velocidad inhumana en el momento que las palabras abandonan los labios de Hwang con total decisión.
Jeongin se siente desfallecer con esa simple confesión. Siente que todo es demasiado perfecto cómo para que le esté pasando a él. Su cabeza funciona a cien por hora para poder responder como es debido a las palabras del chico sin parecer totalmente desesperado.
Hyunjin, por su parte, solo siente que las ganas de salir corriendo apoderándose de su cuerpo a la vez que lo hace la vergüenza. Su decisión se deshinfla a cada segundo en el que el rubio se retrasa en contestar algo. Se espera cualquier tipo de rechazo suave por parte del chico ante él. A la vez, siente que un peso es liberado de su pecho ahora que ha sido sincero con Jeongin sobre sus sentimientos.
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~Atrevido~ Hyunin
FanfictionQuizás Hyunjin debió prestarle más atención a aquel chico adorable de su clase mucho antes. Detrás de su fachada de niño inocente hay un gran secreto, el pequeño Jeongin podía ser mucho más atrevido de lo que todos pensaban. Quizás Jeongin debió mos...