12. Al día siguiente...

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Unos minutos más tarde...

Chat Noir entró en su apartamento a través de la ventana del salón y con el semblante abatido musitó:

–Plagg, garras fuera...

La clásica aura verdosa le recorrió el cuerpo de arriba a abajo dando lugar a su forma civil y a su kwami quien lo miró con profundo pesar mientras el modelo caminaba hacia el sofá y se dejaba caer sobre él con el ánimo por los suelos.

–¿Qué voy a hacer Plagg? –preguntó pasándose la mano por sus cabellos dorados en un gesto que mostraba su evidente desesperación–. Chloé se piensa que soy un maldito manipulador que sólo estuvo con ella por pura diversión.
–Sinceramente, la situación no pinta bien chico. Tal vez deberías empezar a hacerte a la idea de que este viaje no tenga un final feliz –fue lo único que la criatura pudo responder.
–Creo que tienes razón –musitó con tristeza–. Aunque Chloé haya confesado que aún sigue enamorada de mí me guarda demasiado rencor... y todo el mundo sabe que el orgullo de una reina es muy grande.

Los dos permanecieron un rato en silencio sin saber que más decir hasta que una frase resonó en la mente de Adrien haciendo que se reincorporara súbitamente del sofá sorprendiendo a Plagg ante el repentino movimiento de su elegido.

<<Nada más marcharme de París se casó con su novia y ahora son el ejemplo perfecto de un matrimonio feliz>>

–¡Claro, eso es! –exclamó el modelo sacando inmediatamente el móvil de su bolsillo y comenzando a teclear sobre la pantalla a la velocidad del rayo.
–¿Qué ocurre Adrien? –interrogó el kwami de la destrucción sin comprender la actitud del joven.
–Chloé está convencida de que nunca la quise porque no abandoné a Marinette y acabé casándome con ella. Sin embargo, desconoce que estoy en proceso de divorcio. Necesito que mis abogados me envien una copia de los papeles firmados como prueba. Así cuando hable con Chloé podré tener una oportunidad de hacerle ver que lo que siento por ella es real.
–Sí... quizás funcione –admitió el kwami frotándose la barbilla con su pata pensativo.
–Es el último recurso que me queda –dijo mientras seguía escribiendo el email para el bufete–. Porque si algo me ha quedado claro esta noche es que mi plan de intentar limar asperezas con ella a través de Chat Noir no funciona. Hacía oídos sordos a todo lo que le decía cuando quería que se diera cuenta de la verdad.
–¿Entonces se acabaron las visitas como el héroe de París? –preguntó sorprendido poniéndose al lado de su portador.
–Chloé me está esperando –dijo recordando la conversación que mantuvo con la rubia–. Alargar el momento del reencuentro ya no tiene sentido. Resultaría extraño que tardase tanto en presentarme en su casa si intuye que mi padre me habló de la existencia de Pierre –explicó–. Así que en cuanto tenga los papeles del divorcio volveré a ese apartamento como Adrien Agreste.

La criatura negra asintió efusivamente mostrando su conformidad.

–Además, tampoco podemos permanecer eternamente en Nueva York –continuó hablando el rubio con el rostro serio–. Chloé renunció a ser Queen Bee y trajo a Pollen consigo con el beneplácito del guardián, pero yo no.

En ese momento, Adrien ladeó la cabeza en dirección a su kwami para dirigirse a él.

–Quizás Tikki tuviera razón y debiste haberte quedado en Francia buscando a otro portador, Plagg. No sé cómo reaccionará el Maestro Fu cuando descubra que te he sacado del país sin su permiso –comentó un poco preocupado.
–Bah, no pienses en eso ahora –dijo el kwami con una mueca burlona y haciendo un gesto con la mano restándole importancia–. Fue decisión mía venir aquí y es mi responsabilidad, no la tuya. Además, ese viejo es bastante comprensivo y tiene buen corazón, ¿por qué crees que Pollen ha estado aquí durante tanto tiempo? Cuando le expliquemos al Maestro Fu lo que ha pasado lo entenderá perfectamente, aunque en una cosa tienes razón: cuanto antes volvamos a París mejor para los dos.
–Entonces está decidido. ¡Mañana hablaré con Chloé y Pierre Bourgeois por fin conocerá a su padre! –exclamó con firmeza y una absoluta determinación en su mirada.

Ni contigo, ni sin ti [Adriloé]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora