Ni contigo, ni sin ti [Adriloé]

18. Tomando decisiones

"Ya ha pasado un tiempo desde que regresamos de Nueva York y aunque mi relación con Adrien es lo que siempre soñé y su increíble labor como padre es incuestionable, me siento un poco vacía desde que Pollen no está a mi lado".

La Bourgeois soltó un suspiro resignado mientras sostenía entre sus manos aquella figurita de Queen Bee perteneciente a su hijo y que era una réplica exacta de su alter ego.

"Supongo que a Adrien también le ocurrirá algo similar con Plagg".

Tener que renunciar voluntariamente a su Miraculous había sido uno de los momentos más duros de su vida, pero no había tenido otra opción. En cuanto Chloé descubrió la verdadera identidad de Chat Noir era obvio imaginar quién se escondía bajo la máscara de Ladybug y aquello había supuesto un gran problema.

Al principio, Adrien y Chloé intentaron seguir haciendo su papel dentro del grupo de superhéroes de la forma más neutral y profesional posible. Sin embargo, las tensiones entre ellos y la mariquita eran más que evidentes a la hora de luchar como un equipo.

Unas tensiones que se agravaron hasta volverse insostenibles cuando los Agreste anunciaron a los medios de comunicación su inminente boda pues cualquier pequeño error o desavenencia desembocaba en grandes discusiones que Ladybug inconscientemente aprovechaba para descargar toda su ira, rencor y frustración sobre Chat Noir y Queen Bee creando un ambiente incómodo para el resto de sus compañeros.

De modo que los Agreste, cansados de la situación y pensando en el bien común, no tuvieron más remedio que despedirse de sus kwamis y entregarle sus Prodigios al Maestro Fu con la esperanza de que encontrara a unos sustitutos adecuados. Después de todo, ellos también tenían cada vez más obligaciones laborales y un hijo al cual atender las 24 horas del día y ya no podían escabullirse de su hogar como si nada de la misma forma que hacían cuando eran unos adolescentes.

Sin embargo, a Chloé todavía le dolía haberse tenido que separar de Pollen en esas circunstancias tan amargas. El kwami había sido algo más que el medio para transformarse en la heroína Queen Bee. Había sido su amigo, su consejero, su confidente, el hombro donde había llorado y había desahogado todas sus penas durante mucho tiempo. Hubiera deseado que hubiese visto crecer a su niño dado que gracias a él pudo superar todo el proceso del embarazo sola y le estaba muy agradecida, pero desafortunadamente no fue posible.

De la nueva Queen Bee aún no se sabía nada, la Bourgeois tenía la sospecha de que su peineta aún permanecía inactiva dentro de la caja de los Miraculous. No obstante, hacia unos meses que había aparecido un nuevo Chat Noir igual de alto y fibroso que su querido Adrien aunque de cabello azabache con las puntas azuladas. Cada vez que salía por televisión acompañando a la fabulosa Ladybug en alguna de sus declaraciones a la prensa parecía que existía una gran química entre ellos.

"¿Quién será ahora el nuevo Chat Noir?" se preguntó la rubia frotándose la barbilla intrigada. "¿Habrá sido el guardián el encargado de escogerlo o quizás habrá sido obra de la propia Dupain-Cheng?"

Para la Bourgeois tenía mucho sentido que hubiese sido ella misma quien hubiera entregado el Miraculous de la destrucción al afortunado pues, tras su desastrosa y fallida relación con el antiguo Chat Noir, habría querido asegurase que podía confiar plenamente en su nuevo compañero.

"Estoy convencida que es alguien muy cercano a la panadera y que, seguramente, la haya amado en secreto para que en tan poco tiempo exista esa enorme complicidad entre la nueva pareja estrella de la ciudad".