5. ¿Y ahora qué?

3K 314 81
                                    

Un poco después, en el interior del camarote de cierto guitarrista...

Se encontraban un par de azabaches sentados uno junto al otro sobre la cama del joven. Marinette estaba en el borde con una expresión deprimente en su rostro y Luka la observaba atentamente cruzado de piernas encima del colchón en una escena que recreaba perfectamente el primer día que se conocieron, hacia ya tantos años.

–Entonces antes de casaros... –comentó el rockero con suavidad–. ¿Adrien tuvo una aventura con Chloé Bourgeois?

Marinette asintió llorosa intentando secarse las lágrimas de sus ojos enrojecidos e hinchados con el dorso de su mano, pero era inútil. Cada vez que pensaba en ello, otras nuevas aparecían recorriendo inevitablemente sus mejillas.

–Es-estuvo con e-ella un par-par de años, pe-pero eso no-no es lo peor... –balbuceó con la voz entrecortada.
–¿Qué puede haber peor que eso Marinette? –preguntó Luka preocupado.
–La dejó embarazada. ¡Chloé tuvo un hijo de Adrien!
–¡¿Qué?! –exclamó el azabache sin poder creerse lo que acababa de escuchar.

La diseñadora se tapó la cara con las manos y comenzó a llorar de nuevo desconsolada. Luka se acercó a ella y la abrazó intentado reconfortarla.

–¿Cómo has sabido todo esto Marinette? –le preguntó al cabo de un tiempo, cuando la azabache se calmó un poco del disgusto–. ¿Te lo confesó Adrien?
–Sí... bueno a medias –apartando las manos de su rostro y desviando la mirada hacia el lado contrario del músico–. Mi secretaria me dio esta tarde una revista donde aparecía en primera plana unas fotos de Chloé y un niño con mi suegro. En el artículo insinuaba que ese crío era hijo de Gabriel Agreste. Volví a casa enseguida pensando que Adrien estaría devastado por la noticia de haber tenido un hermano oculto durante todo este tiempo y lo estaba... pero porque acababa de descubrir que Chloé había tenido un hijo suyo hacia 5 años.

Luka torció el gesto al escuchar eso.

Nunca llegó a tratar con profundidad al modelo debido a la rivalidad que existía entre ellos por el amor de Marinette, pero jamás pensó que Adrien fuera capaz de hacer algo así. Engañar a una persona tan maravillosa como la diseñadora; una mujer que lo amaba con toda su alma, que lo había dado todo por él y que, muy a su pesar, siempre le había sido fiel... sin duda debía de ser un auténtico idiota.

Si tan sólo Marinette le hubiera dado una oportunidad a él... jamás la hubiera traicionado de esa manera tan ruin y despreciable.

–No sé qué hacer Luka –le dijo la azabache mirándole a los ojos desesperada. Parecía tan frágil y tan perdida.

Él suspiró resignado apartando la mirada de ella.

A pesar de la traición de Adrien y de lo humillada que se pudiera sentir en ese momento era evidente que Marinette aún le amaba. ¿Qué tenía aquel hombre para que saliera ganando siempre?¿Qué le faltaba a él para estar a su altura?¿Prestigio, dinero...

"... el cabello rubio?" pensó el músico con ironía.

Tomó su guitarra que se encontraba apoyada contra la estructura de la cama con el semblante taciturno, la acomodó entre sus muslos y comenzó a tocar unos pequeños acordes cargados de melancolía que reflejaban perfectamente su estado de ánimo en ese instante.

–Si me estás pidiendo consejo, me temo que no puedo ser imparcial en este asunto Marinette –musitó concentrado en el traste de su instrumento–. Tú sabes perfectamente lo que te diría.

La joven se le quedó mirando durante un largo rato entristecida, siendo consciente de las notas tan amargas que salían de las cuerdas de su guitarra, hasta que finalmente agachó la vista avergonzada.

Ni contigo, ni sin ti [Adriloé]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora