4-Nuestro hogar

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Alex

Los besos de Piper hacen que todos mis síntomas de desmayo inminente desaparezcan y logra que mi cuerpo entero se erice. Es increíble cómo altera todos mis sentidos. Siempre fue igual,siempre me volvió loca con su boca y ahora también. Sin embargo necesito separarla de mi un momento. Ella me mira mal,pero ni siquiera yo entiendo mucho qué me pasa. No me encuentro en condiciones de pensar bien ahora.
El viaje en bus es rápido. De camino a casa,compramos una botella de agua saborizada bien helada.
Abro una subiendo al ascensor del edificio y casi la vacío de golpe.

–Toma,bebe.–le paso la botella– tremenda la sed que tenía,no aguantaba más.

Ella toma el agua y juega con tanta calma que me desespera. Apoya los labios en el pico de la botella,los saca lentamente y me mira haciendo  de cuenta que va a decir algo,pero no,vuelve a repetir los pasos:posa los labios en la botella, los saca y me mira.  No puede ser más sensual. Lo hace a propósito,lo sé.

–Vas a tomar? Porque sigo teniendo sed.–digo,molesta.

Comenzó a reír. Intento quitarle la botella,pero me esquiva,y lo hace tan bruscamente que derrama el agua que quedaba.  

–Y ahora?–dice acercándose a mí– cómo te quitarás la sed?

El calor del ambiente es nada comparado al que ella está provocando en mí.

–Piper...

De un zarpazo,está encima mío,y me besa profundamente,tanto que a los pocos segundos debemos separarnos para evitar el ahogo. La puerta del ascensor se abre. Estoy grogui. Tengo los lentes empañados.

–Alex! Vamos!

Me jala de adentro del ascensor,y casi corriendo me lleva a la puerta del departamento. Busca las llaves en su bolso y cuando está por abrir la puerta,gira y me mira.

–Desde que lo alquilé, este depto es nuestro. Desde el primer día. Tuyo y mío. Espero que así lo sientas también. Bienvenida a casa,Al.

Piper está emocionada y yo no sé qué decir. Tengo un nudo en la garganta y en el estómago. El miedo vuelve a apoderarse de mí. Transpiro igual o peor que bajo el rayo del sol.
Piper gira la llave,abre y me hace pasar. Todo lo que veo me gusta. Girasoles y rosas por todos lados,una mesa redonda con un mantel blanco impecable y una bandeja llena de frutas encima... Cuadros de algún pintor callejero seguramente... Dejo mi mochila en el suelo,y voy directo a un mueble donde veo hay varias fotos.

–Quieres algo para comer?– grita desde lo que supongo es la cocina.

–No,gracias

En cada foto,ella y su enorme sonrisa. Siempre bella,siempre iluminandolo todo. Con su abuela, con Cal, con sus padres...hasta una foto con Polly tiene. Siento que se acerca ,y me abraza por la espalda.

–Que no te den celos: tu foto está en mi mesita de noche,al lado de mi cama– dice,y yo sonrío.

–Cuánto hace que no ves a tus padres?

–Bastante.

–Cuánto es "bastante",Piper?

Silencio. Me deja de abrazar y yo giro para verla,con el retrato de ella con Carol y Bill en las manos.

–Por qué preguntas eso?

Se queda mirándome. Vuelvo a colocar el portarretratos en su lugar. Desde que Piper decidió mudarse a Ohio por mi,le pregunto por sus padres, por su relación con ellos,y siempre recibo la  misma respuesta: por qué preguntas?

–por mi aspecto,no parece aún,pero ya salí de prisión, Piper.–sonrío.

–No entiendo

–Que ya puedes contarme las cosas sin miedo!

Te Amo,Te Odio...Dame Más!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora