27-Cielo e infierno

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Alex

Estoy desconcertada todavía sosteniendo el picaportes ,y no sé si entrar o salir.

—Hola —murmuro.

—No me vas a decir que hacen delivery hasta aquí... ¡ estamos casi en la otra punta de la ciudad! —exclama

Me aflojo un poco al escucharla.

—No,no estoy trabajando... —niego con la cabeza.

—Ah,ok, pasa entonces...—dice amable— Tú eres Alex, ¿verdad?

Recuerda mi nombre y yo ni siquiera sé el suyo.

—Sí —respondo mientras cierro la puerta detrás de mi.

—¿Qué haces aquí? ¿Vienes a hacer alguna consulta? —pregunta interesada, y no sé bien a que se refiere.

—No,yo vine a acompañar a una amiga que tiene una cita —explico— Pero la perdí, porque ella subió por ascensor y yo por escaleras y al llegar a este piso me dijeron que esta era la sala de espera...y ya veo que no. —digo no entendiendo bien por qué acabo de contarle todo eso— Disculpa por haber entrado así, sin tocar...

—No te preocupes, pasa seguido —dice levantándose de su silla y rodeando su  escritorio.
La tengo justo enfrente, y aunque lo intento me es imposible no sentir que tiene un perfume exquisito.

—Hasta hace poco, esta era la sala de espera,de ahí siempre  la misma confusión —explica— El lugar que buscabas , queda justo frente a esta oficina

—Debo ir a esperarla allí entonces...

—¿Vino a consultar por su condicional? —pregunta despreocupada y yo me asombro.

—¿Cómo lo sabes?

Sonríe.

—Porque es justo lo que allí atienden —dice señalando la puerta.

—¿Y tú que haces aquí? —pregunto ya sin vueltas.

—¡Trabajo!

—Tenía entendido que trabajabas frente al local —me siento confundida.

—Claro. —afirma— Estoy allí todos los días , menos los martes, o sea , hoy...

—¿Eres policía o algo así?

Suelta una risa contagiosa.

—¡Oh,no no! ¡Soy abogada!

—Ah,ok —me sonrojo por mi error

—Aquí damos asesoramiento legal gratuito a mujeres con todo tipo de problemas, ya sabes, violencia, abusos...

—Qué bueno eso —digo sincera— Hay mucha gente que necesita ayuda y no cuenta con los medios para obtenerla —y vaya que sé de qué hablo.

—Sí, me gusta mucho este trabajo,y es más reconfortante que el otro sin dudas

—No sé tú nombre —digo de repente y hasta yo me sorprendo.

—Me llamo Michelle...

—Michelle —repito— igual que...

—Sí, ya sé —se apresura a decir— como Michelle Pfeiffer, Michelle Obama...—da vuelta los ojos y me causa gracia— Todos dicen lo mismo. Eres poco original —me guiña un ojo.

—Iba a decir que un tema de los Beatles lleva tu nombre...

Se ve asombrada y con un brillo que no había visto antes en sus ojos.

Te Amo,Te Odio...Dame Más!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora