Te Amo,Te Odio...Dame Más!

76-Amor del bueno

Piper

No sé en qué momento ni cómo pasé a estar yo de espaldas al placard, pero así me encuentro, aprisionada por ella, por su cuerpo.

Nuestro beso es tan delicioso que no quiero terminarlo pero escuchar a Alex gemir y no precisamente por placer, me hace detener.

-¿Estàs bien? -pregunto preocupada.

-Me duele bastante al respirar -toca su costado derecho- y más si me agito -sonríe- pero no me importa, porque extrañaba demasiado esto -me da varios besos cortos en la boca y otros tantos en mis mejillas para concluir en un hermoso y apretado abrazo. Cuando apoyo mi mentón en el hueco de su cuello todo su perfume me invade haciendome perder la noción de tiempo y espacio. Aspiro lo más que puedo su aroma y sonrío por la felicidad que después de tanto vuelvo a sentir. La sonrisa se me borra al abrir los ojos, aún en brazos de Alex, y ver a mi bella sobrina: su cara, cabello, manos, ropa y hasta por lo menos un cuarto del acolchado de mi cama lleno de chocolate derretido.

-Dios -murmuro- creo que tenemos un problema.

-¿Sólo uno? -ríe- Esa es una muy buena noticia.

-Sólo date vuelta y mira -me separo de su cuerpo y señalo a la niña que, enchastrada y todo, continúa disfrutando la golosina.

-¿Acaso le has dado todo el chocolate, Pipes?

-Viendo los resultados, entiendo que fue un error hacerlo -admito.

-No lo digo por eso, sino porque podría hacerle mal

-Es un chocolate, Al...me preocupa más cómo voy a quitarle las manchas al acolchado.

Ella nos mira pensativa y habla.

-Mamá no da cholate a Good -comenta seria- Papá sí da.

-Y Good no le va a contar a mamá que Piper le dio, ¿cierto?

-Pip sí dio cholate a Good. Alezz no dio -niega con la cabeza y nos hace reír.

Me acerco a la niña que vuelve a apoyar sus manos sobre la cama, dejando peores marcas aún

-No sé por dónde agarrarte...

-Lamento decirte que no puedo ayudar y que vas a tener que ensuciarte un poquito -dice graciosa Vause- Quiero ver eso.

Me quito la remera, quedando en corpiño, y levanto a mi sobrina que enseguida se abraza a mi, pegoteandome por todos lados.

-Okey, no era necesario el abracito, Good, pero estamos bien.

Alex no da más de risa y nos sigue al baño, donde comienzo a lavarla un poco.

-¿No deberías quitarle la ropa primero?

-Sé lo que hago, está todo controlado, tú tranquila

-Yo estoy muy tranquila -dice cruzándose de brazos apoyada contra el marco de la puerta y no pudiendo contener una risita burlona.

Una vez finalizo de limpiarla, me doy cuenta que de verdad debí quitarle la ropa primero: al sacarle nomás su camiseta, vuelve a llenarse la cara y el pelo de chocolate. ¡Diablos!

-Podría decir "te lo dije", pero no me gusta alardear -se burla Alex- De todas maneras, disfruto viéndote,  eres linda haciendo esto.

-¿Qué cosa?

-Cumpliendo el rol de mamá, te queda muy bien, me gusta mucho.

Paso saliva y continúo en mi tarea, sin responder a eso. Me siento un poco incómoda por su comentario, y no porque haya sido malo sino porque todavía siento el dolor de haberme ilusionado tanto con formar una familia junto a ella, con ser mamá... algo tan hermoso que no terminó pasando y que quedó en medio de tanto conflicto y gritos y llanto, y ya no quiero cometer el mismo error.