Te Amo,Te Odio...Dame Más!

18-Volver al infierno

Alex

Los últimos días están siendo bastante intensos entre Piper y yo en cuanto al sexo. Nos está siendo imposible manejarlo. Cualquier beso que nos damos desata un tsunami que nos arrastra a matarnos de placer. No podemos estar cerca sin tocarnos, y si nos tocamos siempre siempre terminamos haciéndolo...y donde sea: la última vez fue en la oficina de Cal, una tarde que Piper decidió quedarse a ayudarnos. La verdad es que no estaba segura de hacerlo allí, pero mi chica se pone tan demandante a veces que me es imposible decirle que no. Si bien es cierto que me siento plena y felíz de esta conexión que volvemos a tener , también es cierto que estoy bastante cansada. Estamos tan apasionadas como al principio de nuestra relación, pero cargamos con algunos años más, y se hacen sentir.
Una contractura en la espalda me tiene a mal traer, y todo tiene que ver con todo, y se vuelve un hermoso círculo vicioso, porque Piper se ofrece a hacerme masajes, yo acepto,los hace y terminamos explotándonos  nuevamente,haciendo que la contractura empeore. Cuando le digo que deberíamos parar un poco,se ríe, parece tomarlo a broma, así que , qué más da, seguiré contracturada con tal de verla así de feliz como la veo.

Después de un mes y medio de arduo trabajo, por primera vez la tienda cierra y, si todo sigue funcionando bien, una vez por semana va a ser así.
Con Piper habíamos quedado en que la primera vez que las dos tuviésemos franco, iríamos a visitar a Nicky a Litchfield y por fin ese momento llegó. No sé nada de ella desde hace mucho tiempo. Mientras estuve en la prisión de Ohio, solíamos intercambiar correspondencia, contándonos nuestras vidas monótonas, haciéndonos algunos chistes, pero por sobre todas las cosas , acompañándonos. Debo decir que la considero una verdadera amiga, quizás la única que tengo o, más aún, la única amiga que tuve en toda mi vida. Sinceramente,cada vez que me acerqué a una mujer fue por sentirme atraída, y no por la necesidad de hacer amistad.
Creo, sin temor a equivocarme, que lo único bueno que saco de mis años en prisión es haber encontrado a una hermosa persona como Nicky y el haber recuperado el amor de Piper.

Vamos en el bus tomadas de las manos, pero en absoluto silencio. Regresar al infierno no es fácil y resulta bastante traumático. Aunque ninguna lo dice, sé que ambas estamos experimentando lo mismo. Miro a mi rubia y no puedo evitar seguir sintiendo culpa por haberla hecho pasar por toda esa mierda. Creo que jamás voy a  perdonármelo.

De repente recuerdo lo que me escribió Nichols en la última carta que recibí, y es inevitable que vuelva a estrujarse mi corazón.

Sé,querida y larga Vause, que en algún momento toda esta mierda va a pasar, y vamos a poder disfrutar de la vida como verdaderamente nos merecemos. Tú con Chapman y ese amor meloso que tienen, y yo...bueno, tratando de encontrar quien pueda quererme.
Créeme, tienes suerte de tener a la rubia contigo. Sabemos lo terca, caprichosa e inestable que puede llegar a ser, pero te ama de verdad. Cuídala. Estar sola y abandonada aquí no es nada agradable,  Alex, te lo aseguro.

Desde que recuperé mi libertad , siempre tuve claro que iba a volver por Nicky. No la voy a abandonar. Sé muy bien lo que es estar absolutamente sola. Cuando mamá falleció y perdí a Piper, lo viví en carne propia. Esa sensación de soledad me despedazaba el alma un poco más cada día. Fue por eso mismo que comencé a consumir. En aquel momento creí estúpidamente que la droga me liberaría de sufrir por ambas perdidas, que me quitaría el dolor de no existir para nadie. Escapar un rato de la realidad sonaba tentador, aunque la verdad era que cuando el efecto de la heroína desaparecía ,todo empeoraba. Además del dolor y la desesperación por el vacío que me invadía , me sentía un ser despreciable. Y todo volvía a suceder, una y otra vez.

Piper me sacude del brazo porque voy tan encerrada en mis pensamientos que no me doy cuenta que ya debemos bajar.
Hace más de dos años que no piso este maldito lugar y, al menos desde afuera, se ve mucho más espantoso que antes. Las paredes están llenas de humedad y las puertas y rejas despintadas. Es evidente la falta de mantenimiento. Hay guardias con perros por todos lados, incluso demasiados en la vereda. Somos las últimas de una fila de aproximadamente 10 personas. Cuando la columna comienza a avanzar , empiezo a sudar. No sé si Piper lo nota, pero me abraza y deja un beso en mi mejilla.
Una vez adentro, nos hacen pasar de a tres personas a una pequeña sala donde se supone, van a revisarnos.
Al durar apenas 10 minutos la visita,decidimos que únicamente yo entraría a ver a Nicky y la próxima vez lo haría Pipes. Le agradezco el gesto con una enorme sonrisa.
Los guardias que deben revisarnos tardan en llegar, y cuando por fin se abre la puerta por la que deberían salir, me golpeo mentalmente porque debí haberlo imaginado. Era una posibilidad y la pasé por alto. De haberme dado cuenta antes no sé si habría venido.