Te Amo,Te Odio...Dame Más!

50-¡Danger!

Alex

Insoportables son los gritos que pega Nichols cuando le cuento sobre el beso entre Piper y la innombrable esa. Alaridos son más bien. Y risas, muchas risas.

-¡Chapman se supera cada día! 

-No es gracioso, Nichols -digo molesta

-¡Y tú sintiéndote culpable y drogándote por haber besado a la abogada! -se burla.

-¡Shhh! ¡Cállate! -le tapo la boca desesperada mirando hacia la cocina.

-¡Tranquila que aquí no está la rubia! -grita- ¡puedes piratear en paz!

-¡Pero está Peter! -susurro

-¡Oh, cierto que es el sobrino de Scarface!

-¿Scareface?

-Sí, ¿no has visto la cara de mafioso que tiene el marido de tu enamorada?

-No lo he mirado tanto como para darme cuenta.

Maldito imbécil. 

-¡Vamos, Vause! ¿Dé dónde crees que sale la hierba que nos hace desaparecer del mapa?

¡Mierda! Esa noticia sí que me descoloca.

-¿En serio? -pregunto impresionada.

-¡Claro! -asegura- El tipo todas las semanas le hace entregas a Peter.

-¿Trafica? Es decir, ¿está metido en el negocio?

-Tanto no sé. Lo que es seguro es que al sobrino lo llena de caramelitos y para todos los gustos eh, variadito variadito -confirma.

-No puedo creerlo

-Se te nota, amiga, estás más blanca que la que toma nuestro compañero -ríe. 

-¿Michelle lo sabe?

-¡Qué sé yo, Alex! ¡Mira lo que me preguntas!

-Sí, perdón, es que me... -sacudo mi cabeza- No puedo creer que una mujer como Michelle esté al lado de un tipo como ese. ¿No es increíble?

-Increíbles son las ganas que tú le sigues teniendo a la tipa

-No digas tonterías... 

-Sí sí, tonterías, como digas.

-Oye Nicky, me imagino que tú no estás consumiendo nada , ¿verdad?

-Tranquila Vause, me estoy cuidando. Apenas le doy algún que otro beso a esos cigarros deliciosos que ya probaste

-No me recuerdes sus efectos...

-Resultaste flojita -vuelve a reír.

-No sé hasta qué punto es bueno que Peter esté tan cerca tuyo la verdad.

-No pasa nada.

-No sé siquiera si es bueno que esté cerca de ninguna de las dos en realidad. 

-Es un buen chico, relajate -asegura.

-Puede meternos en problemas, Nicky,  a eso me refiero. Las dos estamos marcadas para siempre con nuestros antecedentes. Mira si cae la policía a hacer una inspección aquí, al local

-Pero Peter no trae aquí más que para consumo personal -sostiene- el kiosquito lo tiene en su departamento -termina de decir antes de pedirme que la ayude a levantar las persianas.

Estoy intranquila, preocupada, y ya no miro a Peter de la misma manera. No está bien esto. Nos llegan a agarrar con un poco de droga en el local y es probable que nunca más volvamos a ver la luz del día. No quiero volver a Litchfield. Ni a Litchfield ni a ninguna otra maldita prisión. No está bien esto y tristemente no tengo más opción que la de quedarme aquí. Nicky ha sido demasiado generosa conmigo al ponerme como socia del lugar cuando yo no he puesto un sólo peso. No puedo dejarla. Me ha hecho partícipe de las ganancias a partes iguales junto con ellos dos y, sinceramente estoy ganando bastante bien gracias a eso. Tal vez la solución sea hablar con Peter y dejarle algunas cosas en claro.