Te Amo,Te Odio...Dame Más!

72-A little more love

ALEX

Pasamos juntas una tarde tranquila, tomando infinidad de tés y algún que otro café, comiendo galletitas hechas especialmente por Carol para mi, mirando películas y evitando cualquier tipo de conversación profunda y todo tipo de cercanía...bueno, en realidad es ella quien me evita, es más que claro que si fuese por mí estaría encima suyo todo el tiempo.

—¿Cómo vas con los estudios? No hemos podido hablar nunca de eso desde que empezaste —pregunto con verdadero interés.

—Uff...más o menos, me he atrasado un poco pero nada que no pueda solucionar.

—Perdón por eso

—No es tu culpa

—¿Y por qué te atrasaste entonces?

—Porque tenía la cabeza explotada —confiesa.

—¿Y por qué motivo?

Queda en silencio, baja la mirada y la conozco tanto que sé que quiere decir algo que la quema pero que por alguna razón le cuesta largar.

—¿Te llegué a contar que Michelle es mi nueva profesora? —vuelve a clavar sus ojos sobre los míos.

Válgame Dios, hubiese preferido no saber eso.

—¿Michelle? —pregunto sorprendida.

—La misma —afirma.

—No puedo creerlo.

—No, todavía yo tampoco... Te manda saludos y me pidió que te dijera que desea que tengas una pronta recuperación, aunque no sé para qué te lo digo si seguramente ya debe haberte llamado —tira resignada.

—No, no me ha llamado, Pipes.

—Bueno, no te preocupes, seguramente ya lo hará.

¡Sal de ahí, Vause!

—Hablando de teléfonos, ¿no te parece que ya es hora de desbloquearme?

—Lo voy a pensar...

Sonríe otra vez y yo no me puedo contener, necesito despejar dudas.

—¿Y Zelda?

—¿Qué pasa con ella?

—No lo sé, dime tú, ¿cómo está?

—Bien, gracias por preguntar —contesta con ironía.

—¿Se están viendo? —voy al hueso

—No, ella está de viaje.

—Ya entiendo

—¿Qué cosa?

—Que no te esté rondando todo el tiempo como una moscardón insoportable. Es muy densa

—No, no lo es

—¿No? Eso parece desde afuera —sonrío y ella se incomoda o se molesta, se levanta de pronto y de pasada apaga la tv

—¿Por qué la apagas?

—Si no estás viendo

—Pero iba a mirar

—Quiero poner música si no te molesta

—Es tu casa —levanto las manos en señal de rendición y sé que la hago enfadar lo que me provoca cosquillas en la panza por lo preciosa que se pone.

—Ay, Al, toma —me acerca el control de la tv y me largo a reír.

—Lo fácil que te enojas, Pipes, amo eso.