41-Desesperación

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Alex

Despegamos nuestros cuerpos al escuchar que golpean la puerta . El beso había ganado intensidad, y de no ser por la interrupción tal vez la hubiese sentado sobre el escritorio y hubiese hecho un gran desastre.

En ese nivel me encuentro. A ese nivel me lleva. Me invita a no pensar.

Cuando abre la puerta, continúa ruborizada y, para completar el cuadro, quien ingresa es nada más y nada menos que su querido marido.

—¿Qué haces aquí? —pregunta ella visiblemente nerviosa.

—Tenemos que hablar —contesta el tipo que se sorprende al verme pero ni siquiera me saluda porque maleducado siempre.

—Te pedí que no vinieras —sostiene Michelle.

—Me voy —murmuro entre dientes, y sin esperar a que ninguno de los dos dijera nada, salgo del lugar.

Tengo su perfume encima y siento una revolución interior que no puedo explicar con palabras.
Simplemente no puedo creer lo que pasó.
No puedo creer lo que hice.

Pero pasó y lo hice.

Besé sus labios, acaricié su rostro y por fin pude tocar y revolver un poco su cabello, pude sentirlo entre mis dedos, suave, abundante, tan perfecto y delicioso al tacto como lo es a la vista. 

Estoy loca. Enloquecí.
No estoy en mis cabales.

Voy casi llegando a la esquina cuando veo a Piper bajar del auto de Carol y se me hace un nudo en la garganta.

Soy la peor.

Apresuro el paso para que no me vea. Huyo como una rata. Una rata infiel, asquerosa. Me siento sucia. Y el perfume de Michelle sigue aquí conmigo, perturbando mis sentidos,nublando la poca razón que me queda.
Jamás me pasó algo semejante. Cuando comencé a salir con Piper, si bien seguía con Silvie , lo nuestro ya estaba roto, agotado. No existía un futuro para nosotras...y esto es distinto por eso mismo, porque yo amo a Piper ¡La amo, carajo! ¡Pero no sé qué me pasa! ¡No puedo evitar sentirme atraída por Michelle! ¡No puedo hacerlo!

Se me caen las lágrimas.

¿Cómo hacen quienes llevan adelante una doble vida? ¿Cómo aguantan la culpa? Por un beso me siento la peor basura del universo, porque lo disfruté. Me gustó besarla, sentirla nerviosa y contrariada en mis brazos... Asustada me vio cuando nos despegamos,  como si hubiese hecho algo terrible. Lo más seguro es que haya Sido su primer beso con una mujer, el único. Estoy casi convencida de eso, así que si yo me siento confusa , navegando en un mar de dudas, no puedo imaginar el remolino de sentimientos y sensaciones que debe estar experimentando. En realidad no debe estar pudiendo analizar nada en estos momentos, ya que debe estar soportando algún planteo del idiota que tiene por esposo. Es evidente que tiene problemas con él. Bueno, ¿quién no tiene problemas? ¿Acaso yo no los tengo?

Debería estar yendo a la pizzería. Mañana por la noche es la gran inauguración, debo ir a ayudar con los últimos detalles... Pero no puedo presentarme así, en este estado. Necesito pasar por casa, quitarme esta ropa y hasta quizás volver a bañarme para quitarme este aroma a ella...porque huelo a Michelle.
Vuelven a escaparse lágrimas de mis ojos. Salen sin permiso, y yo las dejo correr, no las reprimo porque necesito liberar esta angustia que está comenzando a oprimirme el pecho.

Le envío un mensaje rápido a Nicky avisando que llegaré un poco más tarde de lo que habíamos acordado y enseguida me clava el visto y se desconecta. Mejor así. No tengo ganas de dar explicaciones, además, ¿Qué explicaciones podría darle si ni yo misma las tengo? Apago el teléfono y lo guardo en el bolsillo trasero de mi pantalón.

Te Amo,Te Odio...Dame Más!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora