24-Develando el misterio

472 54 28
                                    


Alex

Se vienen días movidos y ,vaya paradoja, yo aquí, inmovilizada desde hace más de 48 hs. Si bien mi tobillo parece mejorar y ya no se ve tan inflamado,aún tengo algunas molestias al pisar. Así sea en muletas o parada sobre una sola pierna, mañana voy a estar parada en la puerta de Máxima seguridad de Litchfield esperando por Nicky. Por fin su día ha llegado,y no veo la hora de poder abrazarla y ponernos al día. No planeo ningún festejo demasiado grande , porque para eso harían falta algunas bebidas espirituosas y ella deberá pasar al menos un mes "limpia". De todas maneras, no va a faltar oportunidad para que celebremos en grande rodeadas de cervezas, licores y demás.
Le comento a Piper que pienso cocinar algo especial para darle la bienvenida a nuestra amiga, pero parece no interesarle demasiado. Se la nota distraída, tal vez un poco estresada. Ha estado cubriendo mi turno en el negocio y eso quizá la está sobrepasando un poco. Cada vez que intento acercarme a ella para tener intimidad, apenas logro arrancarle algunos besos, y al acostarnos por las noches se abraza a mi cintura tan fuerte que me siento aprisionada. Yo acaricio su cabello hasta que logra dormir después de un largo rato en que se dedica solamente a suspirar y suspirar. Si le pregunto qué sucede, se enoja y se gira dandome la espalda y termino siendo yo la que se acomoda en su cintura. No son días de buen humor para mí chica, y trato de respetarlo.

Cada vez falta menos para el cumpleaños número 3 de "la mini Piper" como me gusta llamarla, porque la niña es verdaderamente idéntica a su tía: el mismo cabello rubio luminoso y despeinado casi todo el tiempo, los mismos hermosos ojos con ese azul tan intenso;su misma chispa y gracia para hacer todo ; la misma sonrisa pícara y hasta los mismos gestos al enojarse o hacer berrinches. Parece más hija de mi Pipes que de Neri y Cal.

Discutimos bastante con la Piper adulta acerca de qué regalo hacerle a la niña, y como no logramos ponernos de acuerdo, decidimos hacer nuestro regalo por separado. Me parece lo mejor, sobre todo porque no estoy de acuerdo y me parece excesivo que a una beba de apenas 3 añitos se le regale un rompecabezas de 50 piezas.

Excesivo y aburrido, claro.

Pipes se excusa y justifica su elección diciendo que ella a los 3 años ya los armaba (incomprobable por cierto) ,y yo no puedo evitar reírme y preguntarle si es cierto eso que dicen que al nacer ya estaba leyendo a Shakespeare y a Voltaire.

Mi Piper superdotada.

Sólo hay una cosa que me incomoda respecto al cumpleaños y es que la fiesta va a darse en casa de los abuelos Chapman, donde por supuesto va a estar presente el querido y ponderado Bill.
Piper había decidido no volver a pisar ese lugar, y yo había decidido evitar cualquier tipo de contacto con aquel hombre, pero, qué más da...Tendremos que ceder, aunque Pipes está demasiado contrariada e inquieta también con ese tema.

Estamos preparando la cena y pienso que es el momento perfecto para indagar un poco sobre eso.

-Amor... -murmuro

-¿Sí?

-Si por alguna razón no quieres ir al cumpleaños de la niña, tienes que decírmelo ahora, es el momento -Me observa detenidamente, pero enseguida vuelve la mirada a las verduras que pica y me cambia de tema

-¿Tomaste el analgésico ya? No debes hacerlo con el estómago vacío.

-¿Qué es lo que pasa, Pipes? -pregunto directa.

-Nada -fuerza una sonrisa que no quieres salir del todo- Sólo digo que puede hacerte daño si tomas medicamentos con el estómago vacío...

-No me refiero a eso, y lo sabes ¿Qué te está pasando? -insisto.

-Nada, no sé por qué preguntas -acaricia mi rostro- Yo estoy bien, amor

-¿Seguro?

-Claro -me abraza- sólo estoy un poco cansada, eso es todo -suspira.

Te Amo,Te Odio...Dame Más!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora