77-No me dejes ir

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Piper

No llegan a pasar más de dos horas desde que nos acostamos, cuando despierto sintiendo demasiada humedad en una de mis piernas. Es cierto que está comenzando a hacer bastante calor pero, ¿tanto pude haber transpirado? Todavía me encuentro muy dormida, enciendo mi velador y luego de masajear un poco mis ojos para despertar del todo, veo a Good abrazada a Alex, las dos sumergidas por completo en un sueño profundo. También veo  en el medio de la cama una gran mancha que sin pensar toco arrepintiéndome al instante.

—¡Oh, por Dios! —exclamo

Mi sobrina, mi Goodall, la mini Chapman como gusta decirle Vause se ha hecho pis en mi cama, ¡y de qué manera! Doy un salto palpando todo mi cuerpo y noto que sólo me he mojado la pierna. Ahora, ya despierta del todo comprendo que era una estupidez pensar que fuera transpiración, sobre todo por la parte del cuerpo de la que se trata.

Doy la vuelta e intento despertar a Alex de manera suave y delicada pero como no resulta, la zamarreo.

—¡Oye! ¡¿Qué haces?! —vocifera molesta.

—Tienes que levantarte, Al

—¿Para qué?

Su cara de desconcierto absoluto me hace reír.

—Goodall se hizo pis —señalo las evidencias

—¿Qué?

—¡Que se hizo pis, ¿no escuchas?! ¿A ti no te ha mojado?

—No lo sé, no siento...

Suelta a la niña para poder levantarse con mi ayuda.

—Está empapada hasta la pancita —dice con ternura.

—Y tú tienes la pierna y el trasero también empapados —digo con repulsión— Qué asco, voy a vomitar.

—Ay, Pipes, relajate, no es para tanto, es pis de una criatura, es pis santo.

¿ha dicho "pis santo"?

—¡Es un asco igual, Alex!

—Hay que cambiarla por completo, trae la otra ropa

—¿La del chocolate?

—Sí

—Es que está toda manchada...

—¿Acaso lavaste el acolchado y no la ropita?

—No entraba todo en el lavarropas... —me excuso tontamente

—¿En serio Piper? Podías haberla lavado a mano —se toma la cabeza y sé que lo hace para mantener la calma— Traela igual, le va a hacer mal estar asi tan mojada.

Soy una inútil. Siento que lo soy al menos con respecto a los niños. Esta experiencia lo demuestra. En menos de 24 hs mi sobrina me ha hecho concluir que definitivamente no estoy preparada para una responsabilidad tan grande como lo es el tener un hijo. Por algo pasan las cosas y tal vez nuestra separación no fue más que una mueca del destino para que no cometieramos un error mayor.

Vuelvo a la habitación y Alex ya tiene a la niña despierta y casi desnuda.

—Estaba toda mojada, pobrecita...si me ayudas a llevarla al baño, yo la lavo.

Alex sí tiene ese instinto maternal a flor de piel, y se la ve tan feliz en ese rol...

Las dejo solas en el agua, mientras quito las sábanas y pienso en qué hacer con el colchón porque de verdad la mancha es grande. ¿Esperar a que seque? ¿poner algo encima por esta noche? ¿Dar vuelta el colchón y que quede de los pies? ¿darlo vuelta por completo y que quede abajo? Sí, la última opción es la que tomo, aunque antes coloco un nylon grande para que no vaya mas allá. Estoy terminando de armar la cama cuando ellas regresan y es ahí que recuerdo los pañales que Neri puso en la mochila.

Te Amo,Te Odio...Dame Más!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora