63-No se olvida

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Piper

Dos semanas después de haberla encontrado por obra y gracia del destino en aquel bar en el que me robó un beso y se adueñó de absolutamente todos mis pensamientos, me animé a llamarla, contra sus pronósticos pero fundamentalmente contra todos y cada uno de mis prejuicios. 

 ¿Quién iba a decir que Piper Elizabeth Chapman iba a estar desesperada por volver a ver a una mujer? 

¿Quién iba a decir que estaría deseando como loca volver a rozar aquellos hermosos labios?

 Desde aquella noche no había podido dejar de pensarla ni por un momento.

Ese pequeño beso, ese piquito había sido sin lugar a dudas de lo más caliente que había vivido hasta ese entonces, ¿cómo no desear volver a repetirlo, y hasta avanzar un poco mas?

 No sé si fue amor a primera vista, pero estaba muy claro que Alex me había volado la cabeza desde el minuto uno y de una manera que jamás me había ocurrido hasta ese momento, tanto que hasta su perfume me parecía sentir aún después de tantos días...

No le había contado a nadie, ni siquiera a Polly porque si bien estaba decidida a avanzar, sinceramente me daba un poco de vergüenza la idea de exponer mis sentimientos por otra mujer, aunque se tratara de mi mejor amiga. No creía ser gay, digamos que estaba explorando alternativas para sacar algunas conclusiones. "En la variedad está el gusto" decía mi abuela y yo quería probar, y quería probar con Alex, no con cualquiera. No es que a mis 23 años contara con demasiada experiencia tampoco, apenas había salido con dos chicos y con uno de ellos la relación duró apenas dos noches de verano.

Con algo de pudor, un nudo en el estómago y nervios gobernando mi cuerpo, después de dar vueltas por toda la casa maquinando qué decir y de qué manera, subí a mi habitación, tomé mi teléfono y marqué su numero. Al segundo timbre que no respondió casi corto la llamada. No atendió enseguida que era lo que esperaba y en dos segundos me sentí una tonta por haberme ilusionado con nada, y hoy me pregunto qué hubiese pasado si en ese momento seguía el impulso de tirar el celular sobre la cama olvidándome para siempre de esa morocha que me quitó la respiración para seguir con mi rutina de chica acomodada de Connecticut. 

¿Qué hubiese pasado si no hablaba con Alex aquel día? ¿Qué hubiese sido de mi vida?¿Hubiese sufrido menos? No lo sé. ¿Hubiese sido más feliz? Tampoco tengo manera de saberlo. De lo que hoy no tengo dudas es de que no me arrepiento ni un poco de haber persistido con el teléfono en la oreja, no me arrepiento de haber hablado con ella ni me arrepiento de todo lo que con  y por ella viví a partir de ese entonces.

¿Hola?

Hola... ¿Alex?

La misma. ¿Quién habla?

Piper

¿Quién?

Piper Chapman, nos conocimos la otra noche en el bar

Vaya.

¿No me recuerdas, cierto? 

Ahora sí, eres la rubia hermosa que no me dejó besarla como quería. ¿Cómo estás?

Bien, ¿y tú?

Sorprendida, creí que nunca llamarías

Te dije que tenías que confiar en mi

No, no me dijiste exactamente eso. Dijiste que no eras cobarde

Bueno, estás comprobando que no lo soy.

Te Amo,Te Odio...Dame Más!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora