Te Amo,Te Odio...Dame Más!

68-No puede ser cierto

PIPER

No quiero sonar ridícula pero debo decir que sólo me quito la campera de Alex para bañarme y a veces, sólo a veces para dormir, porque tiene su perfume impregnado de tal manera que se me pega a la piel y y eso me hace sentir en calma, en paz. No sé si en algún momento voy a devolvérsela, tal vez sí cuando por fin pueda olvidarla, aunque al paso que voy no sé si eso vaya a ocurrir en esta vida... Lo mejor será que sí me deshaga de ella, y así terminar de soltarla de una puta vez que es lo que desde ya no sé cuánto tiempo quiero pero nunca termino de hacer. En cuanto vuelva a ver a mi hermano, voy a dársela para que se la haga llegar, es lo mejor. 

Pasaron tres días desde que la vi en el cumpleaños y me siento demasiado contrariada y  confundida al respecto. La verdad es que quiero volver a verla, y al mismo tiempo no quiero ni pensar en hacerlo porque sé que estoy a nada de rendirme ante ella y eso no puede pasar. Todavía me asombro de haber podido decirle que no a aquel café que me propuso esa noche, porque de verdad que después de que me diera ese beso en la mejilla quedé knock out y creo que si ella hubiese avanzado un poco más, si me hubiese puesto aunque sea un dedo encima, yo me hubiese entregado sin dudarlo un segundo. Sigue teniendo ese poder sobre mí, maldita bomba sexy. 

Y así sigo, en contradicción permanente. No estoy segura de nada, nada puedo dar por sentado, nada es previsible en estos momentos para mí. Voy a la deriva, eso siento, y sólo estoy ocupada en tratar de no ahogarme mientras esto pasa. Maldita Michelle que vuelve a mi mente con esa metáfora estúpida y verdadera. Maldita mosquita muerta que ha arruinado por completo mi vida. ¿Sentirá culpa? ¿remordimientos? No lo creo. Las mujeres como ella no tienen sentimientos de esa naturaleza: son frías y calculadoras.

Perra.

Mi madre se ha enterado de que nos hemos visto y no ha parado desde entonces de decirme otra vez, ya sea por mensajes de WhatsApp o personalmente, que debo recuperarla, que un beso no es motivo de separación, que ni siquiera califica como engaño...básicamente, piensa lo mismo que Caleb y Neri, y seguramente habrán llegado a esa estúpida conclusión los tres juntos en alguna de las muchas tardes de té y masas que tienen y a la que no me invitan porque suponen (bien) que me voy a negar a ir siendo el motivo principal el hecho de que no estoy dispuesta a someterme a sus interrogatorios y/o consejos de matrimonios felices y "normales". Ya le dije a Carol que si quiere tanto a Vause la adopte, aunque lo que verdaderamente quería decirle era que si tan linda y buena la cree que se ponga de novia con ella, pero me pareció demasiado atrevido de mi parte y la iba a hacer enojar sin sentido.

Llego a la universidad corriendo (como prácticamente todos los días) y me doy cuenta de que esta vez mi apuro no tiene razón de ser porque aún no ha comenzado la clase. Nadie entiende demasiado lo que pasa pero corre un rumor sobre que han volado a la cúpula directiva y con ella a varios de los profesores.

En estos momentos deberíamos estar cursando Derecho civil  y todo parece indicar que va a ser con docente nuevo. Siendo la clase que mas me gusta atender, sólo espero que quien hayan designado al frente se comporte y esté a la altura. Detesto tener que esperar, me pone nerviosa y si no fuera porque soy demasiado responsable, ya me habría ido.

Saco mi celular para pasar el rato, mientras escucho todo tipo de elucubraciones de mis compañeros que aunque me hacen reír también logran espantarme. La mayoría de ellos no pasa de los 20 años y me pregunto si yo a esa edad era así, tan insolente y atrevida. La respuesta es que no, porque toda mi parte rebelde y desfachatada la gané con Vause... y la vez  que se lo dije a manera de insulto, eso de que ella me había corrompido en todos los sentidos, sólo logré que se ríera a carcajadas porque lo tomó como un halago, fue una distinción más para su vitrina de medallas de chica mala el haber convertido a una chica bien en esto que soy ahora que ni sé cómo definirlo. Odié que se ríera de eso, porque estuvo como una semana sacándomelo en cara para burlarse.