SOFÍA
Estaba por bajarme del bus cuando Fran me cogió del brazo.
— Ten cuidado con él— susurró en mi oído y me soltó para que pudiera salir.
Iba a entrar en casa cuando vi el coche de Roxana en la entrada.
No me apetecía escuchar los gemidos de la mejor amiga de mi hermano así que me senté en la entrada pasando el tiempo.
Pensando en todo y en nada a la vez.
Pensando en que habría pasado si no me habría pasado nada en la nariz, que habría pasado si supiese cocinar.
Así que entre y decidida cogí el primer libro de cocina que encontré por los cajones.
Hoy comería pasta según el libro, ya que era la mejor receta para los principiantes.
Mientras sacaba los ingredientes, la pu.. digo la "mejor amiga" de mi hermano empezó a chillar y a gritar el nombre de mi hermano así que tendría que darme prisa en terminar la comida.
Empezé a echar agua en una olla a la vez que ponía aceite en una sartén.
— ¡Niña!— todos sabemos quién gritó eso.
— ¿Que pasa Marco?— pregunté dándome la vuelta para encararle.
— Rox se quedará a comer así que pon un plato de mas— yo solo asentí.
— ¿Algo más?
— Sí, tú comerás en tu habitación— dijo dándose la vuelta para irse.
— ¿Qué? Porqué — me di cuenta de que no debí haber levantado la voz.
— Porque te lo ordeno yo y es eso— dijo mirándome— o prefieres que me la folle delante de ti— yo solo negué con la cabeza repetidas veces—. Así me gusta.
Y subió las escaleras como si no hubiese aparecido nunca. Seguramente a ver qué tal estaba su amiga.
Puse la pasta en la olla mientras hacia la carne en la sartén.
— Tú enana— dijo Roxana detrás de mí. Hasta su voz era inaguantable.
— ¿Que pasa?— respondí sin darme la vuelta, siguiendo cocinando.
— Es de mala educación no mirar a alguien cuando te hablan— dijo cogiéndome del pelo y girando me debido al dolor que me ocasionó.
— ¡Eh!— sabía que no podía tocarla, si le pegaba Marco me pegaría a mí.
— Mira, sé que eres adoptada y que te quedas aquí porque le parece bien al tío de Marco pero quiero que sepas que, si intentas quitármelo, estás muerta— dijo para luego soltarme el pelo y volver escaleras arriba.
¿Desde cuándo soy adoptada?
¿Y desde cuándo mi tío me quiere?
Lo único que sabía era que Marco mentiría todo lo posible con tal de que desaparezca del mapa familiar.
Termine de cocinar y puse la mesa para dos, serví la comida y la mía la puse en un plato a parte para subirla arriba.
Fui a mi habitación con mi comida y cerré la puerta, no tengo ni tele, ni móvil, lo único que tengo son los libros que me regaló María.
Me senté en la cama y empezé a comer la pasta mientras empezaba aquel libro.
Iba sobre amores en los que la chica consigue al chico que quiere.
Pero yo en lo único que me fijaba era en que el hermano la quería.¿Porqué Marco no me quiere?
Dejé el libro en la mesilla y me tumbé para ver si podía dormir.
Pero me levanté rápidamente al escuchar a la pu... A Roxana gemir.
¡¿No puede estar lejos de mi hermano cinco minutos?!
Así que cogí mi libro y salí de casa.
Y para los que lo pregunten... Tengo ventana en la habitación así que no tengo que usar la puerta de entrada.
Comencé a caminar por la calle cuando vi un camión de mudanzas.
La gente solía mudarse antes de que comenzarán los cursos escolares.
Y eso hacia esa familia.
Y por cierto... ¡El insti comenzaba mañana!
Y no tenía nada, me gasté todo el dinero en el entierro y yo no trabajo para poder comprarlos.
Soy idiota.
Corrí a casa y para mí suerte el coche de Roxana no estaba.
— Marco.
— ¿Que quieres niñata?— ignoré el comentario.
— ¿Tú tienes los libros para mañana?
— Claramente, ¿tú no?— yo negué con la cabeza a lo que él empezó a reír—. Que bien te lo vas a pasar mañana.
Subió a su habitación y me quedé ahí sola sentada en el suelo miéntras que pensaba en que pasaría mañana.
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Mi hermano me odia
Teen FictionNo hate. Si no te gusta no leas. Soy Sofi, tengo 15 años y vivo con mis dos hermanos, María de 17 años y Marco de 19, nuestros padres murieron hace cuatro años en un accidente de avión, María y yo nos ayudamos en todo lo posible, pero Marco se dista...