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SOFÍA

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SOFÍA

Hoy comenzaban las clases y estaba de los nervios.

Marco se había ido sin mí así que me tocaba ir andando.

Estaba ya en la entrada y no podía, estaba paralizada.

¿Cómo sería ir a un colegio en el que has muerto para todos?

¿Cómo sería no existir sin María?

Me armé de valor y entré.

Sí, la gente decía cosas y me miraban, pero en ningún momento me miraron con asco o como si me odiarán.

Me miraban como si fuera... Una estudiante nueva

Entré en mi primera clase y a los pocos minutos el director apareció por la puerta.

¿Quién es el imbécil que ha hecho algo y no llevamos ni una hora?

— Sofía Reyes, a mi despacho— dijo en tono serio.

Todos me miraban y eso me hacía sentir incómoda.

Me levanté y caminé con el director fuera del aula hasta su despacho.

— Perdón señor, no sé qué pasa pero yo no he hecho nada.

— Claro que no Sofi, mira, han venido tres estudiantes nuevos y como sé que tú eres una buena estudiante, pensé que podrías guiarles por el colegio.

Me quedé helada.

¡¿Porqué yo?!

Si soy tímida, ¿no tendría que hacerlo otro?

— Vale.

En cuanto entramos al despacho pude ver a los tres chicos, estaban cada uno mirando hacia el frente sin decir palabra, en cuanto oyeron la puerta los tres se giraron.

Eran dos chicos y una chica.
Para ser exactos, uno de los chicos era moreno y muy alto; el otro era rubio este también era alto, pero no tanto, y por último estaba una chica, ésta era morena y parecía de mi estatura.

— Vale, estos son los chicos— dijo el director—. Llévalos hasta sus clases y enséñales el colegio— me tendió un papel con sus supuestas clases, yo solo asentí y me giré para salir por la puerta no sin antes mirar si ellos me seguían.

Caminábamos por el colegio mientras les iba nombrando las diferentes aulas. Iba marcando una marcha y los tres me seguían de cerca en silencio.

— Bien pues esto es la biblioteca.... Esto el patio.... El gimnasio.... La piscina.... Y esta es la cafetería ¿Alguna pregunta?

— Tu nombre— dijo uno de los chicos, el moreno para ser exactos.

— ¿Qué le pasa a mi nombre?

— Que cual es— dijo obvio.

Mi hermano me odiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora