Big Manager. [23]

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Antes de comenzar el capítulo tengo que aclarar una cosa, la estructura del capítulo se basa en dos partes diferenciadas por el tipo de letra, la letra en cursiva diferenciará las situaciones en un plano temporal anterior, y la letra normal pues obviamente diferenciará al plano temporal actual.

El azabache respiraba profundamente en un intento de calmarse después de haber corrido por más de cuarenta minutos sin detenerse ni siquiera para descansar. Intentaba olvidar cada palabra dicha por Jinho hace menos de una hora cuando el sol apenas comenzaba a asomarse iluminando agradablemente el entorno.

-¿Nada más que amigos?- cuestionó enarcando una ceja mientras tomaba fuertemente los labios del contrario en un lascivo beso que comenzaba a acalorarse rápidamente.

El castaño comenzaba a flaquear mientras se apoyaba de el cuello del contrario acariciando su cabello sintiendo una corriente eléctrica correr por su espalda al tener a las enormes manos del contrario en su cintura apretándolo levemente haciendo que sus pies se alejaran unos cuantos centímetros del suelo.

Entre los ágiles movimientos del azabache logró separarse de sus labios pegando su frente a la contraria jadeando y atrapando el aliento del más alto. Necesitaba pensar, hacía demasiado tiempo que no encontraba aquellos sentimientos revoloteando en su interior, tan fuertes y molestos, como si dentro de su estómago habitaran enormes dinosaurios en lugar de delicadas mariposas. Se soltó del agarre del más alto cayendo en el suelo por la falta de fuerzas en sus piernas y observó avergonzado al contrario mostrando la vulnerabilidad que reflejaba su rostro.

-Solo seremos amigos hasta que uno de los dos haga algo que nos junte o nos separe- respondió tranquilamente antes de levantarse por completo y alejarse caminando directamente a su habitación cerrando la puerta con pestillo dejando al más alto en completa soledad.

El contrario tuvo que respirar profundamente, no podía dejar de pensar en lo jodido que le dejaba el castaño, siempre se alejaba pero horas después se pegaba a él y al día siguiente ni siquiera le dirigía la palabra, no podía hacerse la más mínima ilusión sin que el más bajo la hiciera desaparecer con sus actitudes frívolas.

Exasperado, tomó su ropa térmica y una chaqueta gruesa para después salir del apartamento rápidamente asegurando la puerta para después comenzar a caminar hacia el exterior usando las escaleras, odiaba tomar el ascensor de aquel edificio, era tan viejo que temía que algún día este dejara de funcionar en plena acción, esto mismo le había sucedido hace un año y no pensaba repetirlo.

Salió ignorando los saludos de la castrosa recepcionista que se encargaba de recordarle lo guapo que era cada vez que se le daba la oportunidad, y es que esa chica no podía ser más indiscreta al punto de que cada vez que el alto se le acercaba, esta estiraba su camiseta mostrando un escote más pronunciado. No iba a decir que nunca le atrajeron los atributos de Seungyeon, pero sus intentos de atraer su atención eran intolerables, agudizaba su voz y mostraba sus pechos, simplemente intolerables.

Alejó sus pensamientos y comenzó a caminar lentamente disfrutando de la intensa briza que golpeaba su rostro haciendo que este se pintara de una adorable tonalidad rojiza. Cerró los ojos reprimiendo las intensas ganas de soltar un grito a la nada, estaba lleno de frustración y deseaba sacarla de una u otra manera, con la pequeña discusión que tuvo con el castaño hace unos minutos comprobó que aquel día no soltaría sus pesares con el susodicho.

Soltó un pequeño quejido antes de continuar caminando aumentando su velocidad a cada paso hasta que se encontró a sí mismo corriendo sin rumbo alguno, después de dos años viviendo en la zona, podía ir a donde quisiera y después regresar a casa sin ningún problema. Mientras corría, dejó de pensar en todo concentrándose en su entorno, la mañana creciente se tornaba bastante alegre con cada minuto que pasaba y se podía observar la actividad que comenzaba a agolparse por las calles llenas de estudiantes y elegantes transeúntes que se dirigían a sus trabajos, algunos de ellos se detenían a observar al enorme chico que corría por la acera.

Los minutos pasaron volando y entre la agraciada armonía de sus alrededor no se dio cuenta de que le había dado la vuelta a la manzana y ahora se encontraba frente a su edificio.

Definitivamente tenía que entrar y arreglar las cosas con Jinho, después de todo era su compañero de casa y manager. Se adentró ignorando a Seungyeon de nueva cuenta dirigiéndose por las escaleras subiendo rápidamente hasta llegar a su piso correspondiente entrando en el apartamento forzando la puerta haciendo que esta se abriera de golpe causando un fuerte estruendo que resonó por todo el lugar llamando la atención del castaño que se encontraba recostado en el sofá observando la pantalla del iPad que tenía en sus manos, despegó la mirada del aparato para observar a la enorme figura que se aproximaba a él haciendo que cierta emoción naciente desde su pecho.

-Pensé que tardarías más- comentó el más bajo levantándose del sofá acercándose al contrario.

-Necesitamos hablar- interrumpió tomando al castaño por los hombros moviéndolo hasta que estuvieron nuevamente en el sofá sentados, uno al lado del otro -sobre un tema que nos importa a los dos- continuó rápidamente una vez que los dos estuvieron acomodados en los cómodos cojines.

Jinho solamente esbozó una sonrisa tierna cuando rebuscó entre las expresiones del azabache encontrando un indicio de lo que deseaba escuchar, no es que estuviera enamorado del gigante... ¿o si?

-¿De qué quieres hablar?- cuestionó juguetón.

El más alto sintió un fuerte golpe de calor ir directamente a su rostro, no podía solamente soltarse sus sentimientos como si fueran parte de una conversación común y corriente, pero si comenzaba a tirarle un discurso poético estaba seguro de que Jinho se burlaría de él, después de todo su relación no era exactamente amorosa además de que no era nada bueno con las palabras y terminaría diciendo una estupidez.

-Yo...- comenzó a hablar bajando la mirada sintiéndose cohibido.

-¿Tú?- cuestionó el castaño ansioso.

-¡Seamos novios!- soltó antes de levantarse del sillón y comenzar a correr hacia su habitación cerrándola con seguro.

Por otro lado, Jinho comenzaba a reír delicadamente colocando sus pequeñas manos sobre su rostro cubriéndolo sin dejar de carcajear sintiendo calor en su rostro, sabía que tarde o temprano algo así pasaría, pero nunca pensó que Wooseok lo diría de aquella manera. Después de dejar pasar varios minutos mientras observaba detenidamente al televisor apagado y se enfocaba en su reflejo disfrutando de la boba sonrisa que esbozaba, decidió levantarse caminando a paso lento hacia la habitación del contrario.

Tocó un par de veces sin obtener respuesta hasta que escuchó unas fuertes pisadas que se detuvieron cuando estuvieron en frente de la puerta, luego volvió a escuchar algo, esta vez se trataba del enorme cuarpo de Wooseok siendo recostado sobre la puerta, decidió copiar los movimientos del menor tomando asiento sobre el helado piso teniendo como soporte a la puerta de manera.

-¿Sabes?- cuestionó el castaño entre suspiros -me agradas mucho, Wooseok-

-Esperaba otro tipo de respuesta- respondió el mencionado del otro lado del la puerta, su voz sonaba tranquila, como si ya supiera la respuesta del pequeño sin tener que escucharla.

-Ah- soltó comprendiendo la petición del más alto -¿te refieres a la respuesta a esa pregunta?

-No fue específicamente una pregunta, pero sí- respondió sin dejar su tonalidad relajada.

-Entonces... seamos novios-

↳˳⸙;; ❝ Gracias por leerᵕ̈ ೫˚∗:

Me vengo presentando, soy el hijo de la chingada que no actualizó en casi un mes... losamonomeabandonenplocs. Me costó un webo escribir este capítulo así que espero que les guste uwu.

Mañana actualizo Crystal Boy por si lo tenían de duda.

Eso es todo por mi parte, espero no tardarme tanto para escribir el siguiente cap, si ven algún error no duden en comentarlo para que pueda corregirlo.

-TaroFlavor.

Big Manager. [Wooho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora