DESPUÉS DE QUE TODO CAMBIARA #1 (COMPLETA ☑️)

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Alec POV'S

Hace un año y medio que estoy metido en carreras ilegales y que ayudo a mis amigos a vender algo de drogas (aunque no las consumimos). Eso sí, lo que nunca me imaginé es que me llegaría una llamada hace un mes aproximadamente de un hombre al parecer bastante importante entre las mafias ilegales de droga de Madrid para que le entregase un pedido. Y mucho menos pensé que ese hombre iba a ser Martín, el padre de Alaia. Hace mucho tiempo que no lo veía. Todos pensamos que cuando se fue se iría para no volver y que jamás aparecería por Madrid. Mira por donde, la vida a veces te sorprende.

Hace un mes:

Entraba en una calle bastante desierta de Madrid. Unai me había mandado a entregarle un pedido de droga a uno de los jefazos más importantes de las mafias de droga de la ciudad y yo, había aceptado. Era mi amigo. No lo podía dejar tirado. Además, el encargo era fácil. Entrego la droga, me dan el dinero y me largo. Ni más, ni menos. O eso pensaba.

En cuanto llego al lugar donde había quedado me sorprendo. Hay dos hombres bastantes altos y fuertes esperándome en la entrada de lo que parece ser un edificio muy antigüo. Nada más entrar puedo observar que hay una puerta abierta y que un hombre me está esperando en lo que parece ser un despacho. Entro y cierro la puerta. Entonces hablo:

-Buenas noches señor. Aquí tiene su pedido: 200 kilos de droga -digo sin ningún atisbo de emoción en mis palabras.

-Muy bien Alec. Veo que finalmente has venido tu y no Unai -dice el hombre que está sentado de espaldas a mi. Esa voz... Esa voz me suena de algo. No puede ser cierto.

-¿Martín? ¿Es usted? -pregunto confuso. De repente el hombre se gira mostrando su rostro y confirmo mis sospechas. Es él.

-Vaya Alec, veo que todavía te acuerdas de mi chico. ¿Que tal estás? - me pregunta antes de darme un abrazo que me deja sin respiración y no porque me este apretando sino porque estoy jodidamente aturdido y flipando por lo que estoy viviendo. ¿Alaia sabrá que su padre es uno de los mayores narcotraficantes del país? ¿Y que además es uno de los jefazos en Madrid? Esto es demasiada información.

-Escúchame Alec. Se que tienes muchas preguntas y, tranquilo, te contestaré una por una. Antes escúchame. A lo mejor te las resuelvo contándote mi historia y cómo llegué hasta aquí.

Antes, cuando eráis pequeños Alaia y tú, como bien sabes, yo formaba parte de una empresa económica muy importante del país. Las cosas se torcieron. Mis jefes me engañaron metiéndome en un proyecto que no era el adecuado, con inversiones imposibles de realizarse y con muchísimo dinero de por medio. Como sabes, el dinero mueve al mundo y, por desgracia, la empresa no cumplió las espectativas. Los negocios empezaron a fallar, la banca comenzó a caer y a mis jefes los mataron antes de que pudiésemos hacer nada. Estábamos negociando con personas que no eran de fiar y lo sabíamos, así nos fue.

Yo intenté escaquearme, intenté por todos los medios que la ola de sangre y venganza no me salpicara por los negocios mafiosos que hizo la empresa pero no lo logré. Me amenazaron. Me dijeron que o formaba parte de su grupo o a partir de ese momento me podía despedir de toda mi familia porque no la podría volver a ver con vida nunca más. Ante esto, no me quedó más remedio que ceder y darles lo que me pedían. No podía arriesgar el futuro de mi mujer y de los niños. Asi que decidí que lo mejor era marcharme y dejar que ellos si pudieran tener una vida como se merecían. Se que quizás no fue la mejor forma pero preferí hacerlo de esta manera para que no se enteraran de nada y asi estar seguro de que esto no les perjudicaría.

Hasta ahora esto fue bien. El problema es que, hace unos meses, descubrí que estoy vigilado. Como verás soy uno de los narcotraficantes más importantes del país y muchos darían todo por estar en mi lugar. Quieren mi cabeza Alec y saben que para llegar a tenerla antes tienen que coger a la persona más importante para mi. Alaia.

No hice que vinieses hasta aquí para que me trajeras droga. Vine para pedirte un favor por el que te pagaré muy bien. Necesito que protegas a Alaia. Yo no puedo. Se que tú puedes hacerlo. Estás metido en cosas ilegales y te sabes defender muy bien. Por eso confío en ti. Te he estado vigilando y se que a pesar de que estés metido en esas gamberradas jamás pasarás a ser el monstruo que soy yo. Por favor Alec, necesito que cuides de mi hija. Yo no sé si podré hacerlo como hasta ahora.

-¿Por qué cree que yo si puedo hacerlo? Tengo la misma edad que su hija y no soy un guardaespaldas. Además, hace mucho que no estoy bien con su hija. Más bien desde que usted se fue. Desde ahí todos cambiamos. Ella cambió. Ya no es la misma niña risueña. Y no es la Alaia que yo conocía Martín -digo con un cúmulo de emociones en el pecho ahora mismo.

-Alec sé que lo que dices es cierto. No te pido que seas su guardaespaldas. Simplemente que seas su amigo, su compañero, acompañante o como lo quieras llamar. Necesito que estés a su lado. Yo te pagaré por ello y además, os pondré vigilancia a ambos siempre para intentar que ninguno sufráis daños pero, como comprenderás hay en lugares y sitios en los que no puedo estar pendiente de mi hija y tú Alec, tú si puedes. ¿Qué me dices? -me pregunta intrigado.

-¿Y como haré para estar cerca de ella? Ya le dije que ya no estamos como antes.

-Alec, eres inteligente, sabrás como hacerlo. Además sobornaré al instituto o a quien haga falta para ayudarte a estar más cerca de ella. Tu por eso no te preocupes. Obviamente, no hace falta que te diga que no le digas ni una palabra de esto a nadie y mucho menos a ella. Confía en mi. ¿Y bien?

-De acuerdo. Acepto -digo decidido.

Hace un mes de esto. Hemos empezado las clases y la he vuelto a ver. Está igual de guapa que siempre. Alta, delgada, morena por el verano, con sus ojos verdes, cabello marrón oscuro liso y su mal genio. Podría estar con quien le diera la puta gana y no lo hace. Es distinta. Eso es lo que siempre me ha gustado de ella. La protegeré. Lo prometí y yo todo lo que prometo lo cumplo. Empieza el plan.