DESPUÉS DE QUE TODO CAMBIARA #1 (COMPLETA ☑️)

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Pasajeros con destino a Nueva York, diríjanse hacia la puerta de embarque.

-¿Estáis nerviosas chicas? -pregunta Martina con un tono de emoción palpable. 

-Mucho Mar !! No me puedo creer que vayamos ya a embarcar ! Que emoción ! -dice Ari- ¿Y tú qué Al? ¿Qué se te pasa por esa cabecita pequeña? -me pregunta con una sonrisa de oreja a oreja. 

-Pues se me pasa por la cabeza que os voy a tener que aguantar durante todo el viaje gritando como unas locas empedernidas -me miran mal ambas por supuesto- Que no... Es broma chicas. Creo que lo vamos a pasar genial la verdad. Va a ser un viaje inolvidable -les digo imitando su forma de hablar. 

-Eso no lo dudes querida. No lo dudes... -me dice Ari con una mirada extraña que no logro descifrar. 

-Venga anda, vamos a sentarnos en nuestros sitios que sino, el avión va a despegar con nosotras de pie -dice Martina. 

-Chicas, una cosa. ¿Os habéis fijado que tenemos asientos separados? ¿Por qué no vamos juntas? -pregunto incrédula. 

-Emm, es porque cuando cogí los billetes de avión, me dijeron que ya estaban todas las plazas cogidas, excepto estas, por lo tanto era o esto o nada. No empieces a quejarte Al, que acabamos de empezar la aventura -dice Ariadna hablando exageradamente rápido. 

-Está bien, está bien. Me callo entonces. A fin de cuentas a mi me ha tocado la ventanilla asi que por mi perfecto. 

Me acomodo en mi sitio. Dejo la mochila a un lado y agradezco en mi mente que gracias al padre de Ari nos podamos permitir viajar en primera clase ya que todos los asientos son mucho mas espaciosos. Por lo menos no vamos como sardinas enlatadas. Después saco mis cascos y mi móvil del bolsillo de la chaqueta y me dispongo a escuchar música para amenizar el largo viaje. Cierro los ojos y descanso. 

No sé cuanto tiempo llevaba dormida cuando me giro y noto algo robusto y duro a mi lado. No abro los ojos. Estoy demasiado cómoda como para hacerlo. Huelo una colonia conocida y mis pelos se erizan. No me gusta nada. Abro los ojos lentamente y me encuentro con unos iris de color avellana que me miran fijamente. No puede ser. Miro a Ariadna echa una furia y la veo con Unai. Ambos me sonríen y ella me guiña un ojo. Capulla. 

Vuelvo a mirar a la persona que tengo a mi lado y veo que está disfrutando el momento. No digo nada. Me quedo callada. Me giro y me vuelvo a poner los cascos deseando que toda esta situación sea un sueño. Una pesadilla. De repente noto que se acerca a mi lado, me quita el auricular derecho de la oreja y me dice al oído en un susurro: 

-Descansa enana. Queda un viaje muy largo que hacer todavía -dicho esto me vuelve a poner el auricular en el oído y me da un beso en la mejilla. Yo no me muevo. Me hago la dormida, aunque sé que no sirve de nada. Él sabe que estoy demasiado despierta.