Capítulo 34

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—Asi que...se cayeron de la montaña, Kacchan te cuido hasta llegar a el hotel y él se negó a ver a un médico, ¿eh? —brotaba un aura negra desde atrás de el lindo pecoso.

Kirishima estaba muerto de miedo, nunca creyó que nadie más aparte que su madre con un zapato en la mano y Bakugou le generarían ese tipo de escalofrío como el que estaba teniendo viendo a Midoriya sonreír de forma macabra.

¿Que paso? Bueno, Izuku quería respuesta de porque su amigo llego al departamento a las cuatro de la madrugada con una venda en la cabeza, hematomas en el brazo derecho que iban desde su codo hasta el hombro y, otros moretones en la parte alta de la espalda que su remera no pudo cubrir.

Bakugou, por supuesto, no quiso explicar nada y le dijo que no tenía que preocuparse pero Midoriya no se conformo con eso por ende estaba en el salón de Administración, pidiendo una respuesta a Kirishima quien al ver el aura negra de el menor le soltó todo.

El rubio cenizo que estaba detrás del pecoso le miraba con odió porque sabía que ahora no habría poder humano que lo salvará de los cuidados de enfermero de Deku.

Y de un regaño peor que los de la bruja de su madre.

Deku volteó viéndolo enfadado y él bufo mientras el pelirrojo por instinto de supervivencia se hizo más chico en su asiento.

—No es para tanto —dijo Katsuki.

— ¿No es para tanto? —repitió el pecoso y apretó los puños — ¡¿Que no es para tanto?! ¡Date cuenta de lo que me acaba de decir Kirishima-kun! ¡¿Caer desde una montaña no te parece para tanto Katsuki Bakugou?! ¡Por All Might, ayer dijiste que no era nada cuando sí es algo! ¡¿Y como es eso que no te dejaste atender por un médico?! ¡Podrías tener trauma interno o un sangrado interno en la espalda por los hematomas!

Bakugou sintió como quedó sordo de su oído derecho mientras que Kirishima dio un chillido viendo cómo el pequeño e indefenso chico le gritaba una y mil cosas a el contrario.

En realidad, todos en el salón miraba aterrados a Midoriya.

Y una vez los ojos esmeralda empezaron retener lágrimas Bakugou supo que la había cagado feo con el chico frente suyo.

— ¡Te pudiste haber muerto y yo ni me iba a enterar! ¡Kacchan Idiota! ¡Tonto!

Con su mano derecha atrajo el cuerpo de el menor hacia el suyo dejando que llorara en su hombro, incluso Kirishima se paró como pudo ya que aunque no usaba muletas mover la pierna le dolía y le dio caricias en el cabello verde.

En cierta forma se sentía como si él y Katsuki estuvieran consolando a un hijo suyo.

Estúpido, si, muy estúpido.

—Joder, Deku deja de llorar —gruño Bakugou en su oído —Lo siento, ¿bien? Lo siento, nerd.

— ¿T-Te duelen tus heridas? ¿Al menos tomas medicamentos? ¿Cambiaste tus vendas? ¡Se podrían infectar! —pregunto alterado el pecoso separándose de el abrazo entre ellos.

Bien, ya no estaba llorando y aunque tenía el presentimiento que estaría enojado un tiempo podía hacer un poco de katsudon para que le perdonará rápido.

—Lo hice, ¿feliz?

Deku hizo un puchero, no le quedó de otra que descubrirse el antebrazo para que viera sus vendajes limpios.

— ¿No te duelen Blasty?

Bakugou volteó algo sonrojado debido a que había estado concentrado en hacer que Deku no llorara como magdalena que no se dio cuenta de lo cerca que estaba Kirishima.

¿Contigo? ¡Nunca! [TodoDeku] [KiriBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora