Capítulo 8

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Era una pesadilla.

Sí, si de eso debía tratarse.

Una simple pesadilla.

Izuku deseaba con toda el alma que sus ojos y oídos le estuvieran engañando, que su alarma sonará abruptamente o que Kacchan lo despertará por haberse vuelto a dormir en el sofá.

Pero no ocurrió ninguna de las situaciones que imagino.

Y aunque fuera un poco infantil de su parte procedió a... pellizcar reiteradas zonas de su brazo y al sentir dolor se dio cuenta que estaba en la realidad.

Una realidad que no quería afrontar.

Todoroki Shoto en la puerta de uno de los salones que pertenecían a las clases de anatomía avanzada, con un libro en la mano y la mochila colgando de su brazo, luciendo perfecto como siempre.

Llamando la atención de todo el cuerpo femenino de la universidad Yuei y de Izuku.

Claro que con sus diferencias, las chicas querían lanzarse sobre Shoto y el pecoso huir al continente más cercano.

Pero no podía hacerlo.

Ya había pasado un año y unos meses desde la última vez que lo había visto, Kacchan le había levantado el espíritu y dado confianza en sí mismo, no iba a permitir que eso fuera aplastado por el simple hecho de que el destino halla sido caprichoso en volver a poner a Todoroki en su camino.

Puedo hacelo, solo pasaré por su lado y entraré rápido a el salón, correré de ser necesario para que no me note.

El plan de Izuku tenía una única y fatal falla.

Ochako Uraraka.

— ¡¿Que haces aquí maldito infiel?!

La voz aguda de su amiga y como su cabello castaño se movió en el viento para ir hacia el bicolor fue lo que hicieron que tuviera que reaccionar.

Antes de que las pequeñas manos de su mejor amiga lastimaran a Todoroki.

— ¡Debería darte una patada a Júpiter por todo lo que hiciste pasar a Deku-kun! ¡¿Te das una idea de cuánto te lloró?! ¡¿Lo que sufrió?! —los ojos de la chica se cristalizaron — ¡Tendría que cortarte las bolas!

Todoroki no se mostró perturbado por las palabras de pequeña chica solo dejo que está le siguiera gritando y que con sus puños le golpeara el pecho.

No le dolía en lo absoluto.

Realmente esos golpes que le daba Ochako él creía que se los tenía más que merecidos.

— ¡Ochako, basta! ¡Déjalo!

Una cabellera verde hizo acto de presencia en su campo de visión y el bicolor temió estar alucinando.

¿Tan desesperado estaba por verlo que lo imaginaba sosteniendo a la castaña para que no lo golpeara?

— ¡Déjame Deku-kun! ¡Es un idiota! ¡Se merece que le corté las bolas! —reclamo Uraraka a su amigo que la sostenía por la cintura — ¡No lo perdonaré nunca!

—Midoriya...—susurro estupefacto Shoto.

La castaña de ser posible le vio más furiosa aún.

— ¡No te atrevas a decir su nombre! ¡Maldito!

— ¡Ochako, ya basta! ¡Está bien! —Izuku alzaba a su amiga y se tiraba para atrás para que no volviera a pegarle a Todoroki — ¡Calma! ¡Respira y suspira!

La castaña estaba a una de gritarle a él también pero como pudo logro arrastrarla hasta una área de el campus dónde por suerte ya no había nadie.

¿Contigo? ¡Nunca! [TodoDeku] [KiriBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora