¿Contigo? ¡Nunca! [TodoDeku] [KiriBaku]

Capítulo 40

—Querido Todo...no, eso no. Muy formal —volvió a borrar lo que había escrito — ¿Te gustaría ir...? No tampoco, suena más como una petición que una sugerencia que tal un ¿Hola...? No, son las nueve dudo que incluso esté despierto.

Izuku apoyo frustrado su cabeza contra la mesa de madera mientras la pantalla de su celular seguía en blanco ya que aún no sabía con qué palabras sugerirle a Shoto que fueran juntos a una galería de arte.

Ya había pasado una hora desde que el rubio se había ido, esperaba que la estuviera pasando bien a diferencia suya.

Miro otra vez la pantalla con una leve pizca de enojo.

Bueno...tal vez esté ocupado y me diga que no, así que no habría problema. Y podríamos acordar para otro día, no necesariamente hoy.

Pensamiento completamente razonable. El tema era tomar la iniciativa en cuanto a la invitación, el pecoso quería avanzar y el bicolor tal vez también hubiera estado esperando un momento para acercarse mejor a él.

Sin resultar herido.

Tecleo otra vez, decidido a que sería la última.

Hola Todoroki-kun, bueno verás hay una galería de arte a la cual me gustaría visitar ¿Te gustaría venir conmigo?

—Y...envíar  —apretó la tecla de su celular viendo como las tildes de enviado iluminaban la pantalla.

¿Ya podía arrepentirse y borrarlo?

Lo hubiera hecho de no se porque justo su celular vibro debido a una llamada entrante que le hizo dar un gritito y que contestará de forma inmediata.

— ¿H-Hola?

—Hola Midoriya, ¿donde es la galería y cuando quieres ir? —la voz de Shoto sonaba adormilada pero Izuku pudo detectar el tono alegre en ella.

Pero aún así se preocupó.

—Lo siento Todoroki-kun, ¿te desperté?

—Descuida, me alegro ver un mensaje tuyo.

El pecoso se sonrojo, apretó el celular contra su oreja y deseo que por todo lo sagrado Shoto no pudiera escuchar el palpitar de su corazón.

— ¿Y cuando es la galería?

—D-Dura hasta el martes de la siguiente semana —respondió con lo que sabía —Es cerca de Shibuya.

—Nunca he ido a Shibuya, no sé si estaremos bien en el tren, ¿pediríamos un taxi?

—En ese caso no me dejarías pagar —bromeo Midoriya.

Escucho la risa suave de Shoto, le hubiera gustado verlo.

—Tienes razón.

El pecoso apretó levemente sus labios, no quería arrepentirse de sus acciones pero tampoco arriesgarse.

Pero podía estirar un poco su mano y ver si está vez Shoto no se la soltaba o dejaba a la deriva, solo quería eso. Una prueba de que él en serio lo quería como decía y no lo volvería a lastimar, al menos no de una forma tan atroz.

Tomando un poco de valor de su interior inhaló e exhaló antes de volver a hablar para no trabarse o dudar.

—Todoroki-kun podemos ir sin la necesidad de el tren pero tendría que ser hoy, ¿que te parece?

—Te escucho.