Cuarenta y un.

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Su corazón se sentía confundido, los sentimientos eran extraños, admitía que aquello de Hansol le había alegrado el corazón pero por dentro seguía amando a su esposo,aquel dónde compartió muchos años agradables.
No podía aceptar aún a Hansol pues sentía que estaba mal estar con otra persona cuando su esposo estaba muerto pero a la vez sentía lo correcto pues su esposo se había ido y  lo había dejado solo en aquel mundo sin nadie en que sostenerlo solo Hansol.

Pues Hansol fue con quién compartió sus pesares y sobre todo aquel duelo cuando perdió a su amado, Hansol fue su amigo desde que era un bebé pues la familia Hong y chwe eran muy unidos, sus madres eran mejores amigas tanto que, cuando ellos nacieron sus madres no dudaron juntarlos, para hacer amigos, recuerda esos momentos en dónde estaba en los angeles, esos momentos de los cuales solía ir con Hansol a jugar en la unidad deportiva, básquetbol cuando solo tenían cinco años con sus madres, solo finjian jugar cuando en realidad solo se la pasaban pasándose el balón.

Hansol era la persona que más quería, pero, JeongHan estaba en sus pensamientos, aún amaba a su esposo y no podía soltarlo,aún no.

–¡Joshua,Deja de holgazanear y ponte a trabajar!

Escucho la voz de su jefe que, asintió disculpándose con aquel, estaba aún perdido en sus pensamientos, pero, aún así tenía que trabajar, su día fue prácticamente trabajar y hablar con algunos clientes, hasta la hora de salida, la noche había caído y su turno había terminado, iba a irse cuando de repente comenzó a llover.

"Genial" fue lo que pensó, soltando un suspiro,ahora llegaría a casa mojado,se aferró a su bolso para irse cuando sintió una mano en su hombro, volteó encontrándose con la mirada de Seungcheol, su corazón se sintió extraño que le sonrió sintiéndose suspirar.

–¿Te llevo a casa Josh?

Aғᴛᴇʀ ᴅᴇᴀᴛʜ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora