Aғᴛᴇʀ ᴅᴇᴀᴛʜ.

Siet.

El cielo estaba gris, gritos infernales se escuchaban, llantos de un dolor tan fuerte por parte de la madre de su difunto esposo,  Joshua estaba devastado que sentía que todo estaba pasando tan rápido.

La misa de cuerpo presente de su esposo para el fue lo más doloroso, ver a su esposo en aquel féretro sin vida y con los labios sin color le dolía, saber que ya no estaría más en su vida le dolía y el simple hecho de saber que ahora le había dejado solo no lo soportaba,cada vez que avanzaba el tiempo para el lo sentía más pesar, sentía cada vez más el dolor punzandole el corazón una y otra vez que incluso el llorar estaba cortándose que aquel dolor, sus pisadas se sienten más pesadas cada vez que camina, llega la parte más dolorosa que toda persona desea no conocer y es cuando es hora de sepultarlo, no quiere dejarlo ir, no quiere que se vaya de su vida porque sabe que sin él todas sus fuerzas se van, todos sus sueños y aspiraciones se van y el se queda solo como un perro abandonado, recuerda todo lo que se prometieron y siente punzar el pecho, abrazaba con fuerza la caja donde llevaban a su esposo, niega a qué lo entierren, llora desconsolado que su cuñado tiene que separarlo del féretro de su hermano.

Joshua siente el alma irse, sabe que es el último adiós, puede observar la gente susurrar de el pero para el ya es lo de menos, solo desea que aquello sea una pesadilla pero sabe que no lo es y que todo lo que está pasando para él es como una pesadilla

Recordar todas sus metas que habían planeado y esos besos tan apasionados que se daban cada vez que se veian o recordar su sonrisa, sus ojos, sus labios sabor a fresas y esa risa hacía que quisiera llorar más, saber que su esposo estaba  muerto le hacía sentir mal, el cura los acompañado hasta donde lo sepultarian y diciendo las últimas oraciones antes de enterrarlo le pidió a Joshua que dijera unas palabras antes de que JeongHan fuese sepultado,tomo el micrófono que el cura le ofrecía y comenzó a dar su discurso de despedida de su esposo pero cada vez que las palabras salían de sus labios sentía un hueco enorme en su corazón.

– gracias a todas las personas por estar aquí presente acompañándonos en estos momentos más doloroso para mí y la familia Yoon,Jeonghan... Jeonghan fue un buen esposo, fue un hombre lleno de aspiraciones y metas, nunca se dejó ver mal o rendido ante una situación, el fue un ejemplo para todos incluso para su propia familia, el fue un gran hombre al igual que un ejemplar hijo y hermano, lo amo demasiado  y respeto tanto, el me enseñó bastantes cosas y me ayudó cuando más necesite el fue mi compañero de vida con quién me case hasta jurar que todo acabaría cuando la muerte nos separara.– puede sentir el nudo en su garganta que se obliga a sonreír.– nadie se compara como él, el fue un gran hombre y como la gran persona que fue se le hicieron sus peticiones que el escribió antes de morir, se donaron sus órganos a personas que lo necesitaban como el quería y se dono el dinero que estábamos recolectando para ayudar a una fundación de personas discapacitadas, el es un ángel y  ahora ... –sintió su voz quebrarse cada vez más hasta el punto en el cual una lágrima cayó por su mejilla.– ahora está en un lugar mejor, en un lugar donde el dolor no se siente, donde todo es paz y felicidad, dónde se que nunca va a sufrir y está ayudando a quienes lo necesitan, ahora está ....

Ya no pudo seguir más por qué las lágrimas lo traicionaron que comenzó a llorar, Hansol mejor amigo de la universidad donde estudió Joshua que se encontraba ahí,lo abrazo para consolarlo, cuando lo abrazo se rompió a llorar entre los brazos de su mejor amigo mientras veía como el ataúd de su esposo estaba siendo enterrado, la familia de su esposo lloraba y las alabanzas se escuchaban, estaba destrozado, acabado para el en aquellos momentos su alma se había ido y un hueco en su corazón se había formado.

«Y un par de lágrimas rodaron suplicando que el estuviese vivo.»