Stay With Me. [SeungPyo - X1]

38-. ESPERA.

Los días pasaban volando y no concedían a Seungwoo tiempo para detenerse y reflexionar. Había leído ya la mitad del libro y una cuarta parte del diario del líder, pero uno no parecía tener relación con el otro.

Hasta ahora, la primer lectura se basaba en historias trágicas o románticas de personas con una marca de luna. Y el diario del líder sólo hablaba sobre deberes y un poco de su familia.
Pasaba las tardes en casa leyendo y anotando lo mejor que pudo cosas que le parecieron relevantes.
Por la noche, Seungwoo trataba de mantenerse despierto y atar los cabos sueltos, pero en cuanto tocaba la comodidad de su nido y su omega se enredaba a su alrededor, caía profundamente dormido.

Dongpyo, por su parte, había estado ocupado ayudando con los preparativos de las festividades.
Descubrió una tarde, cuando buscaba a Kokoro para preguntarle algo, que Minhee tenía mucho trabajo en éstas fechas y cuando ambos fueron a ayudarlo, comenzó su aprendizaje para tejer y bordar (que no se le daba nada mal) también descubrió que la vida de las personas corría con naturalidad; Eunsang estaba intentando cortejar a Minhee, quien parecía feliz pero a la vez indeciso.
Hangyul había sacado a Dohyon de casa del líder y ambos pasaban mucho tiempo ayudando a la gente con cualquier tarea pendiente.
Jinhyuk no se separaba ni un momento de Wooseok, y éste último no tenía muy buenas pulgas últimamente, así que comenzó a enseñarle a cocinar; no fue un total desastre, después de quemar los primeros dos pasteles, todo fue tan fluido como si no hubiese pasado nada.
Seungyoun y Hyeongjun la pasaban juntos, pues cuando recibían regalos debían estar presentes y porque eran invitados a muchas fogatas, y habían intentado asistir a todas, incluso si sólo era para saludar.

Y sin dudar, Dongpyo y Seungwoo también pasaban mucho tiempo juntos, aunque no siempre solos.
Asistían a las fogatas, a los que amablemente eran invitados; pasaban tiempo con Wooseok ayudándolo a preparar panes y pasteles; Hyunjoo venía y pasaban tiempo jugando con ella o contándole historias.
Uno de los pocos momentos donde sólo eran ellos dos, era cuando visitaban la biblioteca. Dongpyo había decidido ayudar a Seungwoo con su investigación, pues habían encontrado que la mayoría de las historias en el libro del escriba, describía a alguna persona con marca de luna como líder de alguna manada, lo cual no parecía ser una verdad, pues no habían encontrado nada en los documentos que hablara sobre ello.

—¿Entonces todas las historias son inventadas? —preguntó Seungwoo con preocupación, el hecho de que la respuesta pudiera ser afirmativa sólo lo afligía, pues había dedicado mucho tiempo en esto—. ¿Alguien tiene una mente así de grande?

Dongpyo, que había estado la última hora leyendo unos documentos muy gastados y difíciles de leer, no tuvo una respuesta. Lo cierto era que no quería creer que todo fuera un invento, pero todo apuntaba a que era así.
Había leído documentos, diarios, notas, cartas y todo papel que estuviera en aquella biblioteca, pero no hacían mención de las marcas de luna (más que cortas referencias) y no aparecía ningún nombre mencionado en el libro.

—Sigo pensando en esos documentos que los solitarios se llevaron de la biblioteca del Oeste —añadió Seungwoo—. Deben ser importantes, pueden ser lo que falta.

—Puede ser. Pero ¿por qué sólo esa manada los tendría? —dijo Dongpyo, llevó su mirada hasta la ventana, donde se podía ver el atardecer comenzando a pintar el cielo—. Y sigo sin entender por qué no hay más que una simple leyenda sobre las marcas de luna, sabemos que son reales... tú y yo estamos aquí. Así que debe haber o hubo alguien más...

Seungwoo apoyó la cabeza sobre la mesa. Había tantas preguntas.

—Todo parece relacionarse con las marcas de luna —dijo—. Pero no sabemos nada sobre ellas.

Dongpyo podía sentir la tristeza de Seungwoo vertiéndose como propia en su corazón. Se inclinó sobre él, hasta apoyar la barbilla en su hombro y le acarició la espalda de arriba a abajo con la mano.
Sabía que para el alfa era frustrante no obtener resultados, el tiempo no se detenía, la luna nueva estaba por llegar y después de eso faltaría poco para que el deshielo comenzara.
Incluso él estaba preocupado, no quería que el día del combate llegara, porque una parte de él le decía que ese no sería el final, si todo en realidad era más grande que ellos, no se iba a detener con facilidad.