40-. LUNA.

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Dongpyo despertó de sobresalto, se quedó mirando el techo mientras intentaba recordar lo que había soñado, se sentía inquieto pero no recordaba con exactitud su sueño.
Se ladeó con cuidado y el brazo que siempre estaba envuelto en su cintura por las mañanas pareció apretarse más.

Se acurrucó más al costado del alfa, apoyando la cabeza en su hombro, no sin antes dejarle un beso en la barbilla. La habitación ya estaba completamente iluminada y eso le hizo recordar qué día era; no pudo evitar la oleada de emoción que lo recorrió por completo.

—Seungwoo... —llamó con suavidad, no recibiendo más que un quejido adormilado, intentó incorporarse pero el alfa tiró de él, echándolo sobre su cuerpo—. Es un día importante...

Era la primera vez que celebraría la luna nueva, estaba muy ansioso por saber cómo era la celebración.
No quería perderse ni un minuto de éste día, aunque concedió uno cuando el alfa tomó una profunda respiración en su cabello. Amaba mucho eso.

—Hay muchas cosas que hacer —intentó de nuevo, aunque acomodó la cabeza en el pecho del alto de modo que pudiera escuchar el latido de su corazón.

—Uhm, es muy temprano —respondió el alfa con voz lenta y tremendamente suave.

—Pero tú siempre despiertas temprano.

—Hoy no —replicó Seungwoo, coló su mano debajo del suéter del menor y acarició lentamente la cálida piel.

Dongpyo cerró los ojos cuando la otra mano comenzó a acariciarle el cabello. Se sentía muy bien. Pero no olvidaría su punto.

—Seungwoo... no quiero dormir —se quejó, aunque no hizo el menor intento de alejarse.

—Sólo un momento.

El menor se sostuvo de los hombros del alto e intentó subir un poco, el alfa lo ayudó tomándolo de los muslos, así sus rostros pudieron estar uno frente al otro.

—¿No peso mucho? —preguntó el omega con suavidad mientras acunaba el rostro del alto entre las manos.

—No... —dijo Seungwoo, alzó la barbilla, buscando los labios del omega, antes frotando sus narices juntas—. Buenos días.

Dongpyo se inclinó hacía adelante, rozando sus labios en una suave caricia y sonrió un poco cuando el alfa gruñó. Le gustaba tener ése efecto, que Seungwoo lo quisiera. Después finalmente presionó sus labios juntos en un beso lento y duradero.

Minutos más tarde ambos salían de casa, con los labios rojos y mejillas sonrosadas.
Dongpyo abrió y cerró las manos, sus guantes le gustaban mucho.
Entraron a casa de Wooseok por la puerta trasera y soltaron un suspiro al mismo tiempo por el aroma de pan caliente.

—Buen día Wooseok, Jinhyuk —saludó Dongpyo al entrar en la cocina.

Wooseok se acercó a él y lo abrazó, ambos omegas se balancearon de un lado a otro durante algunos segundos.

—Buen día. Gracias al cielo has llegado, Jinhyuk no para de comerse el pan —se quejó Wooseok mientras se alejaba y volvía a la mesa—. ¡Sólo le pedí que espolvoreara azúcar!

—Es que haces el mejor pan del mundo, precioso —replicó Jinhyuk, besó la mejilla de su omega y tomó otro pan para después alejarse rápidamente, evitando el manotazo—. Ven aquí Dongpyo, mereces un abrazo.

Dongpyo sonrió y se acercó para abrazar al alfa, quien lo abrazó fuertemente. Detrás de ellos Seungwoo gruñó, pero se limitó a acercarse a la mesa y tomar un pan, recibiendo un manotazo de parte de su hermano.

—¿Y eso por qué fue? —se quejó.

—Por gruñón, y porque son para los niños —replicó Wooseok—. Ustedes dejaron de ser niños hace mucho tiempo.

Stay With Me. [SeungPyo - X1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora