Stay With Me. [SeungPyo - X1]

21-. COMPROMISO.

Sus padres fueron grandes amigos y hermanos de lucha, por ello Seungwoo conocía a Seungyoun desde que tenía memoria. Crecieron y entrenaron juntos, compartiendo los años de aprendizaje más importantes de sus vidas.

Así que cuando Seungyoun le dijo que aceptaría el compromiso con el hijo del líder del Sur, no pudo evitar que la sorpresa y decepción bañaran su rostro, incluso si no quería parecer de esa forma, le fue inevitable.

Seungyoun suspiró y recargó los codos sobre el escritorio de madera, dejando su barbilla descansar en la palma de una de sus manos.

—Bueno, al menos sé que me consideran una buena persona, como para que todos reaccionen de la misma forma —dijo con voz extrañamente suave.

—Lo lamento, Seungyoun, pero estoy bastante sorprendido.

—Debí suponerlo, aunque debo admitir que no era algo que planeaba, voy a explicártelo...

Seungwoo se inclinó hacía adelante, tocando con el dedo índice el borde del escritorio.

—No tienes que explicar nada, Seungyoun. Estoy seguro de que has tomado la decisión que consideras correcta.

—Debo contártelo, hay algo curioso en ello.

El líder se levantó lentamente y caminó hasta la ventana, recorrió las cortinas y observó un momento afuera, donde la nieve lo cubría todo.

—En un principio iba a declinar la propuesta del líder Jaehun, pero Hyeongjun vino a hablar conmigo y me pidió que aceptara —Seungyoun se giró, observando la expresión confundida en Seungwoo—. Lo curioso es que, parece ser que el líder del Este ha estado moviéndose durante los anteriores meses, y había hecho una propuesta de compromiso para Hyeongjun, no sé si para él o su hijo, pero estaban y están, buscando alianzas... peculiares.

—¿Así que estás ayudando al omega con eso?

—Algo así, Seungwoo, pero escucha con atención. El líder del Este ha estado reuniéndose con algunos solitarios, como ya sabrás, son lobos que fueron desterrados de sus manadas, pero siguen siendo lobos y necesitan una manada, así que forman sus propias manadas, y no son muy amables que digamos.

—No sé por qué no me sorprende —dijo Seungwoo con seriedad—. Pero parecen estar buscando algo grande, se mueven demasiado por algo que se puede solucionar fácil.

Quizás estaban sobre-pensando la situación, pero todo era raro y sospechoso desde que alegan un compromiso inexistente. ¿Por qué arriesgarse tanto al mentir con ello? ¿Por qué mentir siquiera? Era algo con lo que debían tener precaución y estar preparados.

—Le pedí a Yohan que fuera a hablar con esos lobos —agregó Seungyoun —. Debe estar por volver y espero traiga consigo información mínimamente importante.

—¿Lo has enviado solo?

—Lo he hecho —dijo el líder, observando con cautela la expresión preocupada en el rostro del otro alfa—. Yohan es muy inteligente, confío en que todo saldrá bien. No hay que preocuparnos.

—Me hubiera gustado acompañarlo...

—No quise molestarte —dijo Seungyoun, alzando una ceja—. He escuchado que estás ocupado con tu cortejo.

Seungwoo sonrió, no pudo evitarlo, toda la situación del cortejo lo hacía sentir cálido y feliz, tamboreo los dedos en la madera del escritorio.

—Sí —dijo, asintiendo ligeramente con la cabeza—. ¿Quién te lo ha contado?

—Me he topado esta mañana a Wooseok en la cocina —Seungyoun volvió a su silla detrás del escritorio y se sentó—. Parecía emocionado por contarle a quien sea que estuviera dispuesto a escuchar.