41-. CELESTE.

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Cuando el grupo dejó de tocar la melodía calmada y siguió con una más alegre, las personas comenzaron a bailar entorno a la gran fogata.

—Seungwoo, hay que bailar —dijo Dongpyo mientras se colgaba del hombro del alto.

—No estoy seguro —respondió el alfa, Dongpyo se inclinó y le mordió la mejilla suavemente, haciéndole soltar un suspiro—. Vale, está bien.

Dongpyo se levantó emocionado y tomó la mano de Seungwoo en cuanto éste se levantó.
Cuidadosamente pasaron entre las personas que bailaban y encontraron un espacio dónde colocarse.
Seungwoo se puso un poco nervioso cuando Dongpyo le agarró las manos, le colocó una en su cintura y le agarró la otra fuertemente.

—¿Por qué estás viéndote tan lindo ahora? —cuestionó Dongpyo al ver a su compañero actuando tímido—. Me encanta, en realidad.

Seungwoo se inclinó y le dejó un pequeño beso en la frente.

—Debe ser porque estás especialmente hermoso ésta noche.

El menor se sonrojó y apartó la mirada, causando una risita en Seungwoo.
Bailaron con bastante gracia para la poca práctica que ambos tenían, pero después perdieron el ritmo; se desplazaban de un lado a otro lentamente, daban vueltas y se reían cuando se mareaban.
Al final, cuando la música terminó, estaban más cansados por las tonteras que otra cosa.

—Ven, vamos a tomar algo —dijo Seungwoo, tomó de la mano a Dongpyo y lo guió a través de la multitud, hasta una gran mesa.

Mientras se servían copas con jugo de uva, notaron que todos volvían a sentarse y a Seungyoun levantándose de donde había permanecido sentando.
Volvieron a su lugar, donde Wooseok parecía medio dormido en el regazo de Jinhyuk. Se sentaron y aguardaron con las copas en mano, mientras todo se quedaba en un silencio que sólo era roto por el susurro del viento y el canto de los grillos.

—Buenas noches —comenzó el líder, usando una voz gentil pero firme—. Ésta es la primera vez que me dirijo a ustedes como líder, y soy bendecido por poder hacerlo en una noche tan especial. Podemos alzar la mirada al cielo y agradecer a la Luna por la vida que nos ha dado, por proveernos alimento y por no abandonar nuestros corazones. Recordemos a quienes se fueron, y recordemos a quienes vendrán...

En esa última parte dirigió su mirada a Wooseok, que estaba al borde de las lágrimas mientras mantenía ambas manos sobre el estómago.
Seungyoun se volvió hacía Hyeongjun y le ofreció la mano para ayudarle a levantarse.
Una joven de cabello blanco se acercó a ellos con una bandeja y les ofreció sus copas.

—Oremos por la prosperidad de nuestro pueblo, y por nuestras familias —dijo Seungyoun, tomó la mano de Hyeongjun y alzó la otra donde sostenía la copa—. Un nuevo año nos espera, limpiemos nuestros corazones y tomemos en él la fe.

Todos alzaron sus copas y aullaron al cielo, donde la luna resplandecía con luz celeste.
Dongpyo aulló también o al menos hizo su mejor intento, agradeció mentalmente por lo que había obtenido y bebió de su copa mientras una extraña paz lo inundaba.

—Te amo, dulzura —le susurró Seungwoo.

En realidad era muy bendecido, Dongpyo volvió el rostro y le dejó un beso sobre los labios.

—Te amo, te amo mucho —susurró de vuelta.

La música volvió a sonar y todos volvieron al ambiente festivo, bailando, riendo y chocando sus copas. Dongpyo observó a Seungyoun bailando con Hyeongjun, y las personas alrededor aplaudían con alegría. Estaba feliz de que el omega se estuviese divirtiendo.

—Quiero bailar, Jinhyuk —se quejó Wooseok—. Por favor.

—Pensé que querías dormir —respondió Jinhyuk y recibió un gruñido a cambio—. Está bien, precioso, bailemos un poco.

Stay With Me. [SeungPyo - X1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora