Aquella noche estaba en la cama, completamente despierto, mirando el techo. Había sido un día lento y aburrido, quizás porque estuvo todo el tiempo inquieto, como si faltase algo, pero no sabía qué.
Después del desayuno había ido con Wooseok a la habitación de Sojung para hacerle compañía. Ella no hablaba mucho, parecía más distante y decaída. Dongpyo se sentía culpable por no poder hacer nada para ayudarla, estaba muriendo y ella no quería que nadie tocara el tema, cuando alguien se atrevía prefería ir a encerrarse en su habitación y no salir. Así que eventualmente dejaron de presionarla con eso y comenzaron a tratarla con más atención.
Por la tarde fue con la familia que criaba a las cabras y le ayudó a batir la leche para hacer mantequilla. De allí había ido con Minhee para ayudarle a terminar de tejer algunos suéteres, Eunsang le había enseñado las recetas de algunas mermeladas, estuvo allí hasta que le dio uno de sus episodios de mareos-náuseas y lo enviaron a casa a descansar. Así que ahora estaba de mal humor, esperando a que Seungwoo viniera y lo llevara a las reuniones que tenían con el líder todas las noches, de las cuales se había hecho partícipe después de quejarse porque no lo incluyeran cuando él había sido quien comenzó todo. Con relación a eso había otra cosa que aumentaba su mal humor, que Seungwoo estuviese tan ocupado. Se iba toda la mañana a entrenar, por la tarde estaba con los vigías y algunas noches se iba también a algún lugar en el bosque. No es que dejara completamente de lado a Dongpyo, porque durante el día lo buscaba por el pueblo, gruñía a otros alfas que estaban cerca y le daba uno de esos besos que lo dejaban sin respiración, pero el omega quería más. Quería que estuvieran juntos todo el tiempo y se enojaba consigo mismo por ello, porque no quería ser una sanguijuela.Cuando Seungwoo entró a la habitación, Dongpyo se apresuró a levantarse de la cama y se lanzó a sus brazos, gimiendo suavemente cuando el mayor lo estrechó contra su pecho.
—Hola, dulzura —le dijo Seungwoo, mientras le plantaba un sonoro beso en la cima de la cabeza—. Seungyoun ha cancelado la reunión de concejo de hoy, ha preparado una cena para todos.
—Vale —dijo Dongpyo, con un pequeño gruñido. Seungwoo no sólo olía a si mismo, todo cálido y atrayente, también había un poco de los aromas de otras personas, y eso no le gustaba nada. No lo quería oliendo a nadie más. Frotó el rostro contra su cuello y después lamió la cálida piel, ganándose un gruñido.
—Tenemos que ir a la cena —dijo Seungwoo, pero sin convencimiento, le gustaba que Dongpyo no quisiera que oliera a nadie más. Cerró los ojos y deslizó las manos por los costados de su omega, subiendo y bajando hasta engancharse en su cintura.
Dongpyo hizo un sonido «uhm» para hacerle saber que escuchaba, pero siguió olisqueado y lamiendo con cierta desesperación. Cuando estuvo satisfecho se separó y notó el brillo en los ojos de Seungwoo, un escalofrío le recorrió la columna, amaba la intensidad con la que lo miraba. El alfa agachó la cabeza hasta su cuello, tomando una profunda y prolongada respiración.
—Hueles tan bien —murmuró, dejó un beso sobre la marca y se alejó—. Ahora vamos que me muero de hambre.
Dongpyo acarició su estómago, también tenía hambre, su boca se volvía agua de sólo pensar en la comida deliciosa que esperaba. Tomó la mano de Seungwoo y entrelazó sus dedos.
La cena era en el comedor de jardín de la gran casa, una mesa de madera a la altura de las rodillas, con enormes cojines como asientos, rodeada de helechos y floreros con esponjosas flores silvestres. Hyeongjun, Wooseok y Jinhyuk ya estaban sentados, mientras que Seungyoun hablaba en una esquina con Hangyul, Seungwoo se acercó a ellos.
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Stay With Me. [SeungPyo - X1]
RomanceUna leyenda entre los lobos dice que cuando naces y en tu muñeca derecha hay una marca, es porque en el mundo hay también otra persona, sólo una, que tiene esa misma marca también. Y eso significa que sus almas están entrelazadas por un amor que sur...