quatre.

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E d w a r d.

-Déjala, necesita estar sola.-me dijo su madre.

-Lleva muy rara desde ayer, no entiendo que la ocurre.-me senté en la cama al lado de mi madre.

-Ella es así, es muy cerrada con las personas. No la gusta relacionarse con nadie, a medida que pase el tiempo la entenderás, te lo aseguro.-sonrió.-Sólo dale tiempo, ¿vale?-su tono era esperanzador.

-La considero una buena amiga, no me gustaría perderla.-suspiré.

-Se encuentran pocas como ella.-dijo mi madre de repente. La miré y sonreía, parecía algo menos dolorida que antes.

-Sí, supongo...

H o l l y.

Mi teléfono sonó alrededor de 12 veces, pero seguí ignorándolo. ¿No me pueden dejar tranquila ni un segundo? Ojalá tuviera el poder de parar el tiempo para estar tranquila.

Cogí una piedra y la tiré al lago, haciendo ondas en la superficie del agua. Tiré otra, y otra... Y así hasta que sonó el teléfono por decimosexta vez. Lo cogí, le quité la batería, se la volví a poner y lo guardé sin encenderlo.

* * *

En pocos minutos estuve en mi casa, que afortunadamente estaba vacía. Mi madre aún seguiría en el hospital con Samantha, supongo. Apreté el botón del buzón de voz del teléfono fijo de mi casa para ver si tenía algún mensaje, y en efecto. Tenía uno.

"Hola Holly. Soy Roxan, me preguntaba si... Bueno, sí mañana te gustaría venir a mi casa y hablar... Sólo si quieres... Ehm...

Llámame, por favor."

Roxan... Luego la llamaré, ahora no me apetece hablar con nadie. Fui a mi habitación y me tumbé en la cama boca arriba. Tenía algún que otro póster colgado en el techo, y fotos de todos los lugares a los que he ido, de todos mis amigos, novios...

En mis casi 340 años, he tenido 3 novios, demasiados para mi gusto. El primero fue cuando tenía 300, lo que equivale más o menos a 15 años humanos.

Existe el mito de que los vampiros no envejecemos, otra mentira. Envejecemos, claro que lo hacemos, sólo que muy lentamente y no cambiamos mucho físicamente. A diferencia de los humanos, 20 años suyos son como 1 nuestro, y nuestro cuerpo no muere, por muchos años que cumplamos. Somos algo así como una especie de ser diabólico, aunque yo no lo creo. No siento afecto por las personas, jamás lo he sentido, sólo por los seres de mi misma especie, vampiros.

E d w a r d.

Abrí la puerta de mi casa, y percibí el intenso aroma a café. Mi padre siempre hacía café.

Fui a la cocina, me había dejado la máquina puesta. Cogí leche de la nevera, la eché en una taza mientras el café se calentaba.

-Ouch.-estaba demasiado caliente.

Lo dejé en el lavavajillas, fui a mi habitación y me tumbé en mi cama. No paré de darle vueltas al tema de Holly, ¿por qué se había comportado de aquella manera? ¿Acaso se sentía incómoda conmigo? Las dudas me están matando, necesito saber qué la pasa.

Marqué su número un par de veces pero nada, saltaba el contestador automático. No quería presionarla, así que no la llamé más por el momento.

Estaba preocupado más que nada. Holly es una buena amiga, aunque no lo demuestre, se que en ese sentido me tiene afecto, pero no lo expresa. Es una persona de pocas palabras, a la que rara vez verás dando un abrazo a alguien, o incluso un simple beso en la mejilla, excepto a su madre. Algo que me encanta de ella es su sonrisa, joder. Maldita sonrisa. Sólo he tenido el placer de disfrutar de ella dos veces, la primera fue unos meses después de conocerla, cuando su madre la sorprendió en su cumpleaños con una noticia increíble, su novela había sido publicada. Ella saltaba de alegría, y ahí fue cuando la vi sonreír por primera vez. La segunda, ayer. Justo en esta misma casa, en el gran sillón blanco de mi salón, ahí. La vi, joder, es tan genial. ¿Por qué no lo hace más a menudo? Es matadora.

El sonido de una notificación del iPhone me distrajo de mi trance. Era de mi madre, me había llamado.

-¿Edward?-su voz sonaba suave.

-Sí, ¿ocurre algo?

-Oh no, está todo bien. Te llamaba para preguntarte si Holly está contigo, ya que su madre la está llamando pero no la localiza.

-Emm... No. Lo siento, no está conmigo.-oí como le susurraba algo a Lisa y ella sollozaba.-¿Ha pasado algo?

-No, sólo que se ha encontrado su habitación desordenada, pero ella no estaba; aunque había estado allí antes.

-No sé, si la localizo digo que llame a Lisa, ¿vale?

-Por favor-dijo su madre a través de la línea-gracias.

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Capítulo corto, lo sé. El próximo será algo más largo:)

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