Melissa
-Como querer, quiero muchas cosas preciosa.-dice este y siento unas ganas enormes de vomitar.-¿Que hacen dos chicas tan bonitas en un lugar como este?-pregunta y esta vez levanto la mirada para verlo. Siento mi corazón pararse al darme cuenta que es un tipo de unos treinta años. Su pelo es largo y graso, la verdad es que da demasiado asco. Cuando sonríe me doy cuenta de que tiene un diente de oro y decido apartar la vista de él.
-Estamos esperando a ver si alguno nos invita a una copa.-dice Sara haciendo que la mire con los ojos muy abiertos. Está loca. Sin pensarlo le doy una patada debajo de la mesa y esta pega un pequeño grito.
-Estamos esperando a unas amigas.-digo yo esta vez y lo miro. Este me mira con una sonrisa y sus ojos se paran en mi escote. Llevo mi mano al borde de mi chaqueta y tiro de ella tapándolo.
-Si queréis me puedo quedar con vosotras mientras esperáis.-dice pasándose la mano por el pelo y yo niego.
-No, gracias.-digo y miro a Sara.
-Y tú que opinas hermosa, creo que a ti te he caído mejor que a tu amiguita.-dice guiñándole un ojo.
-Creo que te han dicho que están esperando a unas amigas, no quieren compañía.-dice la voz de otro chico detrás de este. Se gira y veo como su expresión cambia.
-Hola Stephen.-dice este agachando la mirada.
-Deja de incordiar Jose, lárgate.-dice otro chico poniéndose al lado del tal Stephen.
Este no quita ningún momento su ojos de mi y siento algo raro recorrer todo mi cuerpo. Me muevo incómoda en mi silla y el tal Jose se larga. Stephen hace lo mismo y el único que queda con nosotras es el chico que estaba a su lado.
-Yo soy Trevor, y ese que tiene cara de amargado y que se acaba de ir es Stephen. Encantado chicas.-dice guiñando un ojo y se marcha.
-Creo que me acabo de enamorar.-dice Sara mirando de arriba abajo a Trevor mientras se marcha junto a su amigo.
Me doy cuenta que los ojos de Stephen siguen sobre mi y siento unas ganas tremendas de salir de aquí.
-Necesito ir al baño.-digo y Sara asiente.
-¿Te acompaño?.-pregunta y yo niego.
-No, quédate por si viene nuestras bebidas.-está asiente y yo me levanto. Siento su mirada sobre mi todavía y no puedo evitar pararme y girar mi cara para asegurarme que no me equivoco. Exacto, no me equivocaba. Su ojos siguen sobre mi y esta vez me miran de arriba abajo.
Cuando entro al baño me arrepiento de inmediato. Siento una arcada y me tapo la boca antes de echar toda la cena. Me miro al espejo como puedo y me doy cuenta que estoy sudando del miedo que estoy pasando en este sitio. De repente la puerta se abre y el tipo de antes entra con una sonrisa que no me gusta ni un pelo.
-Ahora estamos a solas.-dice este y yo respiro hondo.
-Toma mi bolso si quieres, llévatelo todo.-digo y este suelta una carcajada.
-Lo que quiero no está en ese bolso, si no aquí.-dice acercándose a mi y retirando mi chaqueta dejando ver mi escote.-Eres preciosa, nunca había visto una chica como tú.-siento su respiración en mi cuello y algo dentro de mi hace que ponga mis manos en su pecho y lo empuje con todas mis fuerzas.
-Das asco.-digo y este suelta otra carcajada.
-No dirás lo mismo cuando esté entre tus piernas.-dice abalanzándose sobre mi pero antes de que pueda rozarme la puerta se abre dejando ver al chico de antes, Stephen. Este tira de él, haciendo que se estampe contra la pared.
-Repite eso delante de mi.-dice cogiéndole por el cuello. Veo el miedo en sus ojos y yo me arrincono en una de las esquina del baño.
-Lo siento Stephen.-dice y este niega con la cabeza.
-Las cosas sólo las digo una vez Jose, te había dicho que las dejarás tranquilas y te lo has pasado por los huevos.-de repente su puño impacta sobre su cara y no puedo evitar que un grito salga de mi boca. Unos cuantos puñetazos vuelven a caer sobre él y cierro los ojos del miedo que tengo.
Trevor aparece de repente y separa a Stephen de Jose que está sangrando e inconsciente en el suelo.
-Damian está aquí, y te está buscando Stephen. Tienes que largarte.-dice este y Stephen me mira mientras se coloca el pelo bien. Desvía su mirada hacia Trevor y asiente.
-Encárgate de su amiga. Nosotros salimos por aquí.-dice señalando la ventana que hay justo a mi lado y yo frunzo el ceño al decir nosotros refiriéndose a él y a mi.
-Yo no voy a ningún lado, tengo que volver con Sara.-digo dando un paso y este me vuelve a mirar. Me quedo quieta y este se acerca a mi.
-Harás lo que yo te diga, muñeca.-un escalofrío recorre todo mi cuerpo al escuchar como se refiere a mi y respiro hondo.
-No puedo dejar sola a Sara, si le pasa algo nunca me lo perdonaré.
-No te preocupes por Sara, yo me encargo de ella.-dice Trevor, me guiña un ojo y desaparece por donde ha venido.
-Vamos.-dice Stephen esquivándome y abriendo la ventana.
Dudo un poco antes de hacerle caso pero al final cedo. Salgo y veo que da justamente a la parte de atrás del bar. No hay nadie, solo hay un coche aparcado.
Stephen se pone a mi lado después de salir por la ventana y empieza andar hacia el coche.
-Vamos.-dice serio y cortante. Vuelvo a mirar hacia la ventana y niego con la cabeza quitándome la idea de volver a entrar por ella al local. No quiero acabar como Jose, aunque se lo merecía por cerdo.
Corro hacia el coche y me monto en el lado del copiloto. Este arranca y yo me pongo el cinturón lo más rápido posible.
-¿Preparada para vivir una escena de película?.-pregunta y yo frunzo el ceño.
Este acelera saliendo de la parte de atrás del bar y el sonido de un disparo y un cristal roto se hace presente.
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DANGEROUS
Romance-Eres peligroso.-digo con la voz temblorosa. - No hay nada más peligroso que una persona que te haga estrenar sentimientos. Por eso aquí la única peligrosa eres tú, por que has hecho que estrene un sentimiento. El amor.-dice y estampa sus labios con...