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Melissa

-Estaba buscando el baño, os he escuchado y os iba a preguntar.-digo encogiéndome de hombros.

-Ya.-dice este con una sonrisa y yo me cruzo de brazos.

-¿Me dices donde está o me hago pis en tu suelo? Tú decides.-este niega con la cabeza y abre la puerta que  está justo enfrente.

-Aquí está el baño.-dice señalándolo y yo asiento.

-Muchas gracias.-cierro la puerta y me apoyo en ella. Una sonrisa se dibuja en mi cara y niego. Nunca pensé que viviría estas experiencias.

Cuando salgo del baño directamente me voy al salón.  Y cuando llego frunzo el ceño cuando veo a Stephen sentado en el sofá solo.

-¿Donde están?.-pregunto sentándome a su lado.

-En la habitación de Trevor. Sara nos ha dicho el problema que tenéis.-frunzo el ceño sin saber cuál es el problema pero de repente caigo.

-Ahhh si, es verdad.-digo con una sonrisa realmente falsa. Este apaga la tele y se levanta.

-Es hora de irse a la cama, mañana tienes clase.-suelto una carcajada y este me mira con una ceja levantada.

-Pareces mi padre Stephen.-digo y este se acerca a mi cuando voy a intentar coger el mando.

Suelto un grito cuando este me coge en brazos y empieza andar por el pasillo.

-¡Yo duermo en el salón!.-digo gritando para que me escuche ya que lo único que veo es su espalda.

-De eso nada, duermes en mi habitación.-abre una puerta y un olor muy familiar me invade. Cierro los ojos al olerlo y sonrío.

Este me suelta en su cama y yo lo miro mientras me cruzo de brazos.

-¿Y tú dónde vas a dormir?.-este me sorprende quitándose la camiseta y yo abro los ojos al verle todo el torso tatuado.

-Aquí, contigo.-dice mientras se gira y me sorprendo aún más al ver que su espalda también está completamente tatuada.

-Todo eso te ha tenido que doler muchísimo.-digo señalando sus tatuajes y este se mira.

-Un poco solo.-se gira hacia la cómoda y saca una camiseta. Me la tira y yo la miro confundida.-No tienes pijama así que si no quieres dormir con la ropa o desnuda , es mejor que te lo pongas.-asiento no muy convencida y me levanto.

-Voy al baño a cambiarme.-digo y este asiente.

Me miro al espejo y suspiro. ¿Como voy a dormir así al lado de Stephen?.

Salgo del baño y antes de abrir la puerta de la habitación de Stephen, decido irme al salón que es donde debería dormir, aunque algo dentro de mi se muere por dormir con el.

Niego con la cabeza y suspiro.

-Quita esos pensamientos de la cabeza Melissa.-digo poniendo mi manos a ambos lado de esta mientras ando para el salón.

De repente siento unas manos rodear mi cintura y levantarme del suelo.

-He dicho que duermes en mi habitación.-suelto una carcajada y noto como este sonríe.-Y ¿que pensamientos te tienes que quitar de la cabeza muñeca?.-pregunta y siento como me pongo colorada.

-Nada.-digo cuando me deja en la cama.

-No hagas que cierre con llave, aunque se que es lo que quieres.-abro los ojos y suelto una carcajada.-Sabes que te mueres por quedarte en esta habitación conmigo cerrar con llave y no salir jamás.-me quedo callada y siento como mis mejillas van a explotar de lo colorada que están.

-Es hora de dormir.-digo levantándome de un salto y este se ríe.

No vuelve a sacar el tema y la verdad es que lo agradezco. Cuando llevamos media hora metidos en la cama, yo mirando para un lado y el para el otro, escucho como sigue despierto. Este se gira quedando boca arriba y yo me muerdo el labio nerviosa. De repente la conversación que tuvo con Trevor se viene a mi cabeza y decido girarme yo también para preguntarle.

-¿De que te has dado cuenta?.-digo de repente cuando me giro y este me mira.

-¿Qué?.-pregunta y esta vez lo miro yo dándome cuenta de lo cerca que estamos.

-Cuando estabas hablando con Trevor y has dicho que Damian me ha mirado con deseo y eso ha hecho que te des cuenta de que... ¿De que ha hecho que te des cuenta Stephen?.-digo esto último en un susurro y este no aparta sus ojos de los míos. De repente los pasa a mis labios y mi piel se eriza, de solo pensar que pueda besarlos. 

-De nada muñeca.-dice girándose otra vez y dejándome sin palabras.

Miro al techo y suspiro.

-Exijo que me lo digas.-este se gira para mirarme de nuevo y suspira.

-Duérmete ya, mañana tienes que levantarte mucho más temprano de lo normal.-estiro mi brazo y tiro de él para que vuelva a mirarme.-¿Quieres que te lo diga?.-pregunta nervioso y yo asiento muy convencida.-Pues me he dado cuenta de que quiero protegerte con mi vida porque...-siento como mi corazón se dispara y me muerdo el labio nerviosa.-Porque eres como mi hermana pequeña muñeca. Ahora duérmete.-siento como mi corazón separa y una sensación de decepción inunda todo mi cuerpo.

Hermana pequeña.

DANGEROUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora