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Melissa

Siento como todo a mi alrededor desaparece, solo puedo ver a Stephen mirándome con miedo en sus ojos al esperar mi reacción. Y si soy sincera no sé cómo reaccionar. Como él me ha dicho ni Dylan ni madre se equivocaban, es peligroso, es un narcotraficante.

Siento una presión muy fuerte en el pecho y niego con la cabeza mientras me levanto. Siento como el aire me falta y decido ir a la ventana para abrirla. Cuando el aire choca contra mi cara, vuelvo a la realidad. Me he enamorado de un narcotraficante.

De repente todo cobra sentido en mi cabeza. La noche que nos conocimos, le seguían por un ajuste de cuentas. La noche de las carreras ilegales, Damian y él se apostaron medio kilo, medio kilo de droga. Todo este tiempo he estado en peligro, todo este tiempo me ha puesto en peligro.

-Si tanto me amas, ¿!como has podido exponerme tanto al peligro!? El día que nos conocimos, el día de la carrera con Damian...-digo furiosa y decepcionada a la vez.

-Yo no sabia que eso ocurriría el día que nos conocimos.-dice y yo niego confusa.

-Pero el día de la carrera si sabías que Damian estaría allí, que era peligroso y que me estabas exponiendo a ello.-este cierra los ojos y asiente.

-No lo pensé, las ganas de estar contigo me cegaron y fui un inconsciente. Pero eso no volverá a pasar, ahora lo que siento por ti es mucho más fuerte. Siento que eres el amor de mi vida, la mujer de mi vida, lo quiero todo contigo y nunca permitiría que te pasara nada.-mi corazón da un vuelco a escuchar esas palabras salir de su boca y siento una confusión muy grande. Me dejo llevar por mi corazón que ama a este hombre por encima de todo y comparto mi vida con él sin importarme nada o me alejo de una vez por todas porque mi vida puede estar en peligro. ¿Cuándo mi vida se ha convertido en una telenovela?

-¿Mi vida está en peligro?.-consigo decir y este respira hondo.

-Estarás en el punto de mira de muchas personas si decides compartir tu vida conmigo, pero no te pasara nada porque no tengo enemigos Mel, además  te protegeré con mi vida si llego a tener alguno.-el miedo se apodera de mi y me vuelvo a girar hacia la ventana.

-¿Y Damian?.-pregunto.-Me amenazó.

-A Damian ni se le ocurrirá acercarse a ti. Me encargué hace tiempo.-noto su respiración chocar contra mi cuello y cierro los ojos.-Mel, se que ahora puede que me odies por no haberte contado mi vida, por haberte ocultado todo esto pero no quería perderte y aun así lo hice. Por eso he decidido contártelo todo, quiero que sepas todo de mi y que decidas si me quieres en tu vida o si quieres que me aleje. Si me quieres en tu vida puedo asegurarte que nadie te amará como yo, que te demostrare todos los días de mi vida que te amo más que a nada en este mundo, pero si por el contrario decides alejarte de mi lo respetaré y desapareceré de tu vida para siempre.-escuchar esas ultimas palabras hace que me de cuenta de que ahora mi vida es él. Me giro quedando muy cerca y respiro hondo.

-Stephen estos días sin ti han hecho que me de cuenta que si desapareces de mi vida siento que me muero. No quiero que te alejes, quiero correr todos los riesgos y me da igual. Te amo y quiero pasar el resto de mi vida contigo.-sin decirme nada estampa sus labios contra los míos haciendo que me de cuanta de que lo necesitaba demasiado.

Sin pensarlo cojo impulso y envuelvo mis piernas en su cintura haciendo que mi entrepierna roce su gran erección. Un gruñido sale de su boca y siento una corriente recorre todo mi cuerpo. Me tumba en la cama y no tarda en deshacerse del chándal que le he dado hace un rato. Sin dudarlo hago lo mismo con mi ropa y tiro de él para volver a besarlo.

Stephen deja un camino de besos desde mi cuello hasta el final de mi barriga y siento que no puedo aguantar más.

-Te necesito.-digo en una especie de gemido y este sonríe.

-¿Que necesitas?.-pregunta haciéndose de rogar.

Me levanto de la cama y este me mira confundido. Le empujó haciendo que caiga tumbado y sonrío.

-Hoy, mando yo.-abre los ojos excitado y se muerde el labio inferior mientras yo sonrío.



Hago dibujos con mi dedo en el pecho de Stephen mientras estoy tumbada encima de él. Mi mente empieza a pensar demasiadas preguntas y suspiro ya que no se si quiero saber las respuestas.

-¿Que piensas?.-pregunta de repente. Me levanto y me siento mientras me cubro con la sabana.

-Muchas cosas, todavía tengo mucho que asimilar.-digo y Stephen se sienta a mi lado.

-Quiero aclararte todas las dudas que tengas.-acaricia mi pelo y siento como mi piel se eriza. Le sonrió y me giro hacia él.

-Son muchas dudas.-este sonríe y me da un pequeño beso.

-Bueno pues si quieres dime ahora una y poco a poco te las voy resolviendo todas.-respiro hondo y asiento.

-Si dentro de un tiempo tú y yo seguimos juntos y...-juego con mi pelo nerviosa y Stephen se acerca y deja un beso en mi cuello.

-¿Y que muñeca?.-dice contra mi cuello.

-Y tenemos hijos, ¿tendrán que vivir aislados? ¿Tendré que vivir asustada por ellos?.-este me mira serio y niega.

-Muñeca, si algún día tenemos hijos que lo más seguro es que si al cien por cien, los protegeré con mi vida, porque si contigo lo voy hacer, con ellos lo haré el doble, el triple...-antes de que siga hablando lo callo con un beso. No me hace falta escuchar más para darme cuenta de que este hombre está locamente enamorado de mi y que me protegerá con su vida.

DANGEROUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora