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Melissa

Siento como mis ojos se llenan de lágrimas y cojo su cara entre mis manos mientras niego.

-No te dejaré, no puedo Stephen. Lo que siento por ti es tan grande...-digo en un susurro cerrando los ojos.-Pero tengo miedo.-abro los ojos y lo veo mirándome confuso.

-¿Tienes miedo de mi?.-pregunta y aparto la mirada de él sin saber que decir.-Nunca te haría daño.-niego mientras respiro hondo.

-Enséñame tu mundo.-noto como este se pone serio y su cara palidece.-Quiero saber de donde vienes, a qué te dedicas, saber de tu familia...Quiero saber todo de ti.-este niega y se tapa la cara con las manos.

-No puedo.-frunzo el ceño y este suspira.-No puedo enseñarte mi mundo porque si no me tendrás miedo de verdad.-mis ojos se llenan de lágrimas y siento como mi corazón deja de latir. Todos tenían razón, es peligroso y él mismo me lo está confirmando.

-¿Entonces qué pretendes? ¿Qué este con alguien del cual no se nada de su vida? Y que encima me dice que si la conozco, tendré miedo de verdad.-me alejo de él y me giro para que no me vea más llorar.

-Te has enamorado de mi sin saber nada de eso. Podemos seguir así Melissa.-niego y me giro para mirarlo dándome cuenta que se ha vuelto acercar a mi.

-Eres peligroso.-digo con la voz temblorosa mientras me mira serio.

-No hay nada más peligroso que una persona que te haga estrenar sentimientos. Por eso aquí no sólo yo soy el peligroso, si no los dos. Por que el uno al otro hemos hecho que estrenemos un sentimiento, el amor.-estampa sus labios contra míos haciendo que olvide todo lo demás.

En ese momento solo existimos él y yo, pero de repente mi madre viene a la cabeza al igual que Dylan diciéndome que Stephen es peligroso y me separo de él negando con la cabeza.

-Me enseñas tu mundo o esto termina aquí Stephen.-este frunce el ceño y niega.

-Me has dicho que no me dejarías, que no podías.-dice lleno de dolor y respiro hondo.-Por favor acepta lo que te pido.-me ruega y siento como me desgarra por dentro.

-No quiero dejarte, pero es lo que debo hacer si no quieres mostrarme más de ti. No quiero tener esta duda siempre, no quiero enamorarme cada día más y no saber de quién realmente me estoy enamorando y si realmente es algo peligroso para mi.-veo como tensa la mandíbula mientras respira hondo. Suelta todo el aire que ha cogido y sin más sale de mi habitación pegando un portazo.

~Dos semanas después~

Coloco los últimos libros en la estantería y sonrío al ver la habitación terminada.

-Sara me ha dicho que está caja es tuya.-dice Trevor entrando y dejándola encima de mi cama. Frunzo el ceño y me acerco para mirarla.

Hace una semana decidimos alquilar un piso cerca de la universidad, y a nuestra aventura de "piso de chicas" se nos unió Jess. La verdad es que fue una gran sorpresa pero a la vez una gran alegría. Jess se ha convertido en una gran amiga en este tiempo y me encanta la idea de compartir piso con ella y Sara.

De Stephen no se nada de hace dos semanas. Se que está bien, dentro de lo que cabe, pero no lo he visto ni he hablado con él. Creo que tomar la decisión de cortar nuestra relación fue la mejor. Yo quería que él me mostrara su mundo y no quiso, confirmándome que ocultaba algo que realmente lo hacía peligroso.

-Pues si, es mía.-digo con una sonrisa y Trevor me la devuelve. Se gira para marcharse pero le detengo.-¿Como esta Stephen?.-este respira hondo y se vuelve a girar hacia mi.

-Desaparecido.-dice y frunzo el ceño.-Casi no aparece por casa, y cuando lo hace está en su mundo. No me habla.-siento como mi corazón se rompe al escucharlo y respiro hondo.-Esta destrozado Mel. Le prometí a Sara no meterme en lo vuestro pero, os amáis, te has enamorado de él sin saber de su mundo, sin saber de donde viene, y te puedo decir que no te has enamorado de un extraño. Stephen es así, lo que pasa que solo con unas cuantas personas lo es cien por cien y tú has tenido la suerte de ser una de ellas.-cierro los ojos y de estos caen dos lagrimas, me tapo la cara con una mano mientras vuelvo a respirar hondo.

-¡Trevor necesito ayuda!.-grita Sara desde la otra habitación.

-Es una tontería estar sufriendo Mel, vuestro amor va a tener muchos baches, porque no será fácil, pero es un amor puro. Piénsalo.-sale de la habitación cerrando la puerta detrás de él y yo me siento en la cama destrozada. ¿Qué debería hacer?



Miro por la ventana mientras veo como la lluvia golpea contra ella y suspiro al no poder quitarme de la cabeza las palabras de Trevor.

Por una parte me da miedo no saber nada de la vida de Stephen, pero pensándolo mejor más miedo me da no compartir mi vida con el, no volver a verlo o verlo con otra que no sea yo.

Sin pensarlo cojo mi móvil y salgo de mi habitación. Entro al salón para coger mi abrigo y mi bolso y me encuentro a Sara con Jess viendo una película.

-¿Dónde vas?.-pregunta frunciendo el ceño y pausando la película.

-Voy a buscar a Stephen, no puedo perderlo.-digo mientras me pongo el abrigo.

-Esta lloviendo a mares.-dice Jess y yo niego.

-Me da igual, no puedo perder ni un segundo más, no quiero perderle, me moriría.-Sara suspira y niega.

-Espera que llame a Trevor y vamos a buscarlo juntos.-niego y salgo del salón dirigiéndome a la puerta.

-No puedo esperar. Me voy.-digo y abro la puerta. Siento como mi corazón se para y mi respiración se corta al ver a Stephen delante de la puerta con la cabeza agachada y empapado de agua. Este mira al frente y sus ojos se encuentran con los míos haciendo que mi corazón vuelva a latir y que vuelva a respirar.-Stephen...-digo en un susurro. De repente cae de rodillas y me abraza por las piernas.

-Te enseñaré mi mundo.-dice entre sollozos y siento como me rompo por dentro.

DANGEROUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora