Melissa
Casi una semana. Casi una semana que no se nada de Stephen.
Al día siguiente de lo que ocurrió decidí ir a su apartamento. Como era de esperar no estaba, espere allí durante todo el día mientras Trevor y Sara se demostraban su amor, de todas las maneras posibles y yo mientras los envidiaba sanamente. No apareció por allí en ningún momento, decidí marchar al día siguiente.
Cuando le pregunto a Sara, que pasa allí casi todo su tiempo libre junto a Trevor, esta me dice que pocas veces ve a Stephen, y que cuando lo hace este la evita todo el rato.
-Hola my love.-dice Sara sorprendiéndome mientras se pone a mi lado.
-Hola.-digo mientras guardo mi pañuelo en el bolso. Está me mira con media sonrisa y yo frunzo el ceño.-¿Querías algo?.-pregunto sonriendo.
-Por fin te he sacado una sonrisa.-dice sonriendo satisfecha y yo niego con la cabeza.-¿A donde vas?.-pregunta y yo la miro.
-Voy a la biblioteca. No quiero volver a mi habitación tan pronto. ¿Y tú?.-pregunto.
-Voy contigo.-frunzo el ceño extrañada.
-¿Tú en una biblioteca? Si no soportas el silencio absoluto.-encoge los hombros y saca su teléfono .
-Tengo muchos exámenes y trabajos que hacer. Tengo que dejar mis fobias a un lado.-dice haciéndose la dramática y vuelvo a sonreír.-Doble punto para mi.-dice señalándome y poniéndose el teléfono en la oreja.-Ve yendo tú delante, voy hacer una llamada.-asiento y sigo andando mientras la dejo atrás.
Veo como Sara mueve su cabeza al ritmo de la música que suena a través de su auriculares y no puedo evitar reírme. Está me mira y hace lo mismo.
-¿No decías que ibas a dejar tus fobia a parte?.-pregunto y está frunce el ceño.
-¿¡QUÉ!?.-grita haciendo que yo abra mis ojos y que todo el mundo nos mire. Pido disculpas y de un tirón le quito los auriculares.
-No grites.-digo en un susurro.
-Lo siento. ¿Que decías?.-pregunta de nuevo y niego dándole a entender que da igual.-¿Ya son las siete? Tenemos que irnos.-dice levantándose y metiendo las cosas en su bolso a toda prisa.
-¿Por qué tanta prisa?.-esta coge mi bolso y empieza a recoger mis cosas para meterlo en el.
-Pues... porque tenemos que irnos.-la miro extrañada mientras me levanto y asiento no muy convencida.
Llegamos a la residencia y siento un gran nudo en el estómago. Otra vez a encerrarme en esas cuatro paredes mientras mi mente se encarga de amargarme la existencia por pensar solo en Stephen.
-Tengo que ir a mi habitación a coger una cosa. Si quieres espérame en la tuya, ahora voy y vemos una peli.-antes de que pueda decirle que si, entra a su habitación y suspiro.
Abro la puerta y siento como mi corazón se dispara al ver cómo pequeñas velas iluminan mi habitación. Miro hacia la cama donde hay un ramo de rosas y me acerco para cogerlas. Cuando lo hago me doy cuenta de que en ellas hay una tarjeta escrita:
"Lo siento, muñeca"
Siento como mis piernas empiezan temblar y mis ojos se llenan de lagrimas. De repente mi piel se eriza al sentir una respiración en mi nuca y las manos de una persona que reconozco enseguida coge las mías haciendo que quede rodeada entre sus brazos.
-Perdóname.-dice en un susurro.-Te amo Melissa.-abro los ojos de la sorpresa al escuchar esas palabras salir de él y me giro para así poder mirarle a los ojos.
Me quedo callada mirándolo, porque ni siquiera me salen las palabras. Todavía no me creo que esté delante de mi, diciéndome que me ama.
-Se que me comporte como un cabron, que no deje que hablaras pero en ese momento no pude. Cuando vi que te besaba yo...yo sentí que me arrancaban algo.-dice tocándose el pecho y yo cierro mis ojos haciendo que mis lágrimas caigan.-No llores por favor. Te pido que me des una oportunidad para demostrarte lo enamorado que estoy de ti, que puedo hacerte feliz. No soy perfecto Melissa, he cometido miles de errores en mi vida y aunque me joda y me duela, tengo que aceptar que lo que dijo el estupido de Dylan, era verdad.-lo miro con el ceño fruncido y este respira hondo.-Soy peligroso Mel.-acerco mi mano a su mejilla acariciandola y este cierra los ojos al sentirla.
-No eres peligroso Stephen.-este asiente sin abrir sus ojos y une su frente con la mía.-Y si lo fueras, ya sería demasiado tarde.-este abre los ojos separándose de mi y mirándome preocupado.-por que lo seas o no, yo ya me he enamorado de ti y nada puede cambiar lo que siento.-sonrío con mis ojos llenos de lágrimas y este me agarra de la nuca haciendo que nuestro labios se unan en un beso increíble. Dejo el ramo en la cama de nuevo y Stephen me coge en brazos haciendo que le rodee con mis piernas. Siento como mi cuerpo necesita más y me muevo haciendo que note su bulto en mi entrepierna y un gemido sale de mi boca. Este mete sus manos por debajo de mi camiseta para quitármela pero de repente la puerta se abre y yo me bajo corriendo al ver a la persona que hay en ella. Siento como mi corazón de para y cómo las palabras no pueden salir de mi boca.
-Mamá...
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DANGEROUS
Romansa-Eres peligroso.-digo con la voz temblorosa. - No hay nada más peligroso que una persona que te haga estrenar sentimientos. Por eso aquí la única peligrosa eres tú, por que has hecho que estrene un sentimiento. El amor.-dice y estampa sus labios con...