Melissa
-Mamá...-siento como mis palabras se atascan en mi boca cuando su mano impacta en mi cara haciendo que la gire por completo. Siento como Stephen tira de mi haciendo que me ponga detrás de él mientras miles de lágrimas caen de mis ojos.
-En esto es lo que dedicas tu tiempo aquí.-dice mirando a Stephen con desprecio.-¿Como puedes estar malgastando esta oportunidad tan grande para revolcarte con este tipo?.-pregunta entre dientes.
-No voy a permitir que le hable así.-dice Stephen y mi madre sonríe mientras se cruza de brazos.
-¿Y que vas hacer? ¿Pegarme como al pobre de Dylan?.-veo como Stephen se tensa y decido tocarle la espalda para que se tranquilice.
-Tranquila muñeca, yo nunca le podría la mano encima a una mujer. Y menos a tu madre.-dice sin apartar sus ojos de ella.
-Muñeca...¿Como has podido caer tan bajo Melissa? Solo hay que verlo para saber de donde viene.-mi respiración se empieza agitar y decido salir detrás de Stephen.
-Yo le conozco mejor que tú, tú juzgas sólo lo que estás viendo. Y lo único que ves es un chico con tatuajes y que no es Dylan o otro chico con el que hayas planeado mi vida.-veo como está va a volver a levantar la mano para pegarme pero yo soy un paso hacia atrás.
-Lo único que yo veo es peligro, este no trigo limpio Melissa. Mira lo que le ha hecho al pobre Dylan.
-¡Ese es un traidor!.-grito llena de rabia.-¡No tenía ningún derecho a besarme ni tampoco tenía ningún derecho a venir aquí! Aunque se que todo fue idea tuya. Tú elegiste a tu marido y lo hiciste mal, eso no implica a que yo también lo haga. Y si lo hago es mi vida, yo cometo los errores y si puedo yo los soluciono. Tú como madre tendrías que apoyarme y limitarte a solo aconsejarme, no a dirigir mi vida como te hubiera gustado que fuera la tuya.-cuando termino de hablar siento como me he quitado un peso de encima que tenía hace años. Está me mira seria y asiente.
-Olvídate de mi y de tus hermanas.-dice señalando afuera. Están aquí.-A partir de ahora, no eres nadie en nuestras vidas.-sale de allí pegando un portazo y de mi boca sale un sollozo. Stephen me abraza por detrás y me giro para apoyarme en el.
-Mia hermanas. Tengo que verlas antes de que se vayan.-digo separándome y este asiente.
Salgo corriendo de mi habitación y bajo las escaleras lo más rápido que puedo. Cuando salgo de la residencia veo como Sandra y Valeria están con Sara y mi madre se dirige a ellas mientras les dice que se metan en el coche.
-¡Mel!.-grita Valeria al verme y sonrío mientras corro hacia ellas.
Las dos se abrazan a mi muy fuerte y no puedo evitar llorar.
-¿Que ha pasado?.-pregunta Sandra preocupada.
-Necesito que me hagas un favor.-está asiente y yo respiro hondo.-Cuida de mamá, ahora eres la hermana mayor, también cuida de Valeria por favor. Te llamaré todos los días y por favor cualquier cosa que pase llámame aunque mamá te lo prohíba.-está asiente y me abraza.
-¿Pero que ha pasado?.-vuelve a preguntar y sonrío mientras me seco las lágrimas.
-Me he enamorado.-esta sonríe con tristeza y veo como sus ojos miran detrás de mi. Me giro y veo a Stephen mirándonos con tristeza.
-Yo también me habría enamorado de ese bombón.-dice y no puedo evitar sonreír.-Ten mucho cuidado, el amor es peligroso.-dice y siento como esa palabra me va a estar acompañando el resto de mi vida.-Siempre te apoyaré con todo, eres mi hermana y me da igual lo que la loca de nuestra madre diga.-asiento y la vuelvo abrazar. Miro a Valeria que no ha dejado de abrazarme en ningún momento y cojo su cara entre mis manos.
-Cuida de Sandra.-digo y está que ríe mientras asiente.-Tu eres la pequeña de la casa, pero la más responsable.-veo como Sandra vuelve los ojos y las vuelvo abrazar.-Os amo.
-¡Al coche chicas!.-grita mi madre y la miro. Esta se acerca a nosotras y separa a mis hermanas de mi.-No voy a seguir pagando tus estudios.
-Recuerda que conseguí una beca para pagarme la universidad.
-Recuerda tú que esto.-dice señalando la residencia.-Lo pagaba yo de mi bolsillo, y eso se ha acabado a partir de hoy.-asiento mientras lágrimas caen de mis ojos.
-No puedes hacerle eso mamá.-dice Sandra soltándose de su agarre.
-Tú vete para el coche y no opines sobre esto.-Sandra niega y veo como mi madre se llena de rabia.-¡Sandra tú harás lo que yo te diga!.-grita y yo me acerco a ella.
-Hazle caso.-está respira hondo y asiente no muy convencida. Me abraza por última vez al igual que Valeria y se van hacia el coche.
-Espero que algún día no te arrepientas de haber echado tú vida a perder Melissa
-Yo espero que algún día no te arrepientas de haber perdido a una hija Cristina.-sin más y con todo el dolor de mi corazón, me giro y empiezo andar de nuevo hacia la residencia. Escucho como el coche arranca y me giro para ver cómo desaparece por la carretera.
Siento como mis piernas no me funcionan de repente y es que el dolor tan grande que siento ahora mismo hace que me caiga al suelo de rodillas mientras no puedo parar de llorar.
Unos brazos me rodean abrazándome y reconozco quien es enseguida. Mi mejor amiga y ahora mi única familia, Sara.
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DANGEROUS
Romance-Eres peligroso.-digo con la voz temblorosa. - No hay nada más peligroso que una persona que te haga estrenar sentimientos. Por eso aquí la única peligrosa eres tú, por que has hecho que estrene un sentimiento. El amor.-dice y estampa sus labios con...