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Melissa

Miro cada detalle de la habitación y suspiro desesperada.

La puerta se abre dejando ver a mi ginecóloga y por la expresión de su cara, se que no trae buenas noticias.

-¿Le pasa algo a mi bebe?.-pregunto y esta respira hondo.

-La ginecóloga de urgencias me llamo para ver unas pruebas que te han hecho. Hemos visto que hay complicaciones en el líquido amniótico.-frunzo el ceño y niego.-Tienes demasiado líquido y te esta haciendo presión en tu útero, de ahí los dolores tan fuertes que has sufrido. Hemos decidido que es conveniente que te quedes unos días en el hospital ya que puedes tener un parto prematuro.-siento como mis ojos se llenan de lágrimas y niego.-Además me han comentado que venias muy alterada, que habías tenido una especie de discusión con tu amiga y a consecuencia de eso venias con la tensión por las nubes. Melissa, debes de dejar todas las preocupaciones que rondan por tu cabeza fuera de ella. Ahora debes centrarte en tu hijo, porque si nace antes de tiempo hay muchas posibilidades de que venga con dificultades.

Stephen

Llego al piso después de haber estado corriendo casi dos horas y respiro hondo antes de entrar.

-¿Para que mierda quieres un teléfono?.-pregunta Trevor alterado.

-Me lo deje en mi habitación, necesitaba desconectar.-digo pasando por su lado para entrar a la cocina y beber un poco de agua.

-Mel está en el hospital, tus hombres te han estado llamando y Sara también. Por lo que se ve, tiene que quedarse ingresada.-siento como mi cara palidece y mi corazón se para.

-¡Joder!.-grito y salgo corriendo hacia mi habitación.-¿Que ha pasado?.-pregunto mientras busco mi teléfono.

-Sara me ha contado que estaban comprando cosas para el bebé cuando Mel sufrió un dolor muy fuerte y la tuvieron que llevar en ambulancia al hospital.




Termino de hablar con unos de mis hombres y estampo mi teléfono contra el suelo. Trevor entra en mi habitación y me mira preocupado.

-Tengo que volver a España.-digo y este niega mientras se pone las manos en la cabeza.

-Pondrás en peligro a todos.-dice y yo niego.

-No puedo dejarla sola en esto Trevor. Está en un hospital, asustada porque puede pasarle cualquier cosa a nuestro bebé.-este se sienta en la cama y suspira.

-¿Y crees que no le hará daño saber que estás vivo?.-dice este y yo me tapo la cara al saber que tiene razón.

-Si, pero se que entenderá por qué lo hice. Está decidido, vuelvo con ella y mi hijo, nada ni nadie me lo va a impedir.




Llegamos al bar de carretera donde quedamos con Sara después de decirle que volvíamos y esta al vernos sonríe.

Trevor no duda ni una segundo en salir corriendo hacia ella y besarla. Sonrío al ver lo feliz que hace esa chica a mi mejor  amigo y cuando llego hasta ellos le doy un abrazo muy fuerte.

-¿Como sigue?.-pregunto y esta aparta sus ojos de mi.

-Pues la tienen sedada, no ha querido verme. Ni a mi ni a nadie, solo ha entrado su madre. Ha preferido estar sola.-respiro hondo cerrando los ojos al escuchar eso y niego.

-Necesito verla.-digo y esta asiente.

-¿Como vas a entrar sin que nadie te reconozca?.-pregunta Trevor y yo me encojo de hombros.

-No lo se, pero ya se me ocurrirá alguna manera.



Miro la entrada del hospital y respiro hondo nervioso. Estoy a pocos pasos de Mel y siento como mi corazón en cualquier momento se va a salir.

-¿Seguro que a esta hora casi no hay nadie?.-pregunta Trevor por tercera vez.

-No hay casi nadie, estos días he estado yo esperando en el pasillo y no pasaba ni un alma. Solo cuando va la doctora a ver a Mel y siempre lo hace a las seis y media. Tienes una hora y media para entrar y estar con ella.-asiento y suspiro.-Recuerda que su habitación está en la segunda planta, es la 234 y está al lado de un pequeño mostrador de las enfermeras. A esa hora tampoco hay muchas, pero ten cuidado. Por lo que yo se, su madre no llegaría hasta las siete más o menos-vuelvo asentir, salgo del coche y ando hacia la entrada del hospital.


Salgo del ascensor y miro a los lados dándome cuenta que Sara tenía razón, no hay nadie a estas horas. Ando por el pasillo que me ha indicado y respiro hondo al ver que me aproximo a la habitación.

Escucho la risa de una chica y decido pararme antes de que pueda verme pero es demasiado tarde, esta lleva un uniforme de color blanco y va hablando por teléfono. Sonríe y se lo retira.

-¿Busca alguna habitación?.-pregunta y yo la miro nervioso. Asiento sin decir ninguna palabra.-¿Cual?.-dice y una risa tonta sale de sus labios.

-La...234.-digo y está vuelve a sonreír.

-Es esa de allí.-dice señalando una puerta de detrás suya y asiento.

-Muchas gracias.-asiente y vuelve a colocarse el teléfono en la oreja para seguir hablando.

Llego a la puerta y respiro hondo antes de abrirla. Un olor muy familiar mezclado con el de hospital me inunda y cierro la puerta con cuidado al darme cuenta de que Mel está dormida. Ando con cuidado hacia ella y mis ojos se llenan de lágrimas. Veo como las sabanas se pegan a su barriga, que ha crecido bastante desde las ultimas fotos que vi y mi corazón da un vuelco.

Cuando estiro mi brazo para poner mi mano sobre ella, el ruido de la puerta abriéndose hace que me sobresalte.

-Stephen...

Se acerca la recta final... Besos enormes 💋

DANGEROUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora